Freire escribió su historia en la Vuelta al Valle

Participó de 10 ediciones y ganó una etapa.

«Empecé a los 17 años a participar de la Vuelta al Valle. En ese tiempo la prueba era otra cosa, estuve en 10 ediciones seguidas”, contó emocionado Carlos A. Freire, un allense que representó a su ciudad en el clásico del ciclismo en la Patagonia.

Carlos tiene 76 años y está jubilado hace 25 luego de trabajar en un frigorífico de fruta de la zona.

Como si fuera ayer recordó la primera vez que le tocó debutar en la Vuelta al Valle, que empezaba a convertise en una de las más importantes de Argentina.

El primer año que participó de la Vuelta al Valle lo hizo para el equipo del italiano Arrigo Cecchi. En esos años la prueba se realizaba en octubre.

Un recuerdo en el Archivo de Diario Río Negro. Freire junto al Gamo Patagónico, Pedro Segundo Ossés, en un homenaje para la 68° edición de la carrera.

Como Carlos recién cumpliría los 18 en marzo, Cecchi le pidió a su madre que firmara un permiso. “Ante cualquier cosa que me pasara ella se hacía responsable”, mencionó.

“Gané la primera etapa, se largó de Allen. Fue hasta Regina y de regreso a Cipolletti”, recordó con nostalgia.

La pasión por el ciclismo era muy fuerte en aquel joven competidor y con el apoyo de Cecchi comenzó a dejar su huella en el Gran Premio.

Su primera Vuelta fueron cinco etapas. “Don Cecchi me ayudó siempre los fines de semana estaba al tanto de mis entrenamientos”, contó.

El Tano sabía dónde estaba el talento y apostó por el joven allense que estuvo en el ciclismo hasta los 36 años.

En ese tiempo los caminos eran tierra y los ciclistas llevaban en su espalda la rueda de repuesto. Luego se sumaron los tramos con asfaltados.

Proyecto Allen en uno de sus artículos detalla que las bicicletas que se usaban contaban con una sola corona y piñón.

“No existían ni el cambio de velocidades ni los tubulares. En vez de cascos aerodinámicos se usaban gorras de tela. Los nuevos metales reemplazaron con el tiempo al hierro y al acero”, señaló en su artículo la periodista Melina Campos.

Freire liderando una fuga. Gentileza Museo Municipal de Allen.

Carlos tuvo la experiencia de participar con el talentoso Pedro Ossés, con el que mantuvo una gran amistad.

Freire jamás olvidará cuando el Gran Premio cumplió 25 años. En esa edición se largó la prueba desde la Plaza de Mayo en Capital Federal, con destino a Bariloche y el final en Allen.

Luego de participar en las pruebas durante 10 años y trabajar 25 en un frigorífico, se jubiló. Vive tranquilo en su querido Allen. Cada vez que cuenta sus anécdotas sobre la época dorada del ciclismo se emociona. Si bien ya no escucha como antes, poder conversar con él es como hacer un viaje en el tiempo a los comienzos del Gran Premio.


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