Estuvo cuadripléjico, se recuperó y volvió a esquiar

Dinko Bertoncelj está feliz. Es que volvió a su gran casa, el cerro Catedral -donde es instructor de esquí desde hace 50 años- tras sufrir un grave accidente. "Todo es posible", afirma.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- «Con fe y esfuerzo, muchas cosas son posibles», aseguró Dinko Bertoncelj, feliz por haber vuelto a deslizarse sobre la nieve en el cerro Catedral, donde trabajó como instructor de esquí cerca de 50 años. Sufrió un accidente y casi termina cuadripléjico por el resto de sus días. No obstante, pudo recuperarse y volver a esquiar, algo que hizo toda su vida.

Los médicos y fisioterapeutas que lo atendieron sostienen que su evolución fue «un verdadero milagro». «Su fe en Dios y su impresionante empeño lograron revertir un diagnóstico que parecía terminal», coincidieron. En particular, les llamó la atención la recuperación de Dinko por su edad, ya que al momento del accidente tenía 72 años.

«Hace 2 años comencé a soñar con volver a esquiar un poquito y este año, gracias al empeño de mi amigo Berti List y Tom Brummel, expertos en la enseñanza del esquí para personas discapacitadas, pude calzarme las tablas», explicó ante «Río Negro». Afirma que ello fue «la mejor terapia para recuperarme; me ayudó física y mentalmente».

Bertoncelj escaló en el Himalaya, caminó por la Antártida y fue profesor en los cursos que forman los instructores nacionales de esquí en Argentina. La montaña fue su hogar y además de enseñar a esquiar fue guía de montaña. No obstante, por las secuelas de su accidente, tuvo que volver a aprender a moverse en la nieve.

Ante el cronista recordó el 18 de febrero del 2001, cuando bajando del cerro Capilla, una montaña que subió decenas de veces, patinó en un sector de piedras y se cayó al valle. Comenzó a rodar y por la fuerte pendiente no lograba parar, golpeando con su cuerpo y la mochila por las rocas. Su hijo, Bogdan, intentaba vanamente alcanzarlo para frenarlo. En su desesperación gritó: «¡María, ayúdame!». Repentinamente una roca se enganchó en la mochila de Dinko y evitó que caiga por un desplome que seguramente sería fatal.

Fue evacuado por la Comisión de Auxilio del Club Andino Bariloche en el marco de un espectacular operativo. Ingresó pasada la medianoche a terapia intensiva, donde es

tuvo en coma. «Los médicos pronosticaron que con suerte, si sobreviviría, podría llegar hasta una silla de ruedas», recordó. Estuvo varios meses internado. Para Navidad fue trasladado en silla de ruedas a su domicilio, en Villa Catedral.

«En estos 5 años recibí muchísima ayuda, en particular de los médicos», dijo. Destacó al Instituto Arrayán y a su director, Claudio Wasserman, a Ana Martínez Infante, a los fisioterapeutas Carina Sanz, Ricardo Pedraza y Pablo Lamuniere, entre muchos otros, gracias a los cuales comenzó a caminar con muletas y moverse por sus propios medios.

Este año, gracias a la abundante cantidad de nieve, List y Brummel volvieron a la carga con el esquí y lograron convencer a Dinko para que comience a practicar en el jardín de su casa, un lugar ideal para aprender. «Me entregaron dos bastones especiales, que tienen dos pequeños esquíes y un sistema de frenos. Ello me fue de gran utilidad», aseguró. Explicó que tiene parestesia, por lo cual no tiene fuerza en los pies ni en la cadera para esquiar normalmente. No obstante, maneja su vehículo particular, adaptado para personas con discapacidad y se moviliza con muletas.

«Mi vida cambió, pero Dios me dio otra oportunidad», afirmó. Aseguró haber «conocido un nuevo cerro Catedral» y a muchísima gente que trabaja para ayudar a las personas con discapacidad. «La gente de Crearte y la Fundación Desafío Bariloche realmente hace mucho por decenas de personas que además de tener problemas físicos están imposibilitados económicamente para resolver sus problemas», afirmó.

«Conocí un nuevo cerro Catedral», confesó

Bertoncelj trabajó en el cerro Catedral durante 50 años. Vive en Villa Catedral hace 40. En su «regreso a las pistas» reconoce haber sido gratamente sorprendido y haber «conocido un nuevo centro invernal».

«La verdad es que con la unificación, los nuevos medios de elevación, las nuevas pistas, parece otra montaña», dijo. En particular, se mostró entusiasmado por el desarrollo del sector Sur. «La telecabina Amancay y las aerosillas doble y triple permiten esquiar en un área fantástica», sostuvo. También se mostró optimista por el futuro del centro, donde este verano se instalarán otras dos aerosillas cuádruples.

Bertoncelj agradeció las atenciones que recibió de los empleados de Catedral Alta Patagonia (CAPSA), los cuales «me atendieron muy bien», dijo. Subrayó que esto fue compartido con «muchos amigos míos, varios ex alumnos, los cuales destacaron el mejor servicio que ofrece Catedral unificado».

El veterano instructor de esquí, que también fue campeón argentino de slalom, dijo que en el antaño no fue demasiado optimista sobre el futuro del cerro Catedral. «Una montaña dividida, sin ningún control, con permanentes conflictos de intereses, no tenía futuro», recordó. Estimó que ello cambió totalmente y que en los próximos años Catedral se consolidará como el mejor centro de esquí de Sudamérica.


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