Fiat aprovecha la crisis y sale de compras: Chrysler y Opel

La automotriz estadounidense paraliza plantas mientras negocia

La entrada de Fiat en Chrysler sólo fue el primer paso. El jefe del consorcio automotor italiano, Sergio Marchionne, apunta ahora a tomar el control de Opel, la subsidiaria europea de General Motors, en lo posible antes de fin de mes.

Marchionne actúa con respaldo del Consejo de Administración de Fiat en la persecución de su objetivo para 2009: «Segundo después de Toyota, de igual a igual con Volkswagen», según el diario «Corriere de la Sera».

El resultado de las operaciones sería un consorcio con una facturación de unos 80.000 millones de euros, con seis millones de autos vendidos por año, según se calculó rápidamente en Italia.

La automotriz italiana mantendrá tanto la marca como las plantas de ensamblaje final de Opel si finalmente lleva a cabo sus planes de adquisición de la subsidiaria alemana de GM, dijo el ministro alemán de Economía, Karl-Theodor zu Guttenberg, tras reunirse con el presidente de Fiat. Sin embargo, es inevitable tomar algunas medidas de ahorro, que afectarán tanto a la plantilla como a las plantas, precisó el mismo sin dar más detalles. Así, podría clausurarse alguna fábrica puntual en Europa, pero «todavía no hay ninguna decisión al respecto».

Opel tiene sus plantas de ensamblaje final en las ciudades alemanas de Rüsselsheim, Eisenach y Bochum. Otras fábricas están radicadas en España (en Zaragoza), Bélgica, Reino Unido y Polonia. Según los planes de Fiat, la fábrica de piezas de vehículos de Kaiserslautern, en el sur del Alemania, podría ser una de las afectadas por las «medidas de consolidación», puntualizó Zu Guttenberg en una breve comparecencia ante la prensa.

En tanto, el fabricante de automóviles estadounidense Chrysler suspendió ayer toda su producción en Norteamérica, informaron medios del país, mientras continúa en marcha el proceso de insolvencia de la compañía ante un tribunal neoyorquino.

Después de Canadá, varias fábricas estadounidenses también interrumpieron su producción. Antes, varios proveedores de componentes de la automotriz ya habían detenido sus envíos.

Chrysler quiere abandonar el procedimiento de insolvencia, que solicitó la semana pasada, a más tardar en un plazo de 30 a 60 días y reanudar entonces la producción. En caso de lograrlo antes del 1 de julio, la dirección de la automotriz espera salir en 2012 de la zona de pérdidas, según informó «The Wall Street Journal» citando documentos presentados ante la Justicia.

La automotriz registró pérdidas por 16.800 millones de dólares en 2008 y espera que las mismas se reduzcan a 4.700 millones este año. En 2012 finalmente planea ganancias por 100 millones de dólares, para pasar a 1.600 millones en 2013 y a 3.000 millones en 2016.

Fiat planea participar en el rescate del tercer mayor fabricante automotor de Estados Unidos con una participación inicial de un 20%.

Por medio del procedimiento de insolvencia Chrysler pretende reducir su deuda millonaria y sanear sus cuentas. Algunas plantas serán cerradas por completo. El volumen de ventas de Chrysler se volvió a desplomar un 48% en abril. Antes, una parte minoritaria de los acreedores de la automotriz, entre ellos varios «hedge funds» o fondos de inversión libre, se habían negado a aceptar un compromiso para reducir sus exigencias de un total de 6.900 millones de dólares, y mantienen en pie su negativa a dar luz verde al rescate por parte de Fiat.

Además de Fiat, entre los nuevos accionistas de Chrysler estarán, de acuerdo con el plan de saneamiento, un fondo de prestaciones sociales del sindicato automovilístico (UAW), así como el gobierno de EE.UU. y Canadá.


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