«Es parte de nuestra propia vida» 

«La murga tiene que ver con una pasión, es algo que moviliza, pero una cosa es lo que consideramos como murga en general, como género, como historia del carnaval, de los barrios, de la gente, y otra cosa son situaciones personales que cada uno vive dentro de esa historia», define Gustavo (Tavi) Antón, director de la murga «Cometas de Boedo».

Después de 31 años de murguero, Tavi sostiene que «lo más importante para la murga es el carnaval», y afirma que «la buena murga se hace a través de los años, cuando logra instalarse, y tener una identidad propia». En este sentido sostiene que «uno saca una murga para que sea la mejor, esa es la idea», y tiene en cuenta que «la murga va de la mano de la creatividad».

Pero la murga tiene otro costado: «Para nosotros la murga es una historia de vida, todos crecimos acá, y la murga es parte de nuestra vida. La que yo conocí de pibe es la de la barra de la esquina que salía en carnaval, después la cosa fue creciendo, con grupos representativos de cada barrio, y fue tomando otro forma».

Tavi comenzó en la murga cuando tenía 6 años. Los «Cometas» nacieron hace 41 años, pero 10 estuvieron sin salir. «Tuvimos el mismo proceso de todas las murgas, después de los «70 fue casi imposible retomar, ahí hubo un desgaste casi insostenible, aparte no había lugares para laburar, y aunque seguimos tirando unos años más, quedó un miedo general de andar de noche en la calle; se había perdido toda una movida social y barrial».

«La murga es la esencia del carnaval, por eso habían desaparecido los corsos, por eso se había apagado el carnaval en Buenos Aires», dice al recordar la década del «70 y del «80. Son 180 personas que integran esta murga de Boedo, que se maneja con 15 directores, que está compuesta por mascotas, murgueros y percusionistas. Ensayan durante todo el año, pero a partir de las fiestas comenzaron a prepararse todos los días para los carnavales.

«Durante todo el año, un grupo de la murga seguimos trabajando, nos preparamos, ensayamos y actuamos en teatros, que es cuando recaudamos el dinero para bancar las salidas de carnaval», dice Tavi.

Y la esencia de la murga, su sentido, su magia, vuelve a la charla: «La murga es algo que trasciende de por sí lo que es un hecho artístico, lo trasciende pero lo incluye porque vive de eso, es el final del producto, pero la murga genera un montón de cosas a nivel humano mucho más importantes».

No obstante, ustedes cuidan mucho el aspecto artístico.

-Creo que es una de las murgas que más entendió el cambio de los últimos años, en lo que al género murguero se refiere. Nosotros hicimos, durante el año pasado, un espectáculo de murga en una sala para 600 personas, siempre llena, durante 14 funciones.

-¿En qué consiste ese cambio?

-Que la vida se encareció para todos, que no es lo mismo sacar una murga como se hacía antes, donde la sacábamos tirando la manga por el barrio, que el verdulero te prestaba el camión para llevarte, que el turco que tenía la sedería te tiraba dos metros de tela. Ahora hay que invertir gran cantidad de «guita» e implica todo un movimiento, y para eso tenés que armar un buen producto y generar cosas para crecer.

-¿Por qué atrae tanto la murga?

-Porque es un buen espectáculo, digno de ver, la murga artísticamente tiene todas las posibilidades para desarrollarse, tenés coreógrafo, letrista, cantores, gente que hace coros, bailarines, utileros, armado artesanal de instrumentos. Pero aparte de lo artístico que se puede pulir, hay que ver lo que no se debe perder del género murguero, un género que tiene tiene cosas que no va muy de la mano con eso de hacer las cosas muy bien, ahí hay una mezcla, una cosa media rara y creo que pega en la gente porque tiene algo muy visual y es adaptable, se puede hacer en la plaza, en la calle, en un teatro: Es un movimiento, la percusión es algo que moviliza de por sí porque golea, el parche te golpea y te lleva.

¿Qué es lo fuerte en una murga?

-Depende de cada murga, en realidad lo más importante es el escenario, pero es lo que más se perdió en el último tiempo, pero en el escenario está toda la parte de crítica, de humor, esto es lo característico de la murga.

¿Los barrios le imprimen una forma singular a cada murga?

-Sí, cada barrio tiene su modalidad, se diferencia más en las murgas tradicionales, me parece que la gente nueva no captó tanto esto y ahí se perdió un poco esta historia; pero sin duda, en el barrio de Saavedra se baila de una manera; en Palermo de otra, Palermo esta cerca de Almagro y del Abasto, los tres son parecidos; Boedo siempre tuvo un estilo muy particular, y La Boca tiene también lo suyo.  


"La murga tiene que ver con una pasión, es algo que moviliza, pero una cosa es lo que consideramos como murga en general, como género, como historia del carnaval, de los barrios, de la gente, y otra cosa son situaciones personales que cada uno vive dentro de esa historia", define Gustavo (Tavi) Antón, director de la murga "Cometas de Boedo".

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