“Era todo amor, solidaridad y esperanza”
Sobre la carta titulada “Una muerte entre argentinos”, la cual me llegó muy profundamente. Gracias, señor Bellino. El hombre valiente no rehúye del campo de batalla de la vida, despierta su conciencia interior para asumir tan importante responsabilidad. Esa persona que no se corrió ni siquiera un poquito dando lugar al Clío. Quizás hubieran pasado los tres vehículos, ¡quizás! No sé, sólo Dios lo sabe. ¿Tiene sentido ahora algún reproche? No. Un ángel se fue al cielo y así, como a un ángel, lo acompañó todo Choele Choel en su despedida. A veces, cuando la gente adulta ve a un joven al volante, se cree superior y no le permite el paso. (No sé, ¡quizás! haya sido así). Dios sabe que la Ruta 22 es mortal, es terrible y es muy transitada. Este ángel que iba en el Clío siempre demostraba su generosidad. Con alegría ayudaba a cuanta persona pasase por la calle con algún problema físico, los llevaba al hospital o a cualquier lugar que necesitaran; jamás les cobraba un peso. Era todo amor, solidaridad y esperanza para la gente. Desplegaba su ternura, su frescura y alegría, todos sus amigos sentíamos el calor de su corazón afectuoso en la sencillez de su saludo. Entiendo todos los errores que en un segundo de la vida se pueden cometer. ¿Pero los adultos no estamos para ayudar? ¡Quizás con un poqui-to de voluntad nada de esto hubiese ocurrido! En nombre de los familiares de Lucas, gracias a todos los que estuvieron en este doloroso momento. Susana Matoso DNI 10.158.283 – Choele Choel
Sobre la carta titulada “Una muerte entre argentinos”, la cual me llegó muy profundamente. Gracias, señor Bellino. El hombre valiente no rehúye del campo de batalla de la vida, despierta su conciencia interior para asumir tan importante responsabilidad. Esa persona que no se corrió ni siquiera un poquito dando lugar al Clío. Quizás hubieran pasado los tres vehículos, ¡quizás! No sé, sólo Dios lo sabe. ¿Tiene sentido ahora algún reproche? No. Un ángel se fue al cielo y así, como a un ángel, lo acompañó todo Choele Choel en su despedida. A veces, cuando la gente adulta ve a un joven al volante, se cree superior y no le permite el paso. (No sé, ¡quizás! haya sido así). Dios sabe que la Ruta 22 es mortal, es terrible y es muy transitada. Este ángel que iba en el Clío siempre demostraba su generosidad. Con alegría ayudaba a cuanta persona pasase por la calle con algún problema físico, los llevaba al hospital o a cualquier lugar que necesitaran; jamás les cobraba un peso. Era todo amor, solidaridad y esperanza para la gente. Desplegaba su ternura, su frescura y alegría, todos sus amigos sentíamos el calor de su corazón afectuoso en la sencillez de su saludo. Entiendo todos los errores que en un segundo de la vida se pueden cometer. ¿Pero los adultos no estamos para ayudar? ¡Quizás con un poqui-to de voluntad nada de esto hubiese ocurrido! En nombre de los familiares de Lucas, gracias a todos los que estuvieron en este doloroso momento. Susana Matoso DNI 10.158.283 - Choele Choel
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