Estados Unidos no tendrá su vaca pero tiene su lobo
La noticia dio rápidamente la vuelta al mundo: el servicio de geología de Estados Unidos descubrió la reserva de petróleo más grande del país. Es mayor, inclusive, que Vaca Muerta. Se trata de un shale dentro de la cuenca de Permian llamado Wolfcamp (Campamento de Lobos), que según los estudios oficiales tiene 20 mil millones de barriles de petróleo de recursos técnicamente recuperables.
Rápida con los números, la agencia Bloomberg le puso un precio a todo ese crudo: equivaldría a valores actuales a casi un trillón de dólares (sí, un “uno” seguido de 12 ceros).
Pero se trata de una tentación peligrosa. Los recursos técnicamente recuperables deben ser convertidos primero en reservas. Y además, el cálculo del servicio de geología (al igual que aquel primer ultradifundido informe de la Agencia Internacional de Energía sobre Vaca Muerta), se basa en premisas -valga la redundancia- meramente geológicas: todavía hay que obtener certezas sobre la posibilidad económica de extraer esos recursos.
Además, el sector petrolero dividió el shale de Wolfcamp en cuatro capas con características geofísicas distintas. Es decir que también es una generalidad hablar de la formación como una sola, y probablmente no cueste lo mismo poner en valor cada una de esas porciones.
Aún así, los buenos resultados en los shales de Permian permiten entusiasmarse. La mitad de los equipos de perforación del país están operando ahora en ese campo, donde existen algunos sweet spots que permiten cosechar ganancias aún con los precios del crudo por el suelo. Son las zonas más productivas del país del norte.
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