Fraga está dolido porque lo 'corrieron' del Senado

El ex asesor de Remo atacó a Scioli y a Pichetto.

BUENOS AIRES (ABA).- Martín Fraga, el ex secretario de Remo Costanzo involucrado en la causa por los supuestos sobornos en el Senado, al enterarse extraoficialmente ayer de su baja (por decreto 1.142 del 20 de diciembre de 2003), impugnó por «nula» la medida firmada por el vicepresidente Scioli, a quien encuadró -al igual que al titular del bloque del PJ Miguel Pichetto-, «en la vieja dirigencia política».

Fraga se comunicó por teléfono con «Río Negro» para denunciar que se había enterado de su «injusto» despido en base «a elementos de fondo y forma fácticamente erróneos».

«Sobrepasado» por los «coletazos» de la causa por las coimas, precisó que él había sido nombrado por los senadores José Luis Gioja, Carlos Verna y Jorge Yoma. Los dos primeros cesaron sus mandatos y hoy son gobernadores de San Juan y La Pampa, en ese orden. El riojano, en cambio, permanece en su banca pero no quiere hablar públicamente del tema, aunque el joven asegura que sigue teniendo su «aval» para continuar en su puesto con un sueldo de 2400 pesos mensuales.

De acuerdo con lo señalado por Fraga a «Río Negro», el decreto que le da de baja (que no le fue notificado), menciona que los tres promotores de su nombramiento fueron Gioja, Verna y Jorge Pardal, senador por Mendoza que finalizó su período el 9 de diciembre último.

«Estoy en serias dificultades laborales y económicas – se lamentó – y no creo merecerlas. Es como ir caminando y que me caiga un piano en la cabeza. He estado trabajando hasta 12 horas en el Senado y no soy el cuestionado principal. ¿Si yo no voté nada? ¿Por qué entonces ese ensañamiento conmigo, que perjudica psicológicamente a mi padre (a quien se le sacó el registro automotor que tenía en Pilar) y a mis dos hijos en el colegio».

A pesar de la insistencia de este diario, Fraga se negó a abordar la cuestión de fondo – su participación o no en el tema de los sobornos -, pero prometió hacerlo un poco más adelante. Aceptó como «un error» haber eludido a la prensa en diciembre, pero insistió que son mentiras que tenga tres motos y cuatro cuatriciclos, que pague una expensa de 2.300 pesos en el country donde reside y que se bañe en una pileta climatizada. «Las informaciones que llegan a ustedes tienen animosidad en mi contra», refunfuñó.

Sin embargo, admitió que su buen standard de vida se debió a las ganancias que obtenía del registro automotor que luego se le sacó a su padre. Reveló que su esposa ya no es empleada del Senado y que es su cuñada Verónica Artola, la que trabaja permanente en el Consejo de la Magistratura, nombrada por el ex senador entrerriano Augusto Alasino.

Hizo referencia a los 12 años que colaboró con Costanzo y sus vínculos con Carlos Soria y Pichetto, porqué «estuve al servicio de Río Negro». Asegura que su relación con el ex senador es hoy «lejana» y que ya no tiene conexión con la provincia.

Tras declararse «una persona abierta» expresó su resentimiento con algunos políticos. «No se por qué se enojó Pichetto. El no firma mi recibo, pero si lo tuviese que hacer, ¿qué? Hoy debo seguir en prensa del bloque porque continua Yoma».

Indicó que en la causa por los sobornos ha sido sobreseido parcialmente y que está a la espera de un pronunciamiento definitivo de Rodolfo Canicoba Corral.

En el final de la charla, con su voz afectada, Fraga sostuvo que Scioli debió «estar ciego y mal asesorado» al rubricar el decreto de baja. «Ha provocado una gran injusticia con alguien de la segunda línea como yo cuando un personaje como (Ricardo) Branda permanece como director del Banco Central. ¿El no tiene nada que ver?».

«Este nuevo Senado – concluyó – no es tan nuevo, se nutre de nuevos senadores que en realidad son viejos dirigentes. Pichetto no nació ahora en la política. Fue diputado nacional en la década del 90, igual que Scioli».

«Estoy indignado porque todos los que me conoce miran para otro lado», contestó en referencia al sanjuanino Gioja, cuando «Río Negro» preguntó si podría modificar sus declaraciones negatorias ante el juez.

Anoche, este diario intentó sin éxito obtener respuestas de las oficinas de Scioli y del secretario administrativo de la Cámara Carlos Machiorolli, quien el 18 de diciembre del año pasado había anticipado a «Río Negro» que «si nadie lo pide», Fraga dejaría de pertenecer al cuerpo en febrero de este año. Lo que finalmente sucedió, a juzgar por lo que reveló ayer el ex empleado del senador Costanzo.

Quien si se refirió ayer al tema Fraga fue el senador nacional, Miguel Pichetto. Dijo que el cese responde a una «decisión administrativa de la Cámara alta, dado que el 31 de diciembre pasado concluyó su contrato y ninguno de los senadores que lo nombró Gioja, Verna y Yoma (de hecho el único que continúa en el Senado es Yoma) expresó una ratificación para la continuidad de Fraga», lo que llevó al presidente del cuerpo, Daniel Scioli, a suscribir la rescisión.

Por último, rechazó ser parte del viejo senado «Lo integro por el voto popular desde el año 2001, mientras antes fui diputado nacional», expresó en diálogo con este diario

'Más ficción que realidad', dice su defensor

El abogado de Fraga Mancini, Pedro Bohmer, definió de «pasivo» el rol de su defendido en el caso. «No tengo nada que probar, porque de todo lo que se dijo de Fraga no se aportó nada, ni en la indagatoria, ni en el expediente».

El abogado del ex colaborador de Remo Costanzo, insistió en que su cliente no sostuvo ninguna conversación sobre la marcha de la causa con el arrepentido Mario Pontaquarto. «Si -dicho esto en abstracto- hubieran conversado no pasaría nada, porque lo importante es de que pudieran haber hablado», apuntó Bohmer.

El mismo sostuvo que jurídicamente Fraga mantiene la «falta de mérito» dictada en su oportunidad por el juez Carlos Liporaci, y deslizó que si Rodolfo Canicoba Corral dispone un careo entre su representado con Pontaquarto, aquel se presentará aunque sería -opinó- una medida procesal de «efecto nulo».

De todo lo que señalan los fiscales sobre Fraga «no exhibieron nada en la indagatoria y no se le puede imputar a alguien un hecho si no se lo pone al tanto de los elementos en que se basa una acusación», deslizó Bohmer.

«El tono es: «se infiere», «o habría ocurrido», etc, en potencial pero no hay nada concreto», insistió quien también ejerce la defensa de los Fassi Lavalle.Bohmer también destacó que «no existe incremento patrimonial de Fraga; en tal caso tendrían que indagarlo por enriquecimiento ilícito, pero las acusaciones son más ficción que realidad…(ABA)


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