Expectativas y críticas por un acuerdo entre el PRO y la UCR
Buscan extender la estrategia bonaerense al interior del país.
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BUENOS AIRES (ABA).- La oposición salió de su letargo, impulsada por el cacerolazo de hace dos semanas. El territorio eje de la estrategia es la provincia de Buenos Aires, donde el viernes pasado en Escobar –como informó este diario– se sacaron una foto y se animaron a hablar de un frente común; entre otros el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri; el intendente radical de San Isidro, Gustavo Posse; y el de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino (uno de los pocos jefes comunales del peronismo anti-K). El golpe de efecto tuvo dos grandes motivaciones: Para el macrismo fue un acto reflejo ante la negativa de Gabriela Michetti a ser candidata el año próximo por el distrito bonaerense. Sin un nombre fuerte para darle batalla al oficialismo, el PRO necesita ampliar las bases de apoyo, más allá de un justicialismo disidente que no le genera confianza, a partir de un acercamiento en parte oculto entre Francisco De Narváez y Daniel Scioli. El radicalismo también hizo una movida arriesgada, porque el día anterior al encuentro hubo un pacto para conformar una lista única en Buenos Aires que evitara las internas. Cerca del propio titular del partido, Mario Barletta, se mostraron sorprendidos. “Se cortaron solos, es un coqueteo extraño que hay que decodificar porque puede significar regalarle el partido a Macri”, expresó uno de sus voceros, quien junto a otros dirigentes del partido centenario estaba trabajando en un acercamiento al Frente Amplio Progresista que en Santa Fe llevaría la candidatura a diputado nacional de Hermes Binner. Posse explicó el sentido del acuerdo con el líder del PRO. “Hicimos una lectura de los cacerolazos, hay una demanda de la sociedad contra la reforma de la Constitución; y a la oposición para que de señales de ser posible alternancia; hay lugares en que el FAP es débil y otros donde esa fuerza es más fuerte”, señaló el jefe comunal de San Isidro. La cosmovisión de Posse es compartida por su par de Junín; Mario Meoni y el de Pergamino, Héctor “Cachi” Gutiérrez. Son los llamados “radicales que gobiernan” que integraban el llamado cobismo. Hay ramificaciones a nivel nacional, la semana pasada hubo una reunión encabezada por la intendenta de Resistencia, Aydee Ayala, de la que participaron Posse, Meoni y el mendocino Alfredo Cornejo, mientras el domingo Del Sel visitó al gobernador radical correntino Arturo Colombi. Ayer, Posse citó a Pechi Quiroga como uno de los primeros en avanzar en su acercamiento con el PRO.
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