Fracaso

Cuando hace un año se registró una revuelta de vecinos para contrarrestar el accionar de una patota en el barrio El Porvenir, los jóvenes que integran este grupo fueron derivados para recibir contención, pero el programa fracasó.

Una de las alternativas que se analizaron como posibilidad para dar contención a estos jóvenes, fue brindarles atención mediante un grupo de trabajo en actividades deportivas, que además permitiría recibir ciertos beneficios.

Esta alternativa es planteada en todos aquellos casos donde existen menores en riesgo o en conflicto con la ley.

Sin embargo en el caso de Huergo, la implementación del proyecto fue un fracaso, ya que el grupo de jóvenes no se adaptó a las actividades planteadas, y en pocas oportunidades respondieron al programa.

Y aunque la situación de riesgo se mantuvo con este grupo de menores, no hubo ningún seguimiento.

En este sentido, según indicaron distinta fuentes, no se continuó con programas de contención a través del servicio social del municipio, o a través del hospital local.

«Este grupo vive según sus propias reglas. Cuando se intentó darles contención, prácticamente la rechazaron, por lo que poco se sabe de ellos ya que tampoco hubo un seguimiento de sus casos», señalaron técnicos que participaron en los programas implementados para estos menores.


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