Estuvo perdido toda la noche y luego apareció, pero nadie lo vio

EL BOLSON (AEB) – Un episodio por demás confuso movilizó ayer a las fuerzas de seguridad locales. Un turista que supuestamente estuvo perdido toda la noche del lunes en inmediaciones del río Azul, apareció, y por sus propios medios regresó a El Bolsón pero nadie lo vio ni se presentó a la Policía para dar cuenta de lo ocurrido. La última información brindada desde la comisaría alrededor de las 19,30 consignó que un familiar se comunicó desde Tandil alrededor de las 17 para indicar que Mario Ballestero estaba sano y salvo en el pueblo. Ello porque parientes estaban recibiendo correos electrónicos donde les pedía dinero con qué regresar a esa ciudad bonaerense.

Al hombre de 36 años se lo estuvo tratando de localizar desde la noche del domingo e inclusive una patrulla de policías realizó a marcha forzada el trayecto de ida y vuelta hasta el Cajón del Azul para tratar de encontrar rastros.

La primera noticia de que había un visitante perdido fue recibida en la comisaría 12 alrededor de las 21,45 del domingo. Era un comisario de la Policía Federal con asiento en Bariloche que los alertaba de un llamado telefónico de familiares de Mario Ballestero que le hablaban desde Tandil; le decían que el hombre, de 36 años, se hallaba extraviado en inmediaciones del río Azul. De la situación se habían enterado por un mensaje de texto.

De inmediato, fueron avisados los bomberos que comenzaron a tomar contacto radial con los encargados de los refugios de la zona. Uno de los efectivos del cuartel pudo hablar brevemente con Ballestero, antes de que se cortara la comunicación. El hombre, que sonaba asustado dijo que había salido del Cajón del Azul con la idea de conocer un lugar pero había perdido el rumbo. Indicó que estaba en un cerro de unos 1.500 m, que no podía llegar al refugio y que tenía mucho frío.

El bombero procuró tranquilizarlo, pero luego se cortó la señal. La policía también intentó reiteradamente tomar contacto con su celular pero en todos los casos les dio «apagado o fuera del área de cobertura».

Alrededor de la medianoche, otro familiar de Tandil habría avisado de un nuevo mensaje de Mario donde daba cuenta que había prendido fuego a un libro que llevaba consigo, para así poder calentarse un poco.

Al llegar el día, cuando policía y gendarmería se disponían a salir de búsqueda, corrió la noticia de que familiares habían avisado que Ballestero había conseguido llegar a un refugio y que estaba bien.

Eso demoró la puesta en marcha del operativo pero como el supuesto extraviado no aparecía, se decidió que igualmente una patrulla policial se dirigiese hacia el Cajón del Azul. No obstante, el refugiero de esa zona ya había reportado que no vio a nadie en el lugar e, inclusive, bajó hasta la confluencia de los ríos Blanco y Azul sin hallar rastros. Así las cosas, desde ese mismo sitio, poco después del mediodía los sargentos Fabián Bahamondes y Néstor Nievas se encaminaron sendero arriba, hasta el refugio sin resultados positivos por lo que regresaron sin novedad.