Exfederales condenados por delitos de lesa humanidad alojados en Viedma

JUDICIALES

Por acercamiento familiar dos policías federales retirados condenados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar se encuentran alojados en el Penal Provincial N°1 de Viedma. Se trata de Héctor Goncalvez acusado también de “abandono y ocultamiento de personas” del que resultaron víctimas los hijos menores de cinco años del matrimonio de Vilma Rial y Oscar Meilán cuando ambos fueron secuestrados en Patagones; y de Carlos Contreras condenado a 18 años de prisión en el primer juicio por este tipo de delitos realizado en Bahía Blanca cuya sentencia se conoció en setiembre de 2012.

En el mismo penal permanece detenido Osvaldo Floridia procesado en ese marco de hechos pero a la espera de juicio.

El fiscal de la Unidad de Derechos Humanos de Bahía Blanca, José Nebbia, confirmó las tres detenciones en la cárcel de Viedma al ofrecer una conferencia sobre “Obstáculos y desafíos en la búsqueda de memoria, verdad y justicia”, en el marco de las actividades programadas por distintas organizaciones en el mes de la memoria.

El fiscal nacido en Choele Choel integró el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y en la actualidad actúa en el juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en jurisdicción de la Base Naval Puerto Belgrano.

En la oportunidad hizo referencia al proceso desde la década del 80 que tuvieron las causas por delitos de lesa humanidad que han avanzado en referencia a quienes integraron las fuerzas armadas durante la dictadura pero “que la justicia obtura cuando se avanza fuera de esos ámbitos como en el caso del director de la Nueva Provincia, Vicente Massot, y la Iglesia. Es claro que avanzar sobre sectores civiles es mucho más complejo porque hay reacciones desde el propio Poder Judicial que también tuvo responsabilidades y hay causas contra jueces, secretarios y fiscales, frente a lo cual existe una reacción coporativa. Uno advierte que habría como un consenso para avanzar sobre los militares pero cuando uno quiere saltar a un segundo anillo de aquellos que fueron los artífices y beneficiarios del golpe militar empieza a encontrar las trabas para ese avance. En Bahía Blanca ha sido muy claro como en el caso de un cura que murió impune , luego logramos procesar al arzobispo de Bahía por encubrimiento pero la Cámara lo desprocesó y cuando avanzamos con Massot nos dicen que fue libertad de expresión”.

Hoy en Bahía Blanca se realiza el tercer juicio -los dos primeros estuvieron vinculados a hechos cometidos por el Ejército y éste es el primero con imputados que se desempeñaron en la Armada- con 25 imputados y 66 víctimas. Resta aún otro tramo con militares retirados y un quinto con 14 marinos.

DeViedma