Fontana, un gigante de mil batallas

El Torino azul estaba en su box, con los mecánicos realizando algunos retoques. Afuera, las gomas nuevas listas para usar. Era el indicio que faltaba para confirmar que Norberto Fontana, después de despedir los restos de su papá, estará hoy en la segunda clasificación del TC. Ni profesionalismo, ni compromisos publicitarios, por más que los tiene. Nadie le hubiera exigido a Fontana que participe de la cuarta fecha del TC si no estaba en condiciones. Aguerrido como pocos, piloto de mil batallas, el “Gigante” estará en la pista con el Torino que lucirá dos frases. En el parabrisas, “por siempre Héctor”, y en el puerta izquierda “papá siempre en mi corazón”. Después de un jueves tan doloroso e interminable, ayer le dio el último adiós a su papá en Arrecifes. No había nada más que hacer, que volver a Centenario para, en definitiva, cumplir con lo que a su “Papo” siempre lo impulso, que fue andar arriba de un auto de competición. Si hacer casi las comunitarias, de perder un ensayo y la clasificación, Fontana estará en la pista. Seguro, que luchando por la victoria empujado desde arriba por alguien que fue el principal sostén en su gran campaña deportiva.

Oscar Livera