ETA no respetó el luto y sacudió a España con un nuevo atentado

Segundo acto terrorista de etarras en 14 horas.Ocurrió durante el funeral del concejal del PP. Manifestaciones de repudio en todo el país.

Frente democrático contra etarras

ADRID.- España vivió ayer una nueva jornada de luto y de conmoción por el terrorismo de ETA, que hizo estallar un coche bomba en un cuartel de la Guar-dia Civil en Soria, mientras la ciudad andaluza de Málaga se disponía a enterrar el cadáver de uno de sus concejales asesinado por la banda el sábado por la noche.

El cuartel de la Guardia Civil (ver aparte) en la localidad soriana de Agreda fue sacudido poco después del mediodía por la explosión de un coche-bomba, acción también atribuida por el Gobierno a ETA, que causó heridas leves a la esposa de un agente y graves destrozos en las instalaciones.

Mientras, en Málaga se preparaba el funeral del concejal del gobernante Partido Popular (PP) José María Martín Cárpena, asesinado el sábado por la noche por un individuo que le disparó en seis ocasiones en presencia de su esposa y de su hija.

Por la tarde, en la homilía celebrada en la Catedral malagueña con la presencia del presidente del Gobierno, José María Aznar, el obispo Antonio Dorado, expresó su impotencia «ante la dureza de corazón de quien asesina premeditadamente» y preguntó a los terroristas «cuándo vais a dejar de causar dolor».

Al funeral, asistieron también, entre otras personalidades, los ministros del Interior, Jaime Mayor Oreja, y de Administraciones Públicas, Jesús Posada; la ministra de Sanidad y ex alcaldesa de Málaga, Celia Villalobos; el secretario general del PP, Javier Arenas, y la presidentas del Congreso y del Senado, Luisa Fernanda Rudí y Esperanza Aguirre.

Posteriormente, los familiares y amigos del concejal del PP enterraron en la más estricta intimidad el cadáver en el parque cementerio de San Gabriel de Málaga.

El presidente Aznar había ido poco antes del funeral al Ayuntamiento de Málaga para visitar la capilla ardiente del concejal Martín Cárpena y para saludar y expresar personalmente sus condolencias a la familia del edil.

En una conferencia de prensa en la Subdelegación del Gobier-no en Málaga, el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, confirmó que ETA ha sido la autora del asesinato de Martín Cárpena.

Según el ministro, «hay una nueva logística, una nueva infraestructura de ETA, que las fuerzas de Seguridad del Estado tienen que tener capacidad de detectarla».

Mayor Oreja confirmó que el nombre del concejal asesinado apareció en una lista del «comando Andalucía» de ETA, lo que, en su opinión, «reitera la hipótesis de que fue ETA» la autora del atentado.

Acerca del atentado en Agre-da, el ministro aseguró poco después que «es evidente» que la organización terrorista ETA es su autora y destacó que lo importante es que no haya habido víctimas ni heridos de gravedad.

Según el delegado del Gobierno en Castilla y León, Isaías García, las primeras investigaciones apuntan a que el atentado de Agreda es obra de ETA y que el vehículo-bomba, cargado con una poderosa carga de explosivos, era una furgoneta presumiblemente robada en Francia.

También ayer, el presidente del gobierno regional del País Vasco (lehendakari), Juan José Ibarretxe, condenó el asesinato «injusto y mezquino» de Martín Cárpena y exigió públicamente a ETA que respete la voluntad de la sociedad vasca y abandone de manera «definitiva» el uso de las armas.

Ibarretxe leyó una declaración institucional mostrando su repulsa por la actuación de ETA y se dirigió a ésta para recordarle que, «es absolutamente fundamental que respete la voluntad de la sociedad vasca, que le está exigiendo el abandono definitivo de la lucha armada».

En San Sebastián, la coalición Euskal Herritarrok (EH), plataforma política de Herri Batasuna (HB), considerada el brazo político de ETA), lamentó el asesinato de Martín Cárpena y aseguró que «hechos trágicos» como éste demuestran que «no hay más receta que la de la búsqueda de soluciones, tal como se plantean en el acuerdo de Lizarra».

