Estatinas: poderosas para bajar el colesterol

Las nuevas drogas no reemplazan de ningún modo las dietas y los cambios en el estilo de vida. Quienes han tenido infarto o fuertes dolores en el pecho deben combinar todas las estrategias.

La enfermedad que obstruye las arterias coronarias, que son las que llevan sangre al músculo cardíaco, es un proceso llamado aterosclerosis. Durante décadas se pensó que la aterosclerosis era un simple endurecimiento de las arterias, pero el problema es más complejo e incluye procesos biológicos muy sofisticados que ocurren durante años en las paredes arteriales. En la aterosclerosis, una obstrucción puede crecer e ir obstaculizando el paso de sangre por la arteria; cuando esto ocurre en las arterias coronarias el que sufrirá la falta de llegada de sangre por esa obstrucción es el corazón. Cuando una de esas obstrucciones que llamamos «placas» se erosiona o rompe se forma un coágulo que puede bloquear completamente a la arteria coronaria y llevar a un ataque cardíaco, también llamado infarto.

Uno de los factores que más predispone a la obstrucción aterosclerótica es el colesterol elevado. El colesterol es una sustancia grasa que nuestro cuerpo necesita pues normalmente forma parte de células y sustancias necesarias para la vida. Sin embargo, la cantidad necesaria es muchísimo menor de la que presenta habitualmente el ser humano y se transforma en un componente peligroso. El colesterol es transportado en la sangre por unas partículas que se conocen con el nombre «lipoproteínas», las cuales son clasificadas de acuerdo a su densidad. El colesterol transportado por la «lipoproteína de baja densidad» es llamado «Colesterol Malo» o «LDL», y altos niveles de este colesterol LDL incrementa el riesgo de enfermedad coronaria. El colesterol que es transportado en la sangre por lipoproteína de alta densidad, llamado colesterol HDL o «Colesterol Bueno», cuando está presente en el individuo en altas concentraciones disminuye el riesgo de ataque cardíaco. Altos niveles de triglicéridos, grasas que el cuerpo usa para almacenar energía que han sido formados por el cuerpo u obtenido de los alimentos, también incrementan el riesgo de ataque cardíaco.

Si mis colesteroles están mal (el Malo alto y el Bueno bajo), ¿qué puedo hacer para bajar mi riesgo de sufrir un ataque cardíaco?

Las dietas con alto contenido en grasas aumentan el colesterol y nos ponen en un riesgo incrementado de enfermedad cardíaca. Uno puede reducir estos riesgos mediante ejercicio y una dieta prudente que contenga poca grasa animal y colesterol. Con la dieta se puede bajar el colesterol malo en un 10% más o meos. El ejercicio aeróbico (caminar sin detención, por ejemplo) ayudará a fortalecer el músculo cardíaco y un ejercicio equivalente a trotar 20 km. por semana, ayudará a aumentar el colesterol bueno (HDL) e la mayoría de la gente. También es importante controlar otros factores de riesgo, como el cigarrillo, la hipertensión, mantenerse en un peso corporal adecuado y si es diabético tener su enfermedad controlada. Si usted ya a tenido un problema cardíaco que motivó una internación debería seguir un programa de estilo de vida sano para su corazón.

¿Qué puedo hacer si con la dieta y el ejercicio no le alcanza? Cuando la dieta y el ejercicio no son suficientes el tratamiento con medicamentos puede ayudar. Las drogas más efectivas y que han probado ser seguras durante años son las estatinas, las cuales impiden la formación de colesterol en el hígado y aumentan la producción de receptores en la células del hígado que limpian al colesterol malo de la sangre que pasa por él. Probablemente usted esté tomando alguna estatina. Hay cinco disponibles hasta este momento y son el lovastatin, simvastatin, pravastatin, fluvastatin y atorvastatin (la más poderosa), todas con diferentes nombres comerciales. Estas drogas pueden reducir el colesterol malo (LDL), hasta en un 45% dependiendo de la que usemos y en que dosis. En grandes estudios de alta calidad y seriedad se ha observado que las estatinas disminuyen el riesgo de ataque cardíaco en el varón y en la mujer aún cuando son utilizadas teniendo las personas colesteroles que consideramos casi normales, pero con bajos niveles de colesterol bueno (HDL). En pacientes que han tenido ya un ataque cardíaco, el riesgo de muerte y accidente cerebral vascular (hemiplejía) también disminuye con la utilización de estas drogas. Es muy importante tener en cuenta que estos medicamentos no reemplazan a la dieta y a los cambios en el estilo de vida, los que deberían ser continuados, luego de que estas drogas sean añadidas.

