Frutos rojos con valor patagónico

El derrotero crítico que atraviesa la fruticultura tradicional, y las condiciones propicias que presenta la región para el desarrollo de cultivos alternativos, son el escenario ideal para la expansión de los frutos rojos al norte de la Patagonia. Las cualidades climáticas de la zona y los precios competitivos que hoy exhibe el mercado, impulsan el crecimiento de la superficie implantada en la Provincia del Neuquén, la cual crece cada temporada a un ritmo promedio del 10%.
En ese marco, durante la última campaña se obtuvieron unas 1.200 toneladas de fruta, de la cual el 70% se comercializa en fresco mientras que el resto se congela. La calidad diferencial de la frutilla regional, está dada por una concentración superior de sólidos solubles (azúcares), otorgado por las condiciones ambientales particulares de la Norpatagonia, en especial la marcada amplitud térmica.
Al comprobar el potencial que exhibe la actividad, muchos de los productores han comenzado a incorporar tecnología para ampliar el período de producción hasta mediados de mayo momento en que los precios son más competitivos.
Actualmente en la zona rural de Plottier existen 40 productores que producen aproximadamente en 60 hectáreas. Algunas de las unidades productivas no superan la media hectárea implantada, pero también están aquellos emprendimientos que cuentan con hasta 6 hectáreas.

La temporada se desarrolla desde mediados de octubre hasta principios de mayo, sin embargo “algunos productores han comenzado a lograr extender la ventana de cosecha mediante la aplicación de algunas tecnologías de protección térmica del cultivo, tales como coberturas textiles, macro y microtúneles de polietileno. Es así que pueden contar con fruta fresca hasta la segunda quincena de mayo y por lo tanto alcanzar precios más competitivos” informó Tomás Lochbaum, técnico del Programa de Frutas Finas de Centro PyME-ADENEU. Desde el organismo provincial se brinda asesoramiento técnico permanente al sector, además de capacitaciones y financiamiento para la compra de insumos.
El sector brinda abastecimiento a la cadena de supermercados que tienen presencia en la región, y en menor medida al corredor que comprende desde Chubut a Ushuaia. Además, en algunos casos abastece los mercados de la Comarca Andina, como El Bolsón, Bariloche y San Martín de los Andes con envíos directo de fruta. Durante la última temporada también se exploró el mercado de Mendoza.

El sector dinamiza también la oferta laboral, aunque de forma estacional. “El cultivo de frutillas es una actividad muy intensiva que requiere una alta dotación de mano de obra, en particular para la labor de cosecha, a razón de 4 o 5 personas por hectárea” estimó Lochbaum.
El auge de la actividad en los últimos años, llevó a que un buen número de productores haya decidido diversificarse hacia la producción de frambuesas y moras, las cuales muestran buena cotización en el mercado. El trabajo conjunto del Programa de Frutas Finas de Centro PyME junto a los productores, permitió desde 2014 el desarrollo de un ensayo con nuevas variedades dulces, de características organolépticas sumamente interesantes y excelente desempeño productivo en las condiciones ambientales de la región.
En paralelo, y con el objetivo de aumentar la capacidad de procesamiento y adecuar los procesos y productos a los requisitos del mercado, un grupo de productores avanza en la conformación de una cooperativa, lo que permite obtener ventajas comparativas en la compra de insumos, la utilización compartida de maquinaria, y el proceso de empaque y comercialización.