Evaluación genética: el proceso que mejora la calidad ovina
El proceso mejora la calidad, el rendimiento y la rentabilidad. Elegir los mejores reproductores requiere un balance inteligente de información objetiva y apreciación visual, siendo una tarea fundamental que define el futuro de los animales.
Nicolás Giovannini giovannini.nicolas@inta.gob.ar
Genetista
INTA EEA Bariloche
El servicio Nacional de Evaluación Genética nace en el año 1989 cuando autoridades y referentes del sector ovino, acuerdan la necesidad de un servicio de evaluación genética que abarque a todas las razas ovinas del país.
En el año 1991 el INTA y seis asociaciones de criadores de ovinos formalizan esa alianza.
Con el tiempo el servicio se extendió y si bien mantiene el término original, se estableció una diferenciación entre las especies determinando tres líneas, ProOvino, ProCaprino y ProCamélido.
ProOvino tiene por objetivo estimar el valor genético de animal en base a sus particularidades productivas. En lanares, las características de mayor interés económico son el peso corporal, el peso de vellón y la finura; sin embargo, de lo que se mide en el animal sólo una parte se hereda, el resto es producto de la expresión de la genética en un determinado ambiente.
Citando a modo de ejemplo, al momento de elegir entre un carnero que produjo 5 kilos de peso de vellón y un carnero que aporta 7 kilos de vellón, la primera impresión indicaría que el segundo caso es mejor; no obstante esto, si el primer carnero estuvo a campo y el segundo a galpón, hace suponer que el último estuvo mejor alimentado. Lo ejemplificado indica que tomar una decisión sobre qué animal es mejor, es ahora más complejo.
La herramienta de ProOvino, intenta “limpiar” todos los efectos del ambiente para poder elegir de forma más certera los futuros reproductores. Esos valores, limpios del efecto ambiental, son los “valores genéticos” o DEPs (Diferencia Esperada en la Progenie), que efectivamente se heredan y son los que se emiten en un informe de evaluación genética.
Este instrumento también calcula un valor genético global o agregado para cada carnero, denominado “índice”. Este resume en un único valor, los valores genéticos de las tres características más importantes, mayor peso corporal (más carne), mayor peso de vellón (más lana) y de menor finura ( mayor calidad), multiplicados por su importancia económica.
De este modo, el índice, intenta identificar los animales de mayor retorno económico para tres características al mismo tiempo.
ProOvino prevé una versión denominada “Básico”, con análisis de datos productivos de lotes o grupos de animales con ciertas características en común, por ejemplo todos los machos nacidos en un año; y otra versión llamada “Avanzado”, que suma a la información productiva el pedigree de los animales evaluados. La primera, tiene la limitación de que los resultados son sólo comparables entre animales del mismo lote.
El “Avanzado” posee mayores beneficios ya que permite comparar diferentes lotes de animales (por ejemplo de diferentes años, sexos o establecimientos), obtener el progreso genético anual de un campo para monitorear la evolución genética del plantel y visualizar cuál es el resultado de las decisiones de selección que se toman.
La Asociación Argentina de Criadores de Merino en su programa MPR trabaja combinando inspecciones visuales con la herramienta de ProOvino.
Elegir los mejores reproductores requiere un inteligente balance de información objetiva y apreciación visual y es una importante tarea que define el futuro de los ovinos.
La herramienta ProOvino permite obtener el progreso genético anual de un campo, para monitorear la evolución genética del plantel de ganado.
Datos
- La herramienta ProOvino permite obtener el progreso genético anual de un campo, para monitorear la evolución genética del plantel de ganado.
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