¿Fin a la hegemonía blaugrana?

Barcelona sigue perdiendo puntos y Real Madrid aprovecha.

Después de tres temporadas y media de títulos y juego exquisito que le van a llevar a pugnar por el subjetivo puesto de mejor equipo de la historia, el Barcelona vive su peor momento desde la llegada de Josep Guardiola al banco. Su errática trayectoria cuando sale del Camp Nou tiene al último tricampeón de la Liga española a siete puntos del Real Madrid, con el que puede cuando sus caminos se cruzan, pero no cuando son paralelos. Más allá de los resultados, es el juego, siempre elogiado, el que ha dejado de ser excelso. Y ése es el Talón de Aquiles del conjunto azulgrana, que a diferencia de su rival blanco, le cuesta ganar sin jugar bien y sufre para vencer con la prosa cuando el verso no fluye. No son tan malos los números, pero sí inferiores a los del Real Madrid, que suma 52 puntos -sólo ha perdido ocho- y 70 goles y que sólo parece temblar cuando ve enfrente camisetas azulgranas. El Barcelona ha cedido ya 13 puntos fuera de casa -cinco empates y una derrota-, dos más que todos los que se dejó en sus visitas de la temporada pasada. “Sin gol no podemos ganar”, lamentó Dani Alves tras el 0-0 ante el Villarreal el sábado. Que no anotara el Barcelona fue porque Leo Messi, su gran estrella y siempre salvador, desperdició dos ocasiones -sobre todo una en el primer tiempo- que no suele fallar. El argentino, pese a su buen partido en Málaga, no es el mismo que antes de las vacaciones de Navidad. Y cuando Messi se resfría, el Barcelona estornuda. Guardiola decidió que el rosarino sea el principio y el final del equipo, de ahí que el bajón de la Pulga -comprensible tras mucho tiempo a un nivel altísimo- afecte al equipo. Y es que el mejor jugador del mundo de los tres últimos años ha marcado 22 de los 59 goles del conjunto azulgrana en Liga. Según los datos estadísticos, el Barcelona gana un 89 por ciento de los partidos en los que marca Messi. Si el argentino no anota, sólo vence un 52 por ciento. La situación es inédita para el Barcelona de Guardiola, acostumbrado a ser la medida de todas las cosas y ahora obligado a mejorar y a esperar a que su némesis blanca pierda. Sólo el Valencia en 2004 remontó tantos puntos para ganar una Liga. El reto de ser perseguidor hasta ahora no sirvió para despertar lo mejor del Barcelona, ampliamente superado en el juego, aunque no en el resultado, por el Real Madrid el miércoles en Copa. Las constantes lesiones musculares, sobre todo las del ‘cerebro’ Andrés Iniesta, como ocurrió ante Villarreal, y Pedro, y la de larga duración de David Villa han acortado la plantilla de un equipo que desde agosto ganó ya tres títulos y disputó 37 partidos. El número 38 será el miércoles ante el Valencia por la ida de las semifinales de Copa del Rey Mientras, el Real Madrid descansa comodamente en su colchón de siete puntos, convencido de poder romper por fin la hegemonía de un Barcelona que se tambalea por primera vez.


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