“Falta de respeto a la vida”

Nosotros, los padres de Juan, Eugenio y Nehuen, fallecidos en El Bolsón en enero del 2011, nos encontramos nuevamente frustrados por la decisión del Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Río Negro, puesto que los jueces Barotto y Mansilla votaron por rechazar –Sodero Nievas se abstuvo– el recurso de casación y no se consideró el cambio de calificación –de homicidio culposo a doloso–, pudiendo estos jueces cambiarla y sentar nueva jurisprudencia protegiendo así más a la sociedad. Nuevamente vemos aquí el desinterés de estos jueces por el respeto y la defensa de la vida. Las leyes defienden el bien general y, como valor supremo, la vida. Y es necesario tener no sólo conocimiento teórico sino sentirlo así, es decir tener vocación. Nuestros hijos vinieron a esta hermosa provincia a disfrutar de sus bellezas y de su buena gente, respetaban todas las normas y a cambio encontraron el terrible final, que pudo ser evitado, en manos de un desaprensivo conductor que en su conducta de manejo, además de violar todas las normas posibles, terminó con sus futuros, sus sueños y con las vidas de ellos, quienes nunca tuvieron ni la oportunidad de defenderse. En todo este proceso se manejó siempre el concepto de homicidio culposo, que difiere del de dolo eventual por la intención, pero cuando un conductor es desaprensivo y indolente como el señor Chávez, la misma está incluida en su comportamiento, en su desinterés en el resultado, o sea el desprecio por sí mismo y por el prójimo. La pericia psicológica dio como resultado que es una persona que es consciente y capaz de llevar adelante sus ideas, por lo tanto no puede decir que no sabía lo que estaba haciendo ni podía imaginar lo que podía ocurrir. Pensamos nosotros que es lamentable que el mensaje que dan a la sociedad los jueces Barotto, Mansilla y Sodero Nievas sea que no defienden la vida, ya que el primer valor que debe defenderse a ultranza es ésta y se debe penalizar con severidad a quien no la respete. Nuestro país siempre ha defendido los derechos y la dignidad de la vida. Es lamentable que estos jueces no hayan hecho mérito a esta noble virtud. Padres de Eugenio: Olha Timofeyeva, DNI 18.842.457 Vasyl Tretyakov, DNI 18.842.456 Padres de Nehuen: Ma. Cristina Monetti, DNI 12.471.460 Pablo Marino, DNI 93.337.492 Padres de Juan: Ma. Cristina Hernanz, DNI 6.238.333 Enrique E. Schott, DNI 13.754.256 Buenos Aires

Padres de Eugenio: Olha Timofeyeva, DNI 18.842.457 Vasyl Tretyakov, DNI 18.842.456 Padres de Nehuen: María Cristina Monetti, DNI 12.471.460 Pablo Marino, DNI 93.337.492 Padres de Juan: María Cristina Hernanz, DNI 6.238.333 Enrique E. Schott, DNI 13.754.256 Buenos Aires