Esta vez la asaltada fue una turista alemana, camino al cerro Otto 15-01-04

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Una turista alemana fue asaltada por un delincuente armado cuando transitaba por un sendero que conduce a la «curva Bariloche» del camino que asciende a la cima del cerro Otto.

La mujer fue amenazada con un cuchillo, por un asaltante solitario que después de despojarla de los 80 pesos que llevaba la obligó a regresar sobre sus pasos. El episodio ocurrió a las 19.30 del miércoles, y aunque el comisario inspector Oscar Colmenares, a cargo de la Regional III de policía, pretendió ocultar el asalto, el hecho igual tuvo trascendencia pública nacional e internacional.

Todo comenzó el miércoles por la tarde, cuando la enfermera alemana Marlies Schletcher, de 47 años, descubrió la hermosa vista de la ciudad que se aprecia desde el barrio Alto Jardín Botánico, y al llegar a lo más alto encontró el cartel informativo que promociona la senda aeróbica que conecta con el camino al cerro Otto, por la ladera Este. A poco de andar, la mujer fue interceptada por un joven armado con un cuchillo, de aproximadamente 30 años, que lego de reclamarle «money, money», se llevó los 80 pesos de la damnificada y le ordenó que regresara.

Después del asalto la mujer buscó refugio en la vivienda de Miguel Sismonda, ubicada a pocos metros del inicio del peligroso sendero, y allí la asistieron y le permitieron reponerse hasta la llegada de la policía.

Los vecinos de campichuelo al 1.600 aseguran que el sendero es transitado por delincuentes que habitan casillas precarias en las inmediaciones, y que no desaprovechan la oportunidad de asaltar a una persona sola.

En tanto, otro episodio involucro a turistas, dos jóvenes procedentes de Buenos Aires, que se extraviaron en el bosque de Llao Llao y fueron rescatados varias horas después por el guardaparque municipal y personal del Splif.

Según trascendió, Eduardo y Vanessa, de aproximadamente 20 años, que a las 16 del miércoles se internaron en los senderos del bosque municipal Llao Llao y no pudieron salir por sus medios. A las 19 los jóvenes sabían que estaban perdidos y avisaron a un familiar, y recién fueron ubicados por los socorristas a las 2.30 de ayer, sentados bajo un árbol. De la búsqueda de los turistas participaron el guardaparque Salatier «Chelo» Rivas y sus hijos, y un grupo de brigadistas del Splif. Para regresar al camino debieron trajinar otras 3 horas, abriéndose paso en la vegetación, utilizando machetes y linternas.


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