Entrevista a Pablo Bernasconi, “nobel” de la ilustración

El ilustrador radicado en Bariloche, Pablo Bernasconi, se encuentra entre los cinco finalistas del Premio Hans Christian Andersen, algo así como el Nobel de la literatura infantil, dentro de la categoría Ilustración, cuyo ganador se dará a conocer el 26 de marzo en la Feria Internacional del Libro Infantil de Bolonia, Italia.

La Junta Internacional de Libros para Jóvenes (IBBY, por sus siglas en inglés), responsables de otorgar el premio Andersen, seleccionó para la edición 2018 en la categoría ilustración a Bernasconi por la Argentina, y a Linda Wolfsgruber (Austria), Xiong Liang (China), Iwona Chmielewska (Polonia), Igor Oleynikov (Rusia) y Albertine (Suiza).

En tanto los escritores de ficción nominados por IBBY son Marie-Aude Murail (Francia), Farhad Hassanzadeh (Irán), Eiko Kadono (Japón), Joy Cowley (Nueva Zelanda) y Ulf Stark (Suecia).

Laura Giussani, vicepresidenta de la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de Argentina (Alija), explicó a Télam cómo es el camino de la selección de los autores e ilustradores. “En cada edición presentamos a un escritor y a un ilustrador. A Bernasconi los presentamos en 2012, cuando ganó María Teresa Andruetto”.

“Los elegimos por la calidad de su trabajo. Bernasconi es un candidato potente por su innovación, su estética y porque rompe con lo que es habitual. Tienen una gran trayectoria, y además tienen una cantidad enorme de premios a nivel nacional e internacional”.

“Para llegar a él -aclara la vicepresidente de la ONG- se hace un estudio previo de los posibles candidatos y la comisión directiva hace una votación interna. De ahí sale el candidato”.

En una entrevista con Télam, Bernasconi cuenta que la nominación se la notificó Alija (Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de Agentina), “que además fueron los responsables de enviar mi candidatura. Es lindo que noticias así­ también se vuelvan virales”.

P- ¿En que momento profesional te encuentra este reconocimiento?

R- Es un momento especial, sobre todo a nivel personal. Pasaron muchas cosas en estos dos años, y me encuentra recalculando prioridades, observando más de cerca proyectos inconclusos, tratando de dedicar mi energía a los experimentos que usualmente hago, pero de forma más disfrutable. Mis tiempos han cambiado y con eso la optimización de mis días. Todo se reduce a saber elegir y a la madurez del olfato.

P- Uno de los elementos de tu nominación destaca “los logros de toda la vida y la contribución importante y duradera a la LIJ”. ¿Que te provocan esas frases?

R- Estoy seguro de que los logros de toda la vida no se pueden fragmentar, cualquier artista puede o debería vincular los logros de su obra con los momentos personales que la acompañaron, con su crecimiento como individuo. Me parece que la contribución a la LIJ es más sencilla de medir en estos términos, porque termina en los libros y sobre todo en lo que significan para sus lectores. Es sabido que el Andersen es un premio a la trayectoria, y con 44 años mi recorrido es todavía incipiente, o así­ lo siento. Tengo mucho por hacer y muchas ideas por materializar.

P- Otra de las cuestiones que se mencionan es “saber mirar con ojos de niño”. ¿Tenés esa mirada intacta o cada vez cuesta un poco más conservarla?

R- Es una mirada que ejercito todos los días, porque a eso me dedico. Creo que es algo que uno puede mantener intacto si lo considera imprescindible, como lo creo yo. La sorpresa, el juego, el hallazgo son motores que me han sabido guiar y les debo todo lo que soy, incluido este reconocimiento, por supuesto.

“¿Cuándo vamos a hacer un libro de trenes?”

Los ganadores en la categorías Escritor e Ilustrador serán anunciados en la conferencia de prensa de IBBY el lunes 26 de marzo, en tanto las medallas y los diplomas se entregarán a los ganadores durante el 36° Congreso de IBBY en Atenas, Grecia, el viernes 31 de agosto de 2018.

El Premio Hans Christian Andersen del Autor se ha otorgado desde 1956 y el Premio del Ilustrador desde 1966.

En marzo se conocerán los ganadores

Sobre “Quetren quetren”, su último y muy particular libro hecho en coautoría con su pequeño hijo Franco, Pablo Bernasconi le contaba a “Río Negro: “Es un proyecto que nace de él y de su devoción por los trenes. Desde los 3, tiene una pasión misteriosa por lo ferroviario. Y tanto verme hacer libros de tantas cosas, un día me preguntó: ‘¿Cuándo hacemos un libro sobre trenes?’”.

La obra editada por La Brujita de Papel tiene una forma de acordeón. Se despliega en forma horizontal con el diseño de un tren, compuesto por varios vagones que representan, a la vez, diversos universos. Una vez más, su libro combina de manera perfecta texto e ilustración. “Cada vagón cuenta algo diferente sobre el tiempo, la música, los juegos, las noticias, las letras. Está escrito como poesía, entre los dos. Nos juntábamos a escribir y ensayábamos versos. Salió una prosa divertida”, revelaba el ilustrador y diseñador gráfico.

Entrevista a Pablo Bernasconi, “nobel” de la ilustración