Ex desocupados cultivan tres hectáreas de lechuga

Son cerca de un centenar. La Nación les paga los subsidios y la comuna les brinda los materiales y el asesoramiento técnico. Apuntan a su consolidación como grupo para autosustentarse.

CUTRAL CO (ACC) – Un grupo cercano al centenar de desocupados logró ganarle espacio al desierto y dando pelea a las inclemencias del tiempo, obtuvieron su primera cosecha de lechuga. Se trata de 150 kilos de cinco variedades de esta verdura, que desde la semana anterior tiene como destinatario un supermercado local para su venta. Aunque ahora son subisidados, el programa apunta a que puedan sustentarse por sí mismos para lo que aspiran a llegar a los 5.000 kilos semanales de producción.

La forma de insertar a los desocupados en el sistema productivo es un constante desvelo para las autoridades locales. Más si se piensa en el cuantioso número que suman -2.300 subsidiados- y que no tienen la formación exigida por el mercado laboral actual.

Es por ello que la terminación de los planes transitorios subsidiados por la Nación, significa una preocupación no sólo para los beneficiarios directos si no para los funcionarios locales donde recaen todos los reclamos.

El año pasado, la caída de cupos era inminente y desde el Improde -oficina de desarrollo local- se elaboró un proyecto remitido a Nación, aunque como condición era necesario darle un perfil productivo. Las cuestiones a resolver no eran menores porque debía buscarse una actividad acorde a la zona y que al mismo tiempo contuviera al mayor número de beneficiarios.

Los técnicos optaron por preferir la plantación de lechuga porque requiere abundante mano de obra durante todo el año y se adapta a las condiciones climáticas de la zona.

«Es un proyecto que fue trabajado con el equipo técnico del Improde y consensuado con el Miniterio de Trabajo para el sostenimiento de los subsidios. Fue aprobado con la modalidad de fortalecimiento del recupero genuino», explicó a este diario el director de la dependencia, Daniel Sequeira.

Esto significa que, luego de un tiempo, los subisidiados debían lograr su propio sustento mediante las ventas de lo producido. En este caso se trata de alrededor de cien desocupados, divididos en dos grupos que se reparten entre la mañana y la tarde.

La Nación lo aprobó en la crudísima temporada invernal pasada -julio- donde las temperaturas bajo cero y las nevadas fueron una constante. A partir de ese momento se buscó un área en la zona denominada Filli Dei sur, distante a unos 8 kilómetros del caso urbano.

Allí se tomaron diez hectáreas de las que hoy están ocupadas sólo dos. En esta primera etapa de la experiencia, los subsidiados debieron encargarse de todo el proceso en absoluto. La preparación del terreno con el desmalezamiento, la colocación del cerco perimetral olímpico, hormigoneado, el tendido de la cañería para el riego, entre otras cuestiones. Luego empezaron con la tarea en sí que fue la siembra de los plantines.

«El ejecutivo a través de Improde los tutela y acompaña hasta que se haga el recupero real de la producción. El Ministerio de Trabajo, aporta los fondos de los subsidios», comentó Sequeira.

Son proyectos asociativos que apuntan al desarrollo de un emprendimiento en forma de cooperativismo. En Cutral Co hay una experiencia exitosa de este tipo con un grupo de mujeres dedicadas al cultivo de orégano.

La celeridad para que estos desocupados no se queden sin cobertura, los obligó a tener que recibir capacitación en el terreno a diferencia de lo que ocurrió con anteriores propuestas. La mayoría desconocía el trabajo con la tierra y se mostraron escépticos en cuanto a los resultados que obtendrían.

Pero esta semana, la sorpresa fue mayúscula cuando destaparon los micro túneles y adviertieron lo sembrado. Fue la primera vez que el ciclo se completó porque cosecharon los 150 kilos de lechuga: escarola, mantecosa, repollada, morada y gallega.

Los beneficiarios son los encargados además del lavado, embalaje y la entrega para la venta. Una cadena de supermercados decidió comprar la remesa a diario por lo que estuvo en el mostrador a disposición de los clientes desde esta semana.

Los responsables de la propuesta, sostienen que cuando el proyecto esté completamente en marcha, aspiran a llegar a los 5.000 kilos semanales de producción.

Aromáticas, el primer éxito

CUTRAL CO (ACC) – En una experiencia similar, desde hace más de dos años, otro grupo en que predominan las mujeres, sigue con éxito el cultivo de aromáticas con una producción constante. Dedicado a la producción de orégano, está asentado en el aeropuerto y en ellos ya se apreció un cambio de mentalidad, debido a que desde siempre se escuchó que en Cutral Co no era posible dedicarse al trabajo de la tierra.

Su desempeño obliga a las autoridades a replantear el lugar que se les destinó. «Debemos llevar a una intensificación de la producción y el lugar les queda chico», dijo Daniel Sequeira, del Improde.

Para imitar esta experiencia también hay otros desocupados que están a la espera de que sean aprobados los programas. Entre ellos la producción de acelga, la cría de conejos, una huerta orgánica y otro de actividad apícola.

En cuanto a las condiciones climáticas y físicas, uno de los más fuertes obstáculos que deben sortear los beneficiarios son los fuertes vientos y la falta de agua para todos.

En el caso de los productores de lechuga, se dispuso la concreción de mediasombra en forma de microtúneles porque tampoco existe una cortina de árboles que sirva de protección para el viento.

«Emprender algo nuevo»

CUTRAL CO (ACC) – La mayoría son mujeres, pero hay también hombres mayores y algunos jóvenes que se encargan de la producción de lechuga. Debieron aprender el trabajo con la tierra sin tener una preparación anterior, pero el resultado de esta práctica los dejó sorprendidos.

Incrédulos por lo que podría venir y como consecuencia de haber participado de capacitaciones anteriores en otras áreas sin resultados a la vista, este grupo de desocupados que está en Filli Dei sur, se mostró escéptico cuando recién empezaron.

En agosto comenzaron a desmontar el predio, en diciembre cercaron y luego siguieron las conexiones para el riego por goteo.

Fernando De Lillo, técnico del Improde explicó a «Río Negro» que el 12 de marzo transplantaron los primeros plantines que cosecharon la semana pasada por primera vez. «No creían demasiado en lo que iban a hacer. Recién cuando comenzaron con la cosecha palparon lo que hicieron durante todo este tiempo», dijo De Lillo.

Los grupos se dividen entre los que asisten por la mañana y los que lo hacen por la tarde. «Por afinidad se armaron los grupos, ahora quieren trabajar y no quieren retirarse del turno», graficó De Lillo. Asisten de lunes a viernes y si es necesario también los sábados. Entre ellos deciden quién cosecha, quién lava y quién embala. Incluso la última remesa entregada a la sucursal del supermercado, estuvo a cargo de dos chicas.


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