El acuerdo procede de la reunión que el 12 de septiembre de 1998 mantuvieron en la localidad navarra de Estella los partidos nacionalistas vascos, sindicatos y diversos colectivos sociales, que anunciaron una propuesta de paz (contenida en la «Declaración de Lizarra») para solucionar el conflicto del País Vasco.

Cuatro días después de dicha declaración, ETA anunció un alto el fuego que rompió en noviembre de 1999. El primer atentado rota la tregua, lo perpetró en Madrid el 21 de enero pasado y con Martín Cárpena son seis las víctimas mortales en diversos atentados.

Ayer por la tarde, en las tres capitales vascas, Bilbao, Vitoria y San Sebastián, y en otras ciudades del resto de España cientos de ciudadanos salieron a la calle para expresar su repulsa por el terrorismo de ETA.

Hoy lunes, Málaga y otras ciudades españolas serán escenario nuevamente de sendas manifestaciones de repulsa por el asesinato del concejal del PP.

El atentado con coche bomba perpetrado ayer en Soria y el asesinato del concejal del PP, ambos atribuidos a la ETA, provocaron la unánime reacción de todo el espectro político español que repudió durante toda la jornada los ataques. (EFE, Télam-SNI)

«Vascos sí, ETA no»

Casi 3.000 personas dieron ayer su último adiós al concejal del PP, al grito de «¡asesinos! ¡asesinos!» y «Vascos sí, ETA no», mientras el féretro era trasladado desde el municipio de Málaga hasta la iglesia.

La ceremonia fúnebre fue oficiada por el obispo de Málaga, Antonio Dorado Soto, y asistió, entre otras personalidades políticas, el jefe de Gobierno José María Aznar.

Y mientras se desarrollaban los funerales, la violencia volvió a estallar cuando un coche bomba explotó frente a un cuartel de la Guardia Civil, en el norte de España, hiriendo a la esposa de un miembro de esa fuerza.

Este segundo atentado tampoco fue reivindicado, pero se juzgó «evidente» que se trataba de ETA, dado que Agreda está situada a unos 10 kilómetros de Navarra, provincia reivindicada por los independentistas vascos.

El fascismo vasco fue el protagonista del fin de semana

MADRID.- El atentado con coche bomba perpetrado ayer en una casa cuartel de la Guardia Civil en Agreda, provincia de Soria, se produjo a las 14.45 locales (12.45 GMT) en la parte trasera del cuartel, donde había sido estacionado poco antes el vehículo con los explosivos.

La detonación causó numerosos daños materiales y heridas leves en un pie a una mujer, esposa de uno de los guardias civiles allí destinados, que fue trasladada inmediatamente a un hospital de Soria.

Las consecuencias del atentado podrían haber sido mayores de encontrarse en plena actividad un centro de albergue para niños ubicado a escasa distancia, que en verano suele dar hospedaje a menores de edad.

A unos 500 metros de la casa cuartel, se encuentra también una residencia de ancianos, que no sufrió daños en el atentado.

El subdelegado del gobierno en Soria, Carlos de la Casa, explicó que el coche con los explosivos tuvo que ser aparcado en la zona siniestrada después de las 14.15 locales (12.45 GMT), es decir, como máximo media hora antes de la explosión, ya que anteriormente una patrulla del cuartel había realizado una ronda sin advertir ningún vehículo estacionado en la zona.

Los vecinos de Agreda, una localidad de 3.200 habitantes situada a 50 kilómetros al noroeste de Soria, aseguraron que la detonación se oyó en todo el pueblo.

En el momento del atentado, en la casa cuartel de Agreda se encontraban 16 de las 35 personas que allí residen, guardias civiles, sus esposas e hijos. El atentado se produjo tan solo 15 horas después de que ETA asesinara al concejal Cárpena. (DPA)


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