Frida Kahlo se lleva todas las miradas

Dos obras suyas podrían superar el millón, cada una, en una subasta. Uno de los cuadros presenta un conjunto de frutas indígenas. Tal vez sea el principio de un nuevo "boom". Ya filman su película.

NUEVA YORK (EFE).- Dos obras de Frida Kahlo, que podrían superar el millón de dólares cada una, y otras dos de Rufino Tamayo acaparan la máxima atención de la próxima sesión de subastas de arte latinoamericano que comienzan hoy en Nueva York.

«Naturaleza muerta con perico y bandera» (1951), que realizó Kahlo tres años antes de su muerte, presenta un conjunto de frutas indígenas mexicanas de vibrantes colores, una de ellas adornada con una bandera mexicana, y los organizadores han calculado un precio de venta de entre 800.000 y 1.200.000 dólares. Los expertos de la firma Christie»s subrayan que la cuidadosa disposición de las frutas, algunas enteras y otras partidas como si quisieran revelar su misterioso interior, podría ser interpretado como un retrato de México, «como una figura maternal en la que la abundancia de frutos es un testamento de su fertilidad y riqueza». El cuadro es parte del Patrimonio Nacional de México y no puede abandonar el país, por lo que los asistentes a la subasta tienen que conformarse con admirar los detalles en la reproducción que se incluye en el catálogo, y no podrán sacarlo de allí. Grandes expectativas tienen también los directivos de Shoteby»s sobre la obra de Kahlo «Retrato de mi hermana Cristina»(1928) y confían en que atraiga la máxima atención de los potenciales compradores que acudan a la subasta prevista para el jueves.

«Es una obra única por su calidad y su expresión. Lo previsible es que encuentre comprador por un precio de entre 900.000 dólares y 1.200.000 dólares», explicó Kirsten Hammer, nueva directora del departamento de Arte Latinoamericana de esta firma. La obra revela la influencia que ejercieron los artistas del renacimiento y los «manieristas» en los primeros trabajos de Kahlo, así como la estrecha relación que Frida mantenía con su hermana menor Cristina, y que hizo que ésta aceptase posar como modelo pese a su carácter tímido.

Después del matrimonio de Frida con el muralista mexicano Diego Rivera, en 1928, éste se sintió muy atraído por la personalidad de su cuñada, lo que provocó una violenta ruptura entre las dos hermanas que sólo el tiempo y la mediación de los dos hijos de Cristina, Isolde y Antonio, lograría remediar. «Serenata a la Luna»(1949) muestra la madurez de estilo que había logrado Rufino Tamayo (1899-1991) en esos años y la influencia que su etapa en Nueva York y el acceso a la obra de Picasso habían ejercido en su obra, aunque nunca lograron borrar sus recuerdos y raíces mexicanas. La sala Sotheby»s, que lo subastará el jueves, ha previsto un precio de entre 600.000 y 800.000 dólares para la venta de la obra, procedente de un coleccionista privado que lo adquirió directamente al artista en 1956. Los admiradores de Tamayo, nacido en Oaxaca, tendrán también la oportunidad de pujar, un día antes y en esa ocasión en Christie»s, por otras relevantes obras suyas, como la titulada «Madre feliz» (1949), con un precio de entre 400.000 y 600.000 dólares, o «Máscara negra»(1983), realizada en la última década de su vida y que podría alcanzar los 300.000.

La obra «Juana Rosas»(1934), realizada por Diego Rivera a su regreso a México tras la instalación de un mural en el Centro Rockefeller, en Nueva York; trabajos surrealistas de Roberto Matta y Wilfredo Lam y obras de Fernando Botero, todas ellas también serán puestos en venta.


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