El paraje que resiste el cierre de la escuela con una sola alumna

La chica, la docente, el gremio y los vecinos se oponen al cierre temporal de la escuela y creen que se está ajustando. Educación dice que se busca “proteger los derechos de la niña y garantizarle educación de calidad”. Hay repercusiones en las redes sociales.

* Por: Natalia López y Sebastián Curinao

Lo que pasó

La Escuela primaria 331 de Río Chico Abajo dejó de funcionar por disposición del Ministerio de Educación de la provincia, que dictó la Resolución 1799/17. El argumento principal para el cierre “temporal” es la baja matrícula del establecimiento: hasta el año pasado había dos alumnos, este año una sola estudiante.

Esta situación despertó una profunda resistencia en la comunidad educativa y los vecinos del paraje, que se oponen al cierre del que consideran, el punto central de la vida en esa pequeña localidad de la provincia.

 

Las posiciones están encontradas:

La única alumna de la escuela será reubicada y pasará a formarse en la Escuela 163 de Río Chico, a 40 kilómetros de su hogar.

La maestra mantiene una persistente lucha contra el cierre, teniendo en cuenta también a los alumnos adultos que asisten periódicamente.

Los pobladores consideran que el lugar brinda contención a la comunidad más allá de la formación académica como punto de encuentro.

El gremio ve en este cese de actividades otra consecuencia del ajuste sobre la educación y busca judicializar el caso.

El gobierno dice que el único objetivo del cierre es darle una mayor calidad educativa a la estudiante y que es temporal.

 

El paraje

El lunes 23 de enero de 2017, el gobierno provincial anunció que la comunidad de Río Chico Abajo tendría luz eléctrica. “La obra demandó una inversión provincial de $1.900.555, y contribuirá a mejorar la calidad de vida de los habitantes del paraje. Su concreción hace posible además dotar de electricidad a la comunidad educativa de la Escuela Nº 331” informó el sitio oficial de desarrollo social provincial.

El paraje está ubicado a 40 kilómetros de Río Chico, ubicada a unos 51 km de Ñorquinco y a 135km de Ingeniero Jacobacci. En el censo 2010 se registraron 282 habitantes en la localidad cabecera, lo que en ese entonces representaba un descenso del 24% frente a los 375 habitantes del censo anterior de 2001.

Una de las actividades económicas principales es el trabajo que realizan los crianceros con la lana ovina y caprina; los cueros y las aves de corral. La ganadería se encuentra en el centro de la actividad de la aldea de la línea sur rionegrina.

La escuela se fundó en 1997 y funciona en un lugar reacondicionado que originalmente se pensó como espacio para atención comunitaria. Es una casa pequeña con un aula, una habitacion para el docente, un baño interior y una cocina con un anexo. Los alumnos que asisten a la escuela viven alejados de institución y según ellos mismos llegan en bicicleta, a caballo o caminando. El río dificulta la asistencia por la crecida en los meses de septiembre y octubre.

El gremio

Para Benjamín Catalán, secretario gremial de Unter Central, “el gobierno aduce falta de matrícula pero no ve que la escuela es el centro de la vida de la comunidad. Una escuela que cierra deja a un paraje sin su espacio de encuentro independientemente de que existan niños en edad escolar. Los pobladores dicen que si se cierra la escuela, todo termina acá”.

Consideró que “esa niña, la única que iba a la escuela 331, que está en 6°grado e hizo toda su escolarización ahí, tiene el mismo derecho que otros niños que concurren a escuelas a las que van cien chicos”. En este sentido, Unter defiende la ruralidad en general y la educación rural en particular y por eso apoya el reclamo de la familia Peña Fernández, la única del paraje que tiene niños en edad escolar.

Explicó que los Peña Fernández se niegan a tener que trasladarse y reclaman que la escuela siga abierta hasta que termine la escolarización de la pequeña en el lugar donde vive. Sienten que no tienen garantías de que el traslado, al que se comprometió el ministerio de Educación, se cumpla como se debe.

La luz eléctrica llegó al paraje en enero de este año. Foto: Gentileza

 

“El ministerio argumenta que se ve obligado a cerrar la escuela por falta de matrícula. Pero no está obligado a cerrar escuelas, está obligado a gantizar el derecho social a la eduación en el lugar de origen”, enfatizó Catalán.

Para Unter la variable es económica y la decisión del cierre se enmarca en políticas de ajuste. Para el gobierno, “es más barato cerrar la escuela y desarraigar a la niña en lugar de mantener la escuela abierta. Lo ven como un gasto y no como una inversión”, opinó.

