España, la entrada del narcotráfico de América al continente europeo
Si se trazase una raya con toda la cocaína decomisada este año en España, la línea de la droga tendría una longitud de 12.500 kilómetros y conectaría Madrid con Tierra del Fuego.
Y es que, desde enero, las autoridades han decomisado nada menos que 25.000 kilogramos de este «polvo blanco», frente a los 6.156 de todo el año pasado. Se trata de una cantidad que a los «narcos» les hubiese supuesto unos ingresos de 250.000 millones de pesetas (casi 1.400 millones de dólares).
«España es el punto de entrada y distribución de la cocaína americana hacia Europa», explica Gonzalo Robles, el delegado del gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, un organismo adscrito al Ministerio del Interior. Una vez satisfecho el «mercado nacional», la cocaína llega al norte y el este del continente a través de conexiones en el puerto de Rotterdam (Holanda) o Albania.
Pero el espectacular incremento de la cocaína requisada no sólo demuestra que el narcotráfico va en aumento, sino que la eficacia policial ha mejorado enormemente. Tan sólo el año pasado, las fuerzas de seguridad detuvieron a 5.377 personas y denunciaron a 11.442 más en relación con este delito.
En el punto de mira de los investigadores están los poderosos clanes de la droga en Galicia, como «Los Charlines», que mantienen vínculos con los carteles colombianos. Precisamente para el narcotráfico gallego, los pasados doce meses fueron «un año negro», se congratula el ministro del Interior, Mariano Rajoy.
Uno de los golpes más espectaculares fue la captura en Madrid, en agosto pasado, del histórico «capo» José Ramón Prado Bugallo, mejor conocido como «Sito Miñanco», cerebro de una operación en la que dos barcos -interceptados en alta mar – traían a España cinco toneladas de cocaína de gran pureza procedente de Colombia.
Pero el «año negro» para los narcos gallegos comenzó en octubre del 2000, cuando fue detenido el «patriarca» Laureano Oubiña, un operativo al que siguieron meses después la captura de Josefa Charlín y la del abogado Pablo Vioque.
En total, en España se estima que operan unos 200 grupos del crimen organizado, fuertemente jerarquizados. Forman un pequeño «ejército» que se dedica, además del narcotráfico, al blanqueo de capitales, al contrabando de automóviles, al tráfico de inmigrantes ilegales (sobre todo desde Marruecos), a la prostitución o al robo.
Nueve de estos grupos están formados por más de cien personas, y su incidencia es particularmente grande en Madrid, Málaga, Barcelona, Valencia, Alicante y Cádiz, según la policía.
En estas organizaciones hay criminales no sólo españoles, sino de otros 75 países, en su mayoría de Marruecos, Colombia, Italia, Francia, Gran Bretaña y Holanda. Se estima que su patrimonio asciende a casi un billón de pesetas (5.500 millones de dólares) y que el «salario medio» de sus integrantes es de diez millones (55.000 dólares) anuales. (dpa)
Jorge Vogelsanger
Si se trazase una raya con toda la cocaína decomisada este año en España, la línea de la droga tendría una longitud de 12.500 kilómetros y conectaría Madrid con Tierra del Fuego.
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