¿Y dónde está el auto? En Caviahue salió el sol después del temporal de nieve y no fue fácil encontrarlo rápido…

Tras varios día de encierro por las nevadas y el viento, ayer a las cinco de la tarde apareció por fin el sol y muchos aprovecharon para caminar en la aldea de montaña neuquina. Eso sí: no todos encontraron rápido el auto o la camioneta. Hoy, un amanecer soñado. Mirá..

Ayer a las cinco de la tarde en Caviahue, después de salir de su trabajo en un hotel frente al lago, Valentina Sepúlveda decidió salir a caminar por la aldea de montaña situada a 360 kilómetros de Neuquén capital rumbo a la Cordillera de los Andes. Después de tantos días de frío extremo y nevadas en esta joya de la Patagonia, había un motivo que convocaba a caminar: el sol, por fin el sol. Y su paseo es otra asombrosa muestra de cómo es el invierno en el auténtico pueblo nieve del sur. Te invitamos a recorrerlo con las fotos que tomó.

Así estaba ayer Caviahue. Fotos: Valentina Sepúlveda

Túneles para salir de las casas en Caivahue.
Las cabañas, cubiertas de nieve.

Conocer Caviahue y no querer irse más


Te contábamos ayer la historia de Valentina: llegó en 1989 y se enamoró de este rincón de la Patagonia bendecido por su belleza sobrenatural, con ese volcán que lo custodia todo con una laguna en el cráter y con su fumarola recuerda que está activo, con ese lago azul profundo donde se espejan las montañas cuando no sopla el viento, con Copahue a 18 km que termina de completar un destino único que ofrece nieve y termas, la cordillera que asoma e invita los recorridos fuera de pista entre araucarias milenarias.

El viento da forma a los bardones. Fotos: Valentina Sepúlveda

Un inmenso manto blanco lo cubre todo, las hosterías, los autos, las motos, las camionetas, siempre según cómo acomode los bardones el viento, el innombrable que los pioneros eluden convocar.

Los perros corren y juegan en la nieve. Fotos: Valentina Sepúlveda

Valentina llego y nunca se quiso ir. Consiguió trabajo en un hotel y allí está ahora como entonces, feliz del lugar que eligió para vivir.

«De Caviahue me encantó también la tranquilidad y la seguridad, podés pasear por todos los senderos de Caviahue sin preocuparte de quién viene atrás», continúa.

«Me encanta esquiar, raquetear, caminar por la nieve en polvo, sentir ese sonido especial que hace debajo de tu calzado, esa es la nieve en polvo», agrega.

Valentina el martes pasado, cuando paleaba para salir de su casa.
Postales de Caviahue en un invierno nevador como en los viejos tiempos.
Vehículos que podés ver estacionados en Caviahue. Fotos: Valentina Sepúlveda
Postales de Caviahue en un invierno nevador como en los viejos tiempos.
Hoy, una amanecer soñado. Fotos: Valentina Sepúlveda

«¿Cómo estaba ayer? Imaginate, después de tanto encierro salimos todos, muchos chicos jugando en la nieve. Hoy amaneció hermoso, va a ser un lío día para disfrutar de la nieve y el esquí en el cierro», cuenta Valentina.


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