Está grave un sobreviviente de la persecución

Es un chico de 16 años que iba en el automóvil que cayó al desagüe. Mientras se hundían, la mujer que murió quiso calmar a sus amigos. Sigue sin aparecer el ladrón de la moto; ese robo originó la tragedia.

NEUQUEN (AN)- «Quédense tranquilos que vamos a salir de esta». Fue lo último que Rosangela Toster alcanzó a decir a sus acompañantes, mientras el agua inundaba el Fiat 147 que ocupaban. Acababan de caer a un desagüe, luego de la alocada persecución al ladrón de una moto. Momentos después la mujer, embarazada de cinco meses, estaba muerta. Uno de los sobrevivientes de la tragedia sigue grave.

Ayer se conocieron más detalles del drama ocurrido anoche en el barrio Confluencia, cuando los perseguidores del ladrón de una moto cayeron a un canal.

El autor del robo sigue sin aparecer, y la policía tiene dos preocupaciones: la primera, encontrarlo. La segunda, que no se vuelvan a repetir esta clase de episodios, muy emparentados con la justicia por mano propia.

«La Policía comete errores -dijo un alto jefe consultado ayer- pero cuando intervienen civiles las cosas siempre terminan peor. Ojalá que esto ayude a tomar conciencia».

En base a las fuentes consultadas, «Río Negro» pudo reconstruir lo que ocurrió. El episodio comenzó cuando el martes poco antes de las 18 un desconocido le robó la moto a Raúl Sala (42). El hombre lo denunció en la comisaría Segunda y se fue a su casa.

Al llegar allí se encontró con Rosangela Toster (38), una vecina, que acababa de dejar en el trabajo a su esposo que es suboficial de la Policía. La mujer, embarazada, había ido hasta su vivienda a buscar dinero para comprar una pizza.

Sala le contó su problema y decidieron salir a dar una vuelta para buscar al ladrón. Se sumaron otros dos vecinos, Miguel Pedernera (19) y Cristian Cristaldo (16). Los cuatro abordaron un Fiat 147 de la empresa Sumar, en la cual trabajaba Toster quien habría sido la que conducía.

Como se informó ayer, alrededor de las 21, en Richieri y Obrero Argentino divisaron a un joven en la moto robada. Lo acompañaba otro muchacho, también en moto. Allí comenzó la persecución.

La alocada carrera fue por Obrero Argentino en dirección al río Limay. Esa calle, que atraviesa zona de chacras, termina en forma abrupta en un desagüe sin que ningún cartel lo advierta.

Unos 150 metros antes de llegar al canal alcanzaron la moto. Sala se bajó del Fiat y estuvo a punto de detener al ladrón, pero se le escapó. El auto siguió la persecución dejándolo a pie.

Junto al zanjón hay un destacamento de la Policía Montada. Un efectivo de guardia, alertado por el alboroto, detuvo al conductor de la moto. Lo estaba interrogando cuando pasó el auto, que siguió de largo, rompió algunas ramas y cayó al desagüe, angosto pero muy profundo.

El efectivo dejó al sospechoso, quien aprovechó para escapar, y pidió refuerzos. El agua llenaba el automóvil. En el interior, sus ocupantes trataban de escapar. Fue entonces cuando Toster procuró calmar a sus acompañantes. «De esta vamos a salir», les dijo.

Varios policías que llegaron como apoyo se arrojaron al agua, que ya cubría casi por completo al automóvil. Al que primero rescataron fue a Pedernera, después destruyeron la luneta y sacaron a Toster y Cristaldo.

Aunque les practicaron técnicas de reanimación, Toster falleció camino al hospital por «asfixia por inmersión».

Cristaldo, en tanto, se encuentra en estado muy grave y se sigue de cerca su evolución.

Anoche continuaba la investigación para dar con el ladrón.


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