Especulan con acuerdo CFK-Scioli para evitar una gran crisis social
Dirigentes del kirchnerismo admitieron que apostarán a “debilitar” al
camionero Hugo Moyano en los próximos meses hasta “dejarlo en la mayor
soledad” frente a la convocatoria de los gremios que buscarán el 3 de
octubre elegir al metalúrgico Antonio Caló para pelear la
representatividad legal de la CGT.
Ahora, la próxima jugada -dicen en el kirchnerismo-, será “una
batalla judicial” entre la CGT de Moyano y la futura de Caló, por
conseguir la “legalidad” de la representación de la central obrera
oficial.
Desde el oficialismo aseguraron a DyN que de acuerdo a “la Ley de
Asociaciones Profesionales, la convocatoria hecha por el moyanismo es
clandestina porque no está autorizada por el Ministerio de Trabajo” y
admitieron que “el gobierno reconocerá como válido al congreso de la
CGT del próximo 3 de octubre”, lo que abriría entonces una batalla
judicial.
En ese marco, el sector que liderará Caló junto a “los gordos” e
“independientes” tiene previsto reclamar la sede de la calle Azopardo y
la representación oficial de la CGT, mientras imaginan a Moyano
liderando una central obrera opositora “como ya lo hizo durante fines
del menemismo con el MTA”, en lo que se prevé una batalla judicial y
política en el mediano plazo.
“A quién tiene Moyano como aliados: la UATRE del ‘Momo’ Venegas y
Camioneros son los únicos gremios importantes, el resto, Canillitas,
Panaderos, Dragado y Balizamiento entre otros, no tienen ninguna
significación al lado de los gremios más importantes como la UOCRA, la
UOM, SMATA, Comercio que están en la otra”, resumió a DyN un dirigente
del PJ bonaerense.
Las mismas fuentes acusaron a Moyano de “empujar la división del
movimiento obrero por negarse a una propuesta que le hicieron” los
gremios aliados a la Casa Rosada para que baje su candidatura y apoye
“a cambio de la unidad a Juan Carlos Schmid (Dragado)”.
“Estos meses hasta el congreso del 3 de octubre, es el tiempo que
necesitan los gordos e independientes para terminar de destruir a
Moyano”, señalaron desde el oficialismo tras anticipar que “le van a
operar a dirigentes de todos los gremios aliados para dejarlo en la
mayor soledad”.
Así lo hicieron, según denunció públicamente el propio Moyano, con
el líder de los taxistas, Omar Viviani, mientras el kirchnerismo ya
piensa en presionar a los gremios que ayer apoyaron la continuidad del
camionero en la CGT en el congreso confederal realizado en el estadio
de Ferro.
“Moyano no quiso la unidad y eso se lo van a cobrar caro, porque
termina dividiendo al movimiento obrero. Una CGT unida y organizada es
lo que Perón quería, no un movimiento obrero conducido por caudillos”,
repiten en el kirchnerismo.
En ese contexto, en el oficialismo acusan al líder camionero de usar
a la CGT como trampolín para impulsar un “partido opositor” a la
presidenta Cristina Fernández de cara a las elecciones legislativas de
2013.
“Es cantado, está armando un partido político por afuera del
peronismo a ver si se lleva los votos de los trabajadores, en una
suerte de duhaldismo recargado”, especulan en el kirchnerismo y
advierten que en esa estrategia, Moyano “va a tratar de cargárselos a
todos los peronistas disidentes y, si puede, a (el gobernador Daniel)
Scioli también”.
No obstante, dicen “no creer que Scioli decida una ruptura” con el
kirchnerismo en 2013, a pesar de la dura embestida que sufre de la Casa
Rosada luego de anunciar su aspiración presidencial para suceder a
Cristina Fernández en 2015.
Esperan, en especial algunos intendentes del PJ que “haya un acuerdo
en el corto plazo” entre la Presidenta y Scioli para evitar así una
crisis social en el mayor distrito electoral del país que según admiten
en el propio oficialismo, “terminaría afectando a los gobiernos
provincial y nacional por igual”.
Por Stella Gárnica.
(DyN)
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