Final feliz para los jóvenes detenidos en Brasil

El mismo juez que los encarceló anuló el proceso y los dejó libres.

BUENOS AIRES (Télam).- Tomás Ciarrocchi y Andrés Cano, los jóvenes argentinos detenidos en Florianópolis por intentar pagar en un supermercado con 100 dólares falsos, fueron liberados ayer por la Justicia brasileña, en un fallo considerado «sin precedentes».

Luego de permanecer 11 días presos en un calabozo del Departamento Central de la Policía Federal de Florianópolis en condiciones de detención rigurosas, esposados y con sus cabezas rapadas, los jóvenes recuperar su libertad ayer a la tarde, cuando el juez Celso Wiegger resolvió la anulación absoluta del proceso.

La trama de esta historia pasó por instancias de máxima tensión la semana anterior, cuando los padres de Ciarrocchi y Cano fueron recibidos por el canciller Rafael Bielsa, que se ocupó personalmente del problema, a pedido del Presidente Néstor Kirchner.

El jueves, «el caso de los detenidos en Brasil», como se lo conoció en diferentes medios argentinos y brasileños, se convirtió en cuestión de Estado para el Gobierno argentino.

Pero la historia se dirimió ayer a la tarde durante dos horas, en los tribunales locales, cuando Celso Wiegger, el primer magistrado que entendió en la causa y quien dispuso su detención sin mayores miramientos, reconsideró el caso y dictó la anulación del proceso.

La decisión del juez de conocerlos y tomarles declaración antes que se inicie la fase procesal fue el punto clave, en tanto se trataba del magistrado que tenía la facultad de revocar la medida de detención.

El cónsul argentino en Florianópolis, Valdo Pal Mai, confirmó anoche que los jóvenes podrán volver al país «en el momento que quieran y cuando ellos lo dispongan. Desde ahora son libres, y eso es lo más importante».

Por su parte, la vicecónsul, Fabiana López, enfatizó que la decisión del juez Wiegger se trata de «un fallo sin precedentes», en tanto que definió al magistrado como «un juez muy duro, inflexible».

López también advirtió que los jóvenes «quedaron absolutamente libres» y que sobre ellos «no pesará tampoco ningún tipo de multa o castigo. Que quede claro: esto no sigue», definió.

Lo cierto es que ayer, cerca de las 18 (hora de Brasil), los pasillos del Juzgado fueron escenario de festejos, llantos y aplausos, cuando el abogado que patrocinó a los jóvenes, Ivo Carioni, salió corriendo del despacho judicial, al grito de «¡Lo logramos! ¡Son libres!».

La alegría del abogado marcó así el final de un interminable ida y vuelta de trámites judiciales, entre hábeas corpus, apelaciones, recursos de reconsideración y dos expedientes de 36 y 20 carillas cada uno, que presentaron los argentinos y que hasta último momento parecieron no ser suficientes para la Justicia brasileña.

Esta audiencia fue decisiva para el futuro de Ciarrocchi y Cano, quienes si no lograban convencer de su inocencia al juez volvían tras las rejas, y esta vez embarcados en un proceso que podía extenderse durante un año.

Las primeras palabras de Andrés Cano, emocionado, confundido, fueron: «Estar libre es lo mejor que me podría haber pasado. Quiero abrazar a mis amigos, a mis padres». Respecto de su detención, dijo que «la gente de adentro (los otros presos) eran de diez, pero la policía más o menos. Cuando entramos no entendíamos nada, creímos que el problema del billete era un tema de rutina y quedamos adentro. Fue una pesadilla, llegamos a esto por una mala leche».

Por su parte, Tomás Ciarrocchi declaró que «siento des

precio por la Justicia brasileña», en referencia a la dureza del proceso y a lo que consideró como «una detención injusta». Pero también manifestó que se sintieron «muy apoyados en todo momento por el cónsul argentino» y agregó que la experiencia «fue un susto; es muy feo estar encerrado sabiendo que uno es inocente». «Nosotros queríamos la libertad, no nos importaba lo que comíamos o que usamos la misma ropa en once días: sólo queríamos estar libres», dijo.

El caso de un artesano y de un matrimonio

BUENOS AIRES (Télam).- Un artesano argentino de 49 años se encuentra detenido desde hace un mes en la ciudad brasileña de Florianópolis por intentar pagar con dólares falsos y un matrimonio también argentino estuvo ocho horas demorado por la misma causa en Camboriú.

Estos son dos casos similares al de los jóvenes Tomás Ciarrocchi y Andrés Cano, quienes ayer recuperaron su libertad luego que el juez Celso Wiegger les decretara la absolución y archivó el caso.

Alejandro Martínez, un artesano argentino de 49 años, que fue detenido el 20 de diciembre último cuando intentó cambiar 400 dólares falsos. Por carecer de recursos este hombre no pudo contratar a un abogado brasileño, cuyos honorarios ascienden al menos a los 1.400 dólares, por lo que su caso quedó postergado.

En las últimas horas Héctor y su esposa Fabiana, ambos de 25 años, fueron demorados por la policía militar en Camboriú, cuando intentaron pagar con billetes de moneda norteamericanas aparentemente falsos en un comercio de ropa deportiva.

El secretario de Turismo de Camboriú, Rubén Franco, informó que en sede policial estuvieron demorados unas ocho horas y luego de declarar y aclarar su situación recuperaron su libertad.

Ahora resta saber la suerte que correrá el artesano Alejandro Martínez.


BUENOS AIRES (Télam).- Tomás Ciarrocchi y Andrés Cano, los jóvenes argentinos detenidos en Florianópolis por intentar pagar en un supermercado con 100 dólares falsos, fueron liberados ayer por la Justicia brasileña, en un fallo considerado "sin precedentes".

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