«Fragilidad de la república»

En su edición del 16 del corriente, el «Río Negro» dio cuenta del triunfo del oficialismo en Venezuela. La cuestión, al parecer algo sensible para muchos y que dividió profundamente a los venezolanos, fue la posibilidad de reelección indefinida del presidente. Puede que resulte difícil entender esa obstinada oposición. Sin embargo, siendo la periodicidad uno de los elementos definitorios de la república, parece indudable que lo que se hallaba en juego no era meramente un programa de gobierno.

Alberdi, profundo conocedor de nuestra idiosincrasia política, después de establecer en su proyecto de Constitución el término de seis años para el mandato presidencial, sin posibilidad de reelección, acotaba en una nota al pie de la norma que establecía esa limitación de indudable raigambre republicana (el carácter de vitalicio es propio del principado) que ello debía ser así porque el presidente siempre habría de encontrar la forma de ser reelecto.

Hay variadas maneras de destruir el sistema republicano y una de ellas es, precisamente, la de convertir la periodicidad en un principio endeble sujeto al capricho de quienes detentan circunstancialmente el poder.

La habilidad política asociada al ejercicio actual del poder, con todo lo que ello implica, podría fácilmente convertir la república en principado.

Carlos Yácubsohn

DNI 5.809.394

Roca