Estudiantes marcharon contra el proyecto estratégico educativo

Los secundarios creen que su implementación abrirá paso a la resistida Ley Federal de Educación

Más de un millar de estudiantes secundarios ganaron las calles para reclamar la anulación del decreto 1.181 del gobernador, Jorge Sobisch.
NEUQUEN (AN).- Más de un millar de estudiantes secundarios neuquinos ganaron ayer las calles del microcentro para reclamar la anulación del decreto 1181, que promulgó en julio último el gobernador, Jorge Sobisch, con el propósito de crear un plan sobre líneas de acción estratégicas para el sistema educativo provincial.

Los estudiantes creen que la instrumentación de ese proyecto abrirá un cauce para implementar en forma encubierta la ley Federal de Educación, según advirtieron los representantes de la Central Unica de Estudiantes Secundarios (CUES) de esta capital.

Los manifestantes comenzaron a desembarcar después de las 10, provenientes de distintos puntos de esta ciudad al ritmo de bombos y redoblantes, que convulsionaron el centro neuquino.

Los estudiantes, que representaban a diferentes establecimientos de nivel medio, desplegaron una catarata de críticas contra el mandatario neuquino, que pisó suelo neuquino el jueves por la noche, tras una extensa gira por los Estados Unidos.

Sobisch se encontró con un escenario dominado por las protestas de desocupados que ayer por la tarde finalizaron y con las secuelas del escándalo de la banda de los subsidios de Centenario. Pero la protesta de los estudiantes abrió un nuevo frente de conflicto.

Ayer, docentes, directivos y padres marcharon junto a los alumnos para exigir una audiencia con los funcionarios del Poder Ejecutivo. También se sumaron ceramistas de Zanon, desocupados del MTD y del barrio Parque Industrial, representantes de la comunidad mapuche y dirigentes de ATEN.

Por un lado, los estudiantes querían plantearle la anulación del decreto a las autoridades gubernamentales y solicitar mayor presupuesto para educación. Por el otro, los docentes y dirigentes de ATEN también pugnaban por entrevistarse con los funcionarios provinciales por la crítica situación de escuelas de la zona del oeste neuquino. Sin embargo, tras aguardar casi tres horas frente a la Casa de Gobierno, nadie atendió sus reclamos. Los estudiantes se desconcentraron pasadas las 13, pero adelantaron que darán pelea hasta derogar la norma.

Para los estudiantes el decreto 1181 es una forma disimulada de implantar la ley Federal de Educación que ha sido cuestionada en forma sistemática por la comunidad educativa de la provincia. De hecho, el mandatario neuquino suspendió la aplicación de esa norma en 2000.

El decreto propone básicamente tres programas generales que apuntan a lineamientos curriculares, lectura y apoyo escolar. Y dos proyectos orientados a zonas de atención focalizada y zonas rurales en situación de multigrado. El propósito, según se desprende del decreto, es «encontrar alternativas para no continuar consolidando desigualdades sociales».

ATEN denunció en un comunicado que la propuesta «sostiene el modelo educativo que la ley Federal de Educación intentó reglamentar, haciendo del conocimiento una mercancía, del alumno un consumidor». «Va en desmedro de la calidad de la educación, porque baja las exigencias», señaló Ezequiel, delegado del CPEM 40 de Gran Neuquén.


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