Escandaloso estreno de la conducción de Vialidad

Una contadora debió ser hospitalizada.

VIEDMA (AV)- La conducción de Vialidad Rionegrina comenzó con ímpetu en sus acciones, por el respaldo dado a empleados y funcionarios durante el jueves y viernes último por el ministro Fernando Vaca Narvaja. Pero a poco de andar, encontró sus primeros y tensos baches. Los conflictos originados por relaciones interpersonales desgastadas en los últimos meses por pases de factura y controversias de las más diversas, hicieron eclosión el viernes. A última hora cuando el contador Maximiliano Larrañaga, de regreso en un rol protagónico, increpó la contadora Fiorella Carente, designada por el ex titular de Viarse, Néstor Bidegaín, para que le aportara unas claves bancarias, la situación se desmadró. La joven profesional, afectada por los improperios -“exceso de jinetas y modos inadecuados para pedir las cosas”, según calificó un alto funcionario- entró en crisis y debió ser asistida y hospitalizada. La conmoción generó que interviniera el dirigente gremial Daniel Díaz, quien cruzó insultos con Larrañaga, ante la mirada de otros integrantes del consejo de conducción, como Arturo Legaz, entre varios más, que atinaron a intervenir. Algunos hablan de que cruzaron golpes, otros sólo agravios. Lo cierto es que el clima quedó tenso al máximo en el organismo, que busca recomponerse para continuar con la tarea de reparar las rutas y caminos rionegrinos, razón de ser de lo que fue hasta ahora una empresa provincial y acaba de convertirse en organismo público. Con el gobernador Anoche, tras el acto en Bariloche, algunas autoridades hablarían del tema con el gobernador, Alberto Weretilneck, el vice Carlos Peralta y el ministro Vaca Narvaja. El martes podría haber resoluciones. Mientras tanto, con la arenga del titular de la cartera de Obras y Servicios Públicos, dada el jueves y viernes a autoridades y empleados, muchos buscan consolidar un equipo de trabajo y dejar atrás rencillas originadas en tiempos de manejo oscuro de las finanzas de la entidad. Los nuevos no lo son tanto y los que se van nunca terminan de irse. Todos tienen su pasado y su presente, sus intereses y sus pasiones. Aunque la gestión de Miguel Pedranti al frente de Vialidad se cerró el 10 de diciembre, la herencia y los vínculos con aquella historia siguen latentes. Hará falta mucho esfuerzo para limar tantas asperezas. El viernes pasado fue “una escaramuza” -dijo un funcionario- pero que obligará a revisar posiciones para enfrentar futuras batallas.


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