«¿Estaremos a tiempo?»

En 1991, «Chacho» Alvarez y un grupo de siete diputados nacionales más escribían el libro «La Cueva de Alí Babá». Una cuarentena de nombres y apellidos «ilustres» en la política quedaban expuestos con pruebas documentales en casos de escandalosa corrupción. Ninguno fue preso.

En julio de 1999, Oscar Massei denunció un «trabajo blanco» en el corazón de la Justicia neuquina. Curiosamente, una catarata de sobreseimientos apareció promediando el 11 de diciembre del «99.

Hoy sabemos que, por ejemplo, usted puede autogestionarse créditos y que eso no es delito.

Usted puede autootorgarse una aplicación de la ley de Promoción Industrial y no es delito. Usted puede «facturar al Estado» una obra de cloacas, pero terminar haciendo piletas y vestuarios para el verano y no es delito. Usted puede «hacer adjudicaciones directas» millonarias prohibidas por ley, pero no es delito si aduce razones sociales especiales. Usted puede otorgar créditos sin respaldos y no hay delito. Usted puede comprar propiedades para el Estado sin documentación y no es delito.

Usted puede «vender» bienes del Estado o «regalarlos» y no es delito. Usted puede «jugar» en la Bolsa de Bs. As. y perder dinero del pueblo y no es delito. Usted puede «contratar» empresas para un trabajo y luego ponerlas a su servicio político y no es delito.

Usted puede fabricar tarjetas de crédito en su mismo banco provincial, defraudarlo y no es delito. Usted es un ignorante. Porque al margen de ser mal pensado, lo que usted ve no es real. Porque en realidad «delito» es robar una gallina, en un quiosco, en un súper, un auto, pero nunca robar al Estado. Eso sí que es delito. ¿Soy claro?

Hoy sabemos que usted puede «violar» el artículo 54 inciso J de la Constitución Provincial que «garantiza» la estabilidad en el empleo público. También usted «puede» vulnerar el Art. 101, incisos 12, 13, 15, 29 y 31 de la misma Constitución, simplemente olvidando que hay «atribuciones» que son del Poder Legislativo… Pero usted «puede» ignorarlas.

Usted también «puede» violar el Art. 224 de esta bendita Constitución, donde puede adjudicar servicios públicos a su manera. En fin… usted «puede» considerar que la Constitución por el momento no existe.

Hoy sabemos que estamos ante los mismos «actores» y autores de las privatizaciones del «91 al «95, que tantos malos recuerdos nos traen ¿Se acuerdan del IPAS… de TANSE… de Casinos? A uno lo privatizaron por dar «pérdidas»… a otro por dar «ganancias»… y al otro porque se les ocurrió. ¿Qué hubo detrás de todas ellas…? Nadie lo sabrá.

Casi cinco años después, los «actores» referidos pusieron en la mira a empresas como el EPEN -se autofinancia y da ganancia-, el EPAS, donde que hay que invertir; el Banco Provincia que dio «ganancias en 1999»; Corfone, que nos dio las superficies forestales «orgullo de la Argentina» plantadas sobre desierto y rocas; Vialidad Provincial… en la óptica de su liquidación y que nos dio los caminos en la zonas más inhóspitas; Aeropuertos…. que se privatizarán -tres de ellos con superávit operativo- sin exigir que se construyan otros nuevos; sobre el Mercado Concentrador… en vías de extinción, etcétera. Hoy sabemos que los 30.000 empleados públicos son «ñoquis», privilegiados e inoperantes, y a los cuales se les ha solicitado de herramienta de tortura y persecución una ley de prescindibilidad y otra de disponibilidad, para que les facilite el internismo caníbal en la administración pública.

Hoy sabemos que esto no es un proyecto, sino una revancha.

Una lamentable revancha que le costará a Neuquén y a su gente vivir situaciones muy delicadas y difíciles, en la cual luego nadie se hará responsable. Usted, ¿se dio cuenta de que en tres meses el gobierno no propuso un solo proyecto para generar trabajo? Y para peor, desde el 23 de diciembre «echa a desocupados» de la 2.128, la ley de la desocupación.

Están jugando con la paciencia de la gente y subestimando su reacción.

(*) Ex ministro de Salud y

ex diputado provincial