Exigen que Lardapide interrogue a Seguel

CIPOLLETTI- Las madres de las chicas asesinadas en noviembre del `97 le exigieron ayer al jefe de la Policía rionegrina, Rogelio Lardapide, que «interrogue al ex subcomisario Luis Seguel (quien tuvo en sus manos la investigación inicial del caso) para que hable». Los familiares de las víctimas se reunieron con el máximo representante de la Fuerza después de largos meses de silencio.

El encuentro se concretó al mediodía, en la vivienda que utilizan los dos únicos policías provinciales que trabajan en la investigación del hecho. Estuvieron Ulises González, su esposa Susana Guareschi, su hijo Guido, Ariel Olavegogeaescoechea y Sergio González de la Asociación Pro-esclarecimiento del triple crimen, Ofelia Mosconi de Villar y los dos efectivos rionegrinos. «Lardapide escuchó a todos, pero no dio explicaciones», expresaron las madres.

Mosconi reveló que en primer lugar le recriminó a Lardapide la carta documento que le envió a ella poco después de hacerse cargo de la jefatura de la Fuerza. «El era la máxima autoridad de la Policía. Recién había ingresado, y me intimidó con una carta documento por omitir el prefijo ex. Le dije que si él lo leía se daba cuenta que me refería a (Rubén) Elosegui», mencionó la mujer. Elosegui estaba al frente de la Policía cuando ocurrió el triple crimen. Luego fue desplazado y más tarde condenado por encubrir a un comisario que participó de la detención de Hilario Sepúlveda, el primer marginal detenido por la muerte de las jóvenes.

«Si Sepúlveda moría, se terminaba todo», recordaron los padres ayer.

Lardapide, según dijeron, les escuchó todos los planteos. La charla no fue acalorada, pero tampoco se llegó a un acuerdo. «Fue una reunión más», graficaron las madres, sin darle demasiada importancia a la convocatoria efectuada por el propio Lardapide.

El encuentro estaba programado desde el viernes por la noche, pero el jefe policial le negó a la prensa la realización de esta reunión. «No lo tengo previsto», dijo, cuando en realidad estaba saliendo para conversar con los padres.

Los familiares luego comentaron que le plantearon a Lardapide «la tensa relación que existe entre la comunidad y la Policía», advirtiéndole que «cada vez se está acrecentando más».

Y le recordaron el accionar de los uniformados desde el comienzo. «Cuando nosotros fuimos a pedir por nuestras hijas no tenían voluntad de trabajo, no tenían móviles, ni una linterna. No hicieron nada», le recriminó Mosconi. Ella misma -dijo- le pidió que como máximo representante de la institución, «interrogue a Seguel para que hable».

Seguel estaba al frente de la subcomisaría 69, jurisdicción donde ocurrió el triple crimen. El ex policía fue investigado en varias causas, entre ellas encubrimiento y enriquecimiento ilícito, pero sólo quedó con procesamiento firme por incumplimiento de deberes de funcionario público. Los familiares creen que el ex subcomisario, «sabe más».

Las respuestas de Lardapide fueron principalmente «el silencio», dijo Susana Guareschi, quien le manifestó la gran indignación que siente por «cómo difamaron a las chicas» algunos policías. «También le pedí que trate de limpiar las filas, que haya gente que sea más humana, y con más capacidad», expresó.

Lardapide sólo se había reunido una vez con los padres desde que se hizo cargo de la Fuerza.

«Si hay policías involucrados, deben dejar la institución»

CIPOLLETTI- «Si hay gente que está involucrada tendrá que irse de la institución y darle lugar a que la justicia investigue a fondo. Lo que no podemos hacer es prejuzgar», mencionó ayer en esta ciudad el jefe de la Policía Rionegrina, Rogelio Lardapide.

El jefe policial reveló que «está a la firma el decreto de aprobación» que permitirá crear la división de asuntos internos de la Fuerza. Este departamento, que funcionará dentro de la División de Personal, atenderá todos los problemas disciplinarios que tengan los policías de la provincia.

Lardapide estuvo ayer en Cipolletti reunido con los jefes y segundos jefes de las unidades policiales de Cipolletti. «Se trataron temas generales, desde la situación financiera de las comisarías hasta el recurso humano», expresó.

Según dijo, la situación de esta ciudad «no escapa a la que está generalizada en la provincia, que es la falta de recurso humano, y los vehículos funcionando ya prácticamente con su vida útil agotada». Pero aseguró que tienen la esperanza «de renovar en pocos días más por lo menos parte de la flota automotor de la provincia». «A fin de mes se estarían entregando los vehículos», precisó.

Lardapide no anticipó cuántos móviles llegarían a Cipolletti, aunque reconoció que las unidades cipoleñas tienen sus carencias en este sentido.

En cuanto a la necesidad de personal, sostuvo que siguen supeditados a la finalización de los cursos que se están haciendo en Sierra Grande, Roca y Bariloche. No dijo tampoco cuántos efectivos se enviarían a esta ciudad.