El tratamiento con estatinas puede ser útil en muchos tipos de situaciones como por ejemplo en los que tuvieron un infarto o tienen dolor de pecho, en aquellos que fueron sometidos a by pass, o angioplastia, en aquellos con enfermedad cardíaca y colesterol malo mayor de 100, en los portadores de diabetes (que constituyen un subgrupo de muy alto riesgo cardíaco), en personas que tienen muchos factores de riesgo, en pacientes que tienen enfermedad de las arterias carótidas o de las piernas, y en aquellos sin problemas y sin otros factores de riesgo pero con un colesterol malo (LDL) mayor de 190 a pesar de hacer dieta y ejercicio. Si usted no tiene ninguno de estos problemas puede necesitar hacer un cálculo para determinar si es un candidato a usar una de estas drogas (estatinas).

Adalberto Fernández,

especialista en cardiología

¿Son seguras estas drogas?

Cuando una estatina se da en alta dosis, (en nuestro medio casi no se utilizan) sólo 1 de cada 100 que la toman desarrollan anormalidades en los test hepáticos que se hacen en el laboratorio, pero éstos casi siempre vuelven a la normalidad cuando la droga es suspendida o reducida.

Uno de cada 1.000 a 2.000 consumidores de estatinas pueden sufrir una inflamación en sus músculos llamada miopatía, en la cual una sustancia de los músculos es volcada a la sangre.

Como vemos, las estatinas son seguras y el actual número de casos con problemas es muy bajo si consideramos los millones de personas que las usan en el mundo.

Un importante estudio de protección cardíaca ha mostrado que todos los individuos con alto riesgo coronario se benefician con este tipo de drogas. El profesor Rory Collins, queriendo ejemplificar lo saludable que son las estatinas para la enfermedad cardíaca, las denominó «la nueva aspirina». Queda claro que las estatinas son drogas que salvan vidas y que al igual que la aspirina deberían ser consideradas seriamente en los pacientes de alto riesgo.

¿Cómo bajan las estatinas el colesterol?

Nuestro cuerpo necesita algo de colesterol y éste es formado en el hígado y volcado a la sangre.

Además, las células del hígado poseen en su superficie unos «captadores» de colesterol, llamados «receptores de colesterol malo». Es decir, el hígado también puede quitarle a la sangre algo de colesterol, pero esta acción es muy débil. Cuando usted toma una estatina, la sustancia responsable de la formación de colesterol en el hígado es anulada, con lo que habrá menos producción y secreción a la sangre. Pero como el hígado necesita algo de colesterol para funcionar, hace que la cantidad de receptores captadores de colesterol de la sangre aumente, con lo que el descenso será impresionante porque esta grasa queda atrapada en las células hepáticas. La sustancia que es necesaria para formar colesterol y que es bloqueada por las estatinas es más activa por la noche, por lo que es conveniente tomarlas en ese momento del día, de manera que la cantidad de estatina sea mayor cuando más se necesita.


La enfermedad que obstruye las arterias coronarias, que son las que llevan sangre al músculo cardíaco, es un proceso llamado aterosclerosis. Durante décadas se pensó que la aterosclerosis era un simple endurecimiento de las arterias, pero el problema es más complejo e incluye procesos biológicos muy sofisticados que ocurren durante años en las paredes arteriales. En la aterosclerosis, una obstrucción puede crecer e ir obstaculizando el paso de sangre por la arteria; cuando esto ocurre en las arterias coronarias el que sufrirá la falta de llegada de sangre por esa obstrucción es el corazón. Cuando una de esas obstrucciones que llamamos "placas" se erosiona o rompe se forma un coágulo que puede bloquear completamente a la arteria coronaria y llevar a un ataque cardíaco, también llamado infarto.

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