El gremio considera que es muy difícil retrotraer la situación. “Una vez que resuelven el cierre temporal, deben hacer un relevamiento en la población para ver si hay niños en edad escolar que justifiquen la reapertura. A la larga, el cierre temporal termina en cierre permanente”, agregó en referencia a otros casos similares en años anteriores.

Gladys, la maestra, está totalmente involucrada con la situación y asumió el problema como propio pese a que tiene la continuidad laboral garantizada. Cuenta con el respaldo del sindicato a nivel central y local y ni bien se notificó de la resolución fue a hablar con la familia y apoya la postura. Pese a que hoy la escuela está cerrada, los Peña Fernández van, permanecen en el edificio durante el turno y analizan judicializar el caso.

Los alumnos de la escuela 331 en 2012, cuando la matrícula no había decaído tanto. Foto: Gentileza

 

Educación

José María Ramallo es el coordinador regional de educación de la zona sur 1 de Ingeniero Jacobacci y asegura que el cierre es transitorio en función de la falta de matrícula. “Tenemos un problema macro que es el de la ruralidad. En muchas de las escuelas de la línea Sur estamos perdiendo la matrícula considerablemente. Hay una realidad, que es que con la crisis que tuvo el campo, la gente no elige el sector rural para vivir. El que vive en el campo generalmente es el jefe de familia, la mujer y los niños habitualmente se queda en los parajes donde hay aldea”, consideró.

Ramallo considera que la 331 “nunca fue una escuela que tuvo una matrícula alta, pero siempre se fue manteniendo”. Afirma que la única alumna no estaba concurriendo habitualmente a la escuela: “Se le estaba vulnerando el derecho social a la educación. La nena no estaba yendo, no tenía continuidad en su proceso de educación”. Además, contó a “Río Negro” que en cada una de sus visitas nunca pudo constatar la presencia de los 16 alumnos de educación para adultos que la docente asegura que asisten.

El referente de educación cuenta que se reunió con la familia de la chica y que desde el organismo le garantizaron transporte y una vivienda en Río Chico. “Nosotros como ministerio tenemos que garantizarle el derecho a la educación plena a la niña. La escuela 163 es de jornada completa, con horas especiales como música, educación física, talleres de teatro, video, etc.”

 

“Es un cierre transitorio en función de que no hay matrícula. Si existe la demanda, el ministerio automáticamente acciona el mecanismo. Eso se canaliza a través del comisionado de fomento. En realidad, el lunes estuve todo el tiempo en Río Chico, trabajando con la comunidad. Lo que se busca es proteger los derechos de la niña y garantizar la educación de calidad”.

Sobre la polémica en torno al ajuste en la educación, Ramallo dijo: “El ministerio no está ahorrando con el cierre, porque sino no se invertiría en la escuela 163 de Río Chico donde hay una gran apuesta. La escuela de adultos tiene talleres de panadería, se busca ampliar lo más posible la realidad de los pobladores y prepararlos para el mundo laboral. Pero en la escuela 331 concretamente no había clases. Es política del gobierno provincial garantizar las clases aunque haya poquitos chicos. Las escuelas se siguen manteniendo. Nosotros tenemos por ejemplo escuelas con 3 o 4 alumnos, pero es necesario garantizarle la calidad y continuidad en el aprendizaje”.

 

La campaña en las redes

La comunidad educativa de la escuela 331 encontró en Facebook y las redes sociales un espacio para hacer visible su reclamo. Su página oficial, ya tiene más de 1600 fans y cuenta día a día lo que sucede en el establecimiento. A partir de los rumores y la posterior confirmación de cierre, la comunidad de Río Chico Abajo se tomó fotografías y las colgó en la fanpage. Así muchos vecinos manifestaron su apoyo a la causa.

Pero la difusión sobre el cierre de la escuela no terminó solo en las redes. En el sitio Change.org el usuario Jota Ahumada de Bariloche publicó un petitorio al gobernador Alberto Weretilneck bajo el título “Salvemos la escuela rural N°331 de Río Chico abajo, Río Negro, Patagonia Argentina”. La iniciativa ya cuenta con 21.432 firmas.

“La vida rural no es sencilla, estamos en una zona inhóspita con muchas limitaciones, a veces sin luz y con la inclemencia del clima. Gracias a la voluntad de los vecinos y la lucha de los docentes podemos mantener la Escuela Rural 331, un lugar para educar a nuestros hijos. Creemos que es injusto que nos saquen nuestra escuela, porque la educación es nuestro derecho. Cada mañana, en medio de la Patagonia, nosotros nos esforzamos para ver la bandera de Argentina flameando bien alto en el mástil de nuestra escuelita. Queremos seguir viendo la bandera de nuestro país y de la Educación bien alta!” dice el texto de la presentación en el sitio.

 

 

 

 
 

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