Estudiantes siembran tres mil alevinos de trucha en Neuquén

La costa del río, a la altura del balneario "La Herradura", fue el escenario propicio para los 200 estudiantes de entre 7 y 11 años de edad de escuelas primarias de la zona que participaron de la iniciativa.

Estudiantes de escuelas primarias de Neuquén participaron de la siembra de 3.000 alevinos de trucha arco iris en el río Limay, en Plottier, como parte de un proyecto educativo ambiental desarrollado por la provincia. 

 La costa del río, a la altura del balneario «La Herradura», fue el escenario propicio para los 200 estudiantes de entre 7 y 11 años de edad de escuelas primarias de la zona que participaron de la iniciativa. 

 Los chicos depositaron en las aguas pequeños peces de medio gramo de peso y seis centímetros de largo, para permitirles crecer y llegar a la adultez en los próximos dos años.  El director de Educación Ambiental de la Subsecretaría de Medio Ambiente de la provincia, Sergio Boccardi, dijo a Télam que «esta experiencia de educación ambiental se viene desarrollando desde hace siete años en la zona de Confluencia».

«Esto no comienza con la siembra de alevinos, sino que es un proceso previo de tres meses en el que los chicos visitan la Estación de Piscicultura de Plottier donde se hace la incubación de los alevinos, se los lleva a hacer un circuito educativo ambiental, se les muestra cómo es el desove y se combina todo eso con un trabajo en el aula», explicó. 

 «Esta parte educativa termina con la liberación o siembra de los alevinos en el río», agregó. _ Consideró «fundamental la participación de los chicos en esta experiencia porque son generadores de información de estas actividades». 

 «La idea de la Subsecretaría es formar ciudadanos ambientales y este es un acto que a ellos les queda para el resto de su vida», acotó. 

 Actualmente el Centro de Piscicultura es visitado por 4.000 niños de la región durante el año y a partir de esa experiencia se organiza la participación de las escuelas.  El Director del Centro de Piscicultura de Plottier, Gustavo Heredia explicó a Télam que «la idea es que los chicos sean protagonistas de este trabajo porque lo importante es que se sientan comprometidos con el río». 

 «Deben vigilar la calidad del agua y tratar de no contaminar para que estas truchitas que liberamos lleguen a ser adultas en un par de años», agregó.  Indicó también que buscan «generar conciencia de que es un hermoso río y que su preservación depende de todos». 

 Destacó que «el Centro Experimental de Plottier fue uno de los pilares para el repoblamiento de esta especie y el objetivo es que podamos seguir manteniendo estas truchas porque tienen un valor deportivo para la pesca, pero también para la economía de la región y el turismo».

«Los chicos que nos acompañan observaron todo el proceso de fecundación, desove y crecimiento hasta que llegamos a la siembra de las truchitas», señaló.  Esta experiencia educativa es de sólo 3.000 alevinos, pero en el año se hace en forma masiva con una cantidad aproximada de 100.000 en distintos puntos del río Limay inferior, es decir aguas abajo de la represa de Arroyito. 


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