Evitaron una fuga masiva de la cárcel de Roca

No menos de 20 internos estuvieron a punto de ganar la calle. Los guardias descubrieron un túnel de más de 10 metros de largo. Estaban a dos horas de pasar por debajo del murallón.

Los movimientos de algunos internos confirmaron las sospechas de los guardias de la alcaidía y alcanzaron a evitar la fuga.
ROCA (AR).- La llamativa vestimenta de un interno de la alcaidía de esta ciudad, abrió sospechas a los celadores quienes alertaron a los guardias y evitaron una fuga que en teoría aparentaba como masiva.

Los uniformados realizaron una requisa durante los primeros minutos de ayer, y en la celda siete del pabellón Nº1, descubrieron la boca de un túnel, que se extendía por más de diez metros.

«Estaban a dos horas de excavación para pasar por debajo del muro perimetral y ganar la calle», trascendió ayer.

Las autoridades de la cárcel tenía el dato que se estaba preparando un escape, y finalmente lo corroboraron con el hallazgo del túnel.

Según los datos que manejaban, no menos de 20 internos tenían pensado ganar la calle durante la madrugada de ayer.

Las sospechas comenzaron cuando uno de los celadores vio a un preso que vestía, llamativamente, una campera y un gorro de la lana, cuando el lunes, la temperatura superó los 30 grados.

Cuando se dio el alerta, comenzaron a vigilar con detalle los movimientos en el sector interno de la unidad, y notaron que el pabellón Nº1 era visitado por internos de otros sectores de detención.

«Fue todo muy llamativo. Algunos se mostraban un tanto nervioso, aunque no sabían que estaban siendo vigilados», señaló un policía.

Con la guardia en el muro reforzada, se inició pasada la medianoche del lunes una requisa, especialmente centrada en el pabellón en cuestión.

Fue así que tras desalojarlo, se encontraron con que en uno de los baños nacía un túnel de más de diez metros de longitud.

«Aprovecharon que el terreno no es muy duro y avanzaban relativamente rápido», se informó.

Distraer los guardias

De todos modos, las autoridades de la alcaidía sospechaban que antes de que el túnel estuviera finalizado, los internos intentarían alguna maniobra de distracción de los guardias, ya que en el lugar donde supuestamente iban a escapar, está vigilado e iluminado.

Por este intento de escape no hay internos identificados como los autores del túnel. Sólo se tienen algunas sospechas, pero como es lógico en estos casos y por los códigos carcelarios que los detenidos manejan, nadie vio nada ni sabe nada.

La mayoría de las fugas intentadas en la alcaidía de Roca, han tenido éxito. En lo que va del año, fueron 34 los presos que se escaparon.

La mayoría de las veces han utilizado el escalamiento del muro con la ayuda de ganchos y cuerdas realizadas con hilos de los colchones o de las colchas, y en muchos menos casos, han sorteado la guardia sin ser descubiertos y mezclados entre los visitantes que se retiran, como ocurrió el domingo pasado con René Dalton, quien estaba procesado por hurto en grado de tentativa.

Métodos dignos de «especialistas»

ROCA (AR).- Muchos internos han demostrado ser verdaderos «especialistas» a la hora de planificar y ejecutar una fuga.

Los métodos se van renovando casi en forma constante, para evitar que las requisas desbaraten los planes de recuperar la ansiada libertad.

A la hora de cortar los barrotes, se suelen utilizar las tradicionales sierras de hoja delgada, que permite ser pasada por la visita y luego esconderse en un lugar seguro si hay requisa. pero también se utilizan unos hilos acerados con una especie de dientes similares a los que tiene la herramienta anterior, que les permite a los reclusos hacer un trabajo mucho más rápido y hasta más silencioso.

Si el barrote no alcanza a ser cortado, se rellena con la misma viruta del barrote, que se la transforma en una especie de masilla que disimula el corte.

Otro de los métodos, y cuando el hueco logrado entre los barrotes es estrecho, es que los presos se enjabonan gran parte del cuerpo. Esto les permite pasar con mayor facilidad, sin sufrir cortes o lastimaduras.

Los resguardo se toman también cuando se debe romper el piso de cemento para llegar a la tierra y comenzar a excavar. En esos casos se utilizan cortafierros que se les hace una especie de «cabeza con trapos», para evitar el ruido cuando son golpeados con un martillo.


Los movimientos de algunos internos confirmaron las sospechas de los guardias de la alcaidía y alcanzaron a evitar la fuga.
ROCA (AR).- La llamativa vestimenta de un interno de la alcaidía de esta ciudad, abrió sospechas a los celadores quienes alertaron a los guardias y evitaron una fuga que en teoría aparentaba como masiva.

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