Federer ante la oportunidad de su vida

"Okey, estoy nervioso. No sé por qué. No puedo dormir bien" admitió el suizo. Es que está a dos victorias de sumar 14 títulos de Grand Slam. Mañana jugará las semifinales ante el argentino Del Potro.

Si un vidente le hubiera dicho a Roger Federer que el viernes 5 de junio tendría a Juan Martín del Potro, Fernando González y Robin Soderling como compañía en el intento de conquistar Roland Garros, la carcajada del número dos del tenis mundial habría sido de dimensiones importantes.

Pero es así. El suizo, que mañana jugará las semifinales ante el argentino Del Potro, está ante la oportunidad de su vida, una que nunca antes se le presentó en el único de los cuatro Grand Slam que se le resiste.

«Okey, estoy nervioso. No sé por qué. No puedo dormir bien, aunque antes no era un problema. No logro comer bien, siento un cosquilleo y no sé exactamente por qué», admitió un Federer más «humano» que nunca.

El suizo, que entre 2004 y agosto de 2008 monopolizó el primer puesto del ranking mundial, sabe en realidad muy bien por qué no puede dormir o comer como en otras ocasiones. Está, sencillamente, a dos pasos de la eternidad tenística, a dos victorias de sumar 14 títulos de Grand Slam, igualar el récord de Pete Sampras y llegar lanzado a un Wimbledon que podría marcar su sexto título y quién sabe si un paso decisivo hacia la reconquista del número uno que Rafael Nadal le quitó el 18 de agosto de 2008.

Nadal, eliminado en octavos de final por Soderling, seguirá el torneo a la distancia. El hombre que frustró a Federer en las últimas cuatro ediciones de Roland Garros, el tenista que le asestó un despiadado 6-0, 6-3 y 6-1 en la final de hace un año, ya no es un peligro.

Del otro lado estarán el chileno Fernando González y el sueco Robin Soderling, dos potentes pegadores que dejarán la vida para estar en la final. Y en esa final del domingo, si se confía en las estadísticas, debería estar Federer. Y esa final, si los números no mienten, debería ganarla el suizo.

Federer ganó los cinco partidos que jugó con Del Potro, que ni siquiera pudo arañarle un set al suizo. Tiene, además, un balance de 26 victorias y apenas una derrota en la suma de los partidos jugados ante los tres semifinalistas, ante los que nunca perdió en arcilla.

No extraña que Del Potro respete a Federer, incluso casi excesivamente. «Todos quieren que Roger gane este torneo. Si yo no puedo, si no puedo ganar este torneo, quiero ver a Roger alzando el trofeo el domingo», aseguró el número cinco del mundo con la sinceridad propia de un joven de 20 años. Más aún. «Con Roger hablo, tengo muy buena onda, pero todavía me da un poco de cosa. Fue demasiado bueno, es demasiado bueno», dijo a dpa el argentino.

Así que Federer, que en pocas semanas se convertirá en padre por primera vez, puede estar bastante tranquilo. Sabe, además, que contará con el apoyo incondicional de un público francés que quiere ser testigo de historia grande. «Siento como que casi me adoptaron», graficó. «Lo siento desde hace muchos años, para ser honesto».

«Pero este año es más extremo. Cuando voy por la calle, me llevan en el auto o salgo a cenar todo el mundo me dice éste es tu año, tienes que hacerlo». «¡Me gritan desde sus motos o desde los autos! Incluso bajan de los autos cuando el semáforo está en rojo y me piden firmar un autógrafo o una foto. Es increíble lo de estas semanas».

Si gana Roland Garros, Federer se sumará a sus 27 años a Donald Budge, Fred Perry, Roy Emerson, Rod Laver y Andre Agassi, los únicos hombres en la historia del tenis en ganar los cuatro grandes torneos al menos una vez.

Y entonces todo puede suceder, aquellas lágrimas que dieron la vuelta al mundo tras la final perdida ante Nadal en Australia podrían volver a brotar, en un reflejo de lo rápido que va el tenis: de la angustia a la euforia en sólo cuatro meses.

DPA


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