Expectativa de la familia por el juicio

Los padres y un hermano de Fabián Blanco no pueden superar el dolor.

CUTRAL CO (ACC)- La familia de Fabián Blanco, asesinado junto a sus dos hijos de 2 y 5 años en la navidad del «99, aguarda expectante el juicio que se realizará el 21 de junio contra Sara Ibáñez, única acusada de cometer la masacre. Todavía no se explican cómo ocurrió todo y cuando piensan en el tema se imaginan un cuadro «de los que se ven en las películas de terror».

Ibáñez, esposa de Blanco y madre de las criaturas Magalí (5 años) y Ulises (2), será juzgada en una sola audiencia en esta ciudad y podría ser condenada a perpetua. Su abogado defensor, en cambio, opina que hay demasiadas dudas como para atribuirle los crímenes (ver aparte).

Carmelina Lagos y Celino Blanco, los padres del muchacho que el próximo 25 de junio cumpliría 31 años, confían en el Tribunal que hará el juicio y creen que existen pruebas que son «contundentes» contra la mujer.

Ibáñez, de 34 años, está detenida en la cárcel para mujeres de Neuquén capital. Cuando el fiscal Santiago Terán solicitó la elevación de la causa a juicio la acusó de triple homicidio calificado por alevosía y por el vínculo.

El matrimonio Blanco y Juan, uno de los siete hijos que tuvieron, hablaron con «Río Negro» acerca del juicio que se aproxima y expresaron su interés por saber «qué pasará, qué se dirá» en la audiencia.

Sin que nada mitigue el dolor que les produce la pérdida de su hijo y sus dos nietos, se esfuerzan en buscar la tranquilidad necesaria para asistir al debate. «A mis padres les digo que tienen que estar tranquilos, no deben apresurarse, aunque es muy difícil que tengan tranquilidad porque todos los días cuando los veo me doy cuenta que están muy golpeados», dice Juan, de 28 años.

Explicó que pudo asimilar más rápido la pérdida de su hermano y sus sobrinos. No porque le hayan dolido menos, sino porque «no es lo mismo para ellos (por los padres) que lo criaron, lo vieron crecer y de hombre grande se lo llevan así».

Juan se declaró sorprendido por la manera en que sus padres se manejaron ante la ola de versiones que corrieron por la ciudad, una vez que se conoció el triple homicidio. «No se dejaron llevar por ningún comentario fuera de lugar, permitieron que la justicia trabaje como debe y tiene que ser. Eso es un ejemplo», dijo.

En ningún momento los familiares de Blanco nombraron a Sara Ibáñez. «No sé si voy a entender algún día lo que pasó», se preguntó Juan. «¿Cómo puede ser que una persona (por su cuñada) pueda tener corazón, o no sé si lo tendrá, y pueda cometer esa barbaridad que cometió?».

Añadió que no puede imaginarse cómo pudo haber ocurrido semejante hecho en la casa que ocupaba la familia de su hermano en el aeropuerto de Cutral Co. «Sólo me imagino un cuadro de los que se ve en una película de terror», subrayó.

Juan espera su quinto hijo y entiende el dolor que deben afrontar sus padres ante un hecho tremendo como el que les sucedió, pero no encuentra el modo para respaldarlos cuando rompen en llanto.

«De un día para otro se destruyó una familia», dijo la madre de Fabián Blanco; su marido agregó, sin nombrar a la mujer: «se llevó a mi hijo, a mis nietos, me arrancó mi familia».

Carmelina se quiebra cuando habla de Fabián y sostiene que «tiene un inmenso vacío» que no lo llenará nunca.

Se refugia en la iglesia evangélica a la que asiste y se siente contenida por su congregación.

«Tengo mucha fe, tanto que esperamos por este momento (por el juicio) y vamos a ver qué pasará», indicó. A pesar que la investigación judicial de la causa que se inició el 25 de diciembre del «99 cuando se descubrió el macabro episodio, resultó ser rápida en comparación con otros casos, para el padre el tiempo transcurrido es demasiado.

«Dios va a hacer justicia, no hay más juez que él, pero esperamos que salga todo bien y después hablaremos y veremos qué vamos a hacer», concluyó Celino.

Para la defensa hay muchas dudas

NEUQUEN (AN).- «Este caso está sumergido en medio de una tremenda nebulosa, y Sara Ibáñez no recuerda nada de lo sucedido», dijo ayer Eves Tejeda, abogado de la mujer que será juzgada el mes próximo por el triple crimen del aeropuerto de Cutral Co.

Tejeda, conocido abogado de Río Negro, asumió días atrás la defensa de la mujer. Consultado por este diario, dijo que «las dudas sobre lo que pasó en este hecho son tan grandes que no podemos saber quién fue el autor, si intervino otra persona o cómo se desencadenó la tragedia».

Admitió que «hay pruebas que incriminan a Ibáñez», pero adelantó que «voy a invocar la duda porque es el elemento fundamental en esta causa».

Explicó, por ejemplo, que «una de las pruebas es la de restos de pólvora en las manos de mi clienta. Sin embargo eso no me dice mucho porque es una prueba que está en desuso».

No descartó un estado de emoción violenta en Ibáñez, o la intervención de otra persona en los asesinatos. Y recordó las heridas que presentaba la mujer cuando la encontraron: «no se puede creer que haya simulado un intento de suicidio, ya que no se murió por milagro».

También destacó que las numerosas pericias psicológicas que se le practicaron a la imputada «no aportaron nada», por lo que «vamos a navegar en el mundo de las suposiciones respecto de lo que sucedió».

El drama en pleno festejo navideño

CUTRAL CO (ACC).- El denominado triple crimen del aeropuerto sacudió a los vecinos de la comarca petrolera en pleno festejo navideño del «99, cuando se conocieron los asesinatos de Fabián Blanco (29) y sus hijos Magalí (5) y Ulises (2).

El 25 de diciembre de ese año un vecino del matrimonio integrado por Blanco y Sara Ibáñez alertó a la policía del tremendo cuadro que encontró en la casa que ocupaban en el predio del aeropuerto, a unos 5 kilómetros del radio céntrico.

Blanco, empleado municipal, fue muerto a balazos y apuñalado. Los niños también tenían balazos y cortes. La mujer estaba en el interior de la vivienda, con heridas de cuchillo en las muñecas, cuello y otros golpes. Había permanecido 30 horas encerrada junto a los cadáveres, desde las 3 de la mañana del 23 de diciembre en que ocurrieron los crímenes hasta el 25 en que el vecino llamó a su puerta. No podía hablar por las heridas pero en un papel escribió: «fue mi marido».

Lo que en principio se pensó como un atroz hecho de robo giró hacia el crimen múltiple por razones que nunca quedaron claras. La investigación judicial determinó que Ibáñez era la autora y la detuvieron.

Una versión que circula en torno a la causa indica que Ibáñez fue golpeada por Blanco y como consecuencia de esa paliza perdió un embarazo. Fuera de sí, habría atacado a toda su familia mientras dormían.

La mujer fue sometida a numerosas y profundas pericias psicológicas para determinar su estado mental al momento de ocurrir los crímenes. El próximo 21 de junio, cuando la Cámara Multifueros de Zapala la juzgue en Cutral Co, quizá se despejen los interrogantes.


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