Estados Unidos bombardeó Falluja y mató a 64 iraquíes en Najaf

BAGDAD.- Estados Unidos lanzó ayer una demostración de fuerza en Irak. Volvió a los bombardeos pese a que ya dio por finalizada la guerra contra el régimen de Saddam Hussein. Los combates recrudecieron en la ciudad sunnita de Falluja, al oeste de Bagdad, donde una ofensiva de las tropas de la coalición liderada por marines puso fin a una precaria tregua, ya varias veces violada en los últimos días. En los combates participaron aviones y helicópteros artillados en ataques sucesivos que causaron explosiones en diversos puntos de Falluja, baluarte de la resistencia sunnita.

El ataque se produjo luego que tropas norteamericanas mataran a 64 insurgentes cerca de la ciudad religiosa de Najaf.

Un soldado estadounidense murió en enfrentamientos con milicianos chiítas en Bagdad, elevando la cifra de efectivos militares muertos en lo que va del mes a la misma de los caídos en los dos primeros meses de invasión a Irak hace un año.

Hasta 1.200 iraquíes han muerto este mes. La segunda noche consecutiva de batallas en Falluja se produjo al finalizar el martes la extensión de un frágil cese de hostilidades en esa ciudad al oeste de Bagdad.

Infantes de marina estadounidenses comenzaron a prepararse para patrullar las calles de la ciudad en los próximos días.

Los combates de la noche del martes parecían mucho más intensos que los del lunes, en los cuales murieron ocho milicianos y un infante de marina.

Un avión artillado AC-130, capaz de disparar un aluvión de municiones, se sumó a los cañones de 105 mm en los ataques contra los insurgentes en el barrio. El estruendo de cañonazos y explosiones estremeció el aire durante más de dos horas, y un resplandor naranja rodeaba sobre el área. Se veían incendios en Jolan, y los altavoces de mezquitas en otras partes de la ciudad convocaban a los combatientes.

Aviones estadounidenses dejaron caer volantes sobre Falluja antes del anochecer, llamando a los insurgentes a rendirse.

Entretanto, estallaron combates en Bagdad y hacia el sur entre fuerzas estadounidenses y seguidores del clérigo chiíta Muqtada al-Sadr.

Efectivos militares norteamericanos se desplazaron a una base en la ciudad sagrada de Najaf, pero prometieron permanecer lejos de los lugares santos chiítas situados en el centro de la ciudad.

Un soldado estadounidense murió y otro fue herido en un ataque contra su patrulla cerca de la urbanización chiíta de ciudad Sadr, un bas

tión de la milicia Al-Mahdi de al-Sadr en el corazón de la capital iraquí, dijo a la prensa el teniente general Mark Kimmitt, vocero del comando militar.

En Nueva York el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió con su enviado especial a Irak, Lakhdar Brahimi, para examinar el escenario requerido para devolver la soberanía del país el 30 de junio, fecha que fue confirmada por el diplomático pese al clima de violencia.

La ONU espera que Brahimi formule las precisiones necesarias para dar forma a una resolución del Consejo de Seguridad que avale el proceso de transición.

El Consejo «aprobó las ideas provisorias (de Brahimi) como base para la formación de un gobierno interino iraquí», según una declaración del organismo.

Brahimi estima que los iraquíes deberían escoger a los miembros de su gobierno antes de fines de mayo y propuso realizar en Irak, a más tardar en julio, una conferencia nacional con un millar de personalidades iraquíes que se aboque a considerar los grandes problemas del país. Brahimi advirtió a Estados Unidos sobre los violentos combates en Falluja y en el centro del país y resaltó los riesgos a largo plazo que implicaría no llegar a una solución pacífica.

Aviones y helicópteros de combate atacaron las posiciones de los rebeldes. «Alá es grande», gritaban los combatientes iraquíes.

En Washington, entretanto, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld dijo que siguen siendo útiles las conversaciones que mantiene la coalición con los iraquíes de Falluja, un bastión sunnita sitiado desde hace tres semanas por los aliados.

La noche del lunes al martes, 64 rebeldes murieron en violentos combates cerca de la ciudad santa chiíta de Najaf, según el jefe adjunto de las operaciones militares de la coalición en Irak, general Mark Kimmit.

(AFP y AP)

La violencia se trasladó a la hasta ahora tranquila Siria

DAMASCO (AP) – Intensos tiroteos entre supuestos terroristas y policías se produjeron anoche en un vecindario de Damasco. Los incidentes dejaron un saldo de cuatro muertos, incluidos dos atacantes, un policía y una civil, informó un funcionario del Ministerio del Interior.

El tiroteo ocurrió en el área de Mazza, en el occidente de Damasco, alrededor de un edificio que albergó las oficinas de la ONU. Hubo destrozos en el inmueble durante los combates, que duraron 70 minutos, entre policías y milicianos armados con pistolas y lanzagranadas.

Ante el clima de violencia, Estados Unidos decidió cerrar hoy su embajada en Siria por prevención y aconsejó a su personal no esencial de su representación diplomática en Damasco que permanezca en sus casas.

«La embajada aconseja a su personal no esencial y familiares que permanezcan en sus hogares hasta que la situación se aclare», se informó en un comunicado.

Aunque el incidente ocurrió lejos del predio de la embajada de Estados Unidos, la embajada Canadiense e iraní están situadas cerca y desde Ottawa se comunicó que su edificio sufrió daños menores en el intercambio de disparos entre atacantes y policías.

Una portavoz de las Naciones Unidas afirmó que un edificio que antes era ocupado por la dependencia de la ONU que supervisa un acuerdo entre las fuerzas sirias e israelíes en los Altos del Golán podría haber sido el blanco. Siria no había sido escenario de semejante violencia en muchos años.

El funcionario del Ministerio del Interior dijo a la agencia noticiosa SANA que cuatro atacantes detonaron una bomba bajo un automóvil, causando daños en un edificio cercano antes de que las fuerzas sirias de seguridad rodearan al grupo y lo enfrentaran a tiros.

Los milicianos trataron de huir en otro vehículo, mientras lanzaban granadas contra las fuerzas de seguridad, dijo el funcionario anónimo. Como resultado de ese enfrentamiento, murieron las cuatro personas. La declaración señaló que el hecho de violenta constituyó un «acto terrorista» que el gobierno condenó y atribuyó a problemas regionales.

«La inestabilidad y el caos en seguridad y política que la región atestigua la atmósfera para semejantes actos condenables, que amenazan la seguridad y la estabilidad de todos los países del área'', dijo el funcionario.

Saddam se niega a cooperar

El derrocado dictador de Irak Saddam Hussein permanece callado durante las audiencias con militares estadounidenses y se niega a cooperar, dijo ayer el portavoz de la administración civil estadounidense Dan Senor a la cadena norteamericana CNN.

Las informaciones obtenidas hasta el momento han salido de los documentos que Saddam tenía consigo cuando fue capturado por las fuerzas de ocupación lideradas por Estados Unidos, el 13 de diciembre pasado, precisó Senor.

El ex dictador cumplirá el miércoles 67 años. Como ex comandante en jefe del Ejército iraquí, Saddam Hussein goza del estatus de prisioner de guerra. Según el derecho humanitario internacional, a los prisioneros de guerra se les puede tomar declaración, pero no están obligados a dar más datos que su nombre, apellido, fecha de nacimiento, grado y número de servicio.

El Ejército norteamericano mantiene en secreto el lugar donde mantiene retenido a Saddam Hussein.

(DPA)

Nota asociada: El 27 de mayo no habrá españoles en Irak  

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