«Fue obra de un loco cobarde»

BUENOS AIRES (DyN).- El asesinato del gendarme Roberto Centeno fue la obra de un «loco cobarde» pero «no puede ser gratuito», advirtió ayer el jefe de la Gendamería Nacional, comandante general Héctor Schenone, minutos después del homenaje póstumo al efectivo ultimado.

Schenone contó a la prensa que este es «el tercer o cuarto caso» en ese lugar que delincuentes practican un virtual tiro al blanco contra los gendarmes, «disparando sobre la caseta o los vehículos», aunque en los hechos anteriores no hubo resultado fatal. «Esta vez es la primera vez que lo hicieron al estilo francotirador, como asegurándose la víctima», enfatizó.

«Esto es la obra de un loco cobarde; no puede ser gratuito, es un ciudadano asesinado que deja una familia, que a su segundo hijo no lo ha conocido y al otro chiquito casi no lo disfrutó», dijo el oficial.

El jefe de la Gendarmería consideró entonces que la de Centeno fue «una muerte absurda, sin sentido, a traición, sin motivo». Explicó que «esta es la acción de un loco cobarde, pues el gendarme estaba en su puesto y no se estaba ejecutando ningún operativo, era una recorrida como la de todos los días».

Además, advirtió que «sería fatalmente triste si hubiera sido por diversión», pues es «quitar una vida por quitar».

Consultado sobre si la garita que tienen los gendarmes tendría que estar blindada, consideró que ese habitáculo «no es para que el efectivo esté encasillado o encerrado; es para que por momentos pueda acudir a la misma a tomar agua o a buscar algún efecto personal».

También explicó que hay «una diferencia enorme entre las funciones que se cumplen acá y en otro punto del país; no es lo mismo en la montaña que en la llanura».


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