Fuerte conflicto por la venta de lotes en La Lobería
Una importante franja de tierras es objeto de un fuerte conflicto entre los Estados provincial y municipal, por un lado, y privados, por el otro.
Semanas atrás, el gobierno rionegrino y el municipio local difundieron que intentan evitar la continuidad de lo que consideraron ventas irregulares de terrenos a pocos metros de la reserva faunística de Punta Bermeja.
En una reunión de trabajo entre diversas áreas se analizaron las situaciones de hecho que tienen lugar en esa zona costera respecto de la oferta de suelo rural, que intenta ser vendido en condición de parcelas residenciales.
Estuvieron presentes Laura Ramos, secretaria de Turismo y Desarrollo Económico de la Municipalidad de Viedma, Dina Migani, secretaria de Ambiente de la Provincia, Mariela Messina, del Ministerio de Turismo, entre otros funcionarios y técnicos.
Laura Ramos aseguró que parte de esta superficie, que en algún caso ha llegado a ofrecerse a través de folletería en las inmobiliarias de la ciudad, se asienta incluso sobre el Área Natural Protegida de Punta Bermeja.
Así, se definió avanzar en las acciones judiciales necesarias para detener la venta. Además, la Secretaría de Ambiente analizará la posibilidad de hacer uso de su prerrogativa de prioridad de compra de las tierras que se encuentran dentro de un área natural protegida.
Según informó Ramos, la preocupación oficial surgió a partir de la aparición de un folleto distribuido en diferentes inmobiliarias sobre un condominio privado. Este ofrecimiento inmobiliario no tendría en cuenta ningún tipo de planificación a nivel territorio y de servicios necesarios para más lotes dentro del área. A su vez, el casco urbano del balneario La Lobería aún presenta lotes vacíos para ser adquiridos. Por eso recomendó a los posibles interesados no comprar esos lotes.

El Dueño sostiene que la venta es legal
El titular de tres hectáreas en una zona suburbana, situada detrás del actual casco urbano de La Lobería, Fernando Arias, rechazó los dichos de Ramos y manifestó que él posee la escritura de la tierra y también citó normativa que lo habilita para subdividir la parcela en 487 condominios, tal como lo realizó en los últimos años.
Consideró falso que la comercialización de terrenos privados, en el balneario La Lobería fuera irregular y aclaró algunos la ley provincial Nº 3895 en su artículo 1, prevé que en caso de ventas de tierras privadas, bajo el Área Natural Protegida, se debe notificar a la Secretaría de Medio Ambiente (órgano de aplicación), para que en un plazo de 120 días, el Estado decida o no, ejercer su derecho de Preferencia.
Aseguró que cuentan con la certificación correspondiente y, además, las partes indivisas en cuestión son parte de terrenos suburbanos fuera del área protegida en mayor fracción, a más de 500 metros de la costa, donde sus propietarios desarrollan -extienden servicios- conllevando todos los gastos.
Dijo que las compras de las partes indivisas se han realizado a través de la figura de condominio -contemplada en el Código Civil de la Nación Argentina- y adjudicó al Municipio no querer desarrollar el lugar por su ineficiencia para proveer de servicios en la zona.
El Estado Municipal en el Balneario no dispone de personal para el mantenimiento de espacios verdes, año a año, el cuidado queda a voluntad de los vecinos, para asesorar a turistas, recolectar de residuos, entre otros servicios que no según el inversor no se prestan adecuadamente.
No existe una política pública de acceso a todas y todos los ciudadanos, a las playas del Balneario La Lobería, dijo Arias.

Un lugar paradisíaco abandonado a su suerte
El balneario La Lobería está ubicado a 60 kilómetros de Viedma por la ruta provincial 1, y es un enclave paradisíaco de la costa atlántica rionegrina. Recientemente, el área pasó al dominio municipal, luego de que la Legislatura extendiera el ejido hasta Bahía Creek.
La urbanización del lugar data de los años 80, sobre campos que fueron originalmente de la familia Arias. El sector que se pretende desarrollar -y en el cual se han vendido casi la totalidad de las 48 subdivisiones- está al norte de la villa y, según el propietario de la tierra, una agrimensura oficial da cuenta que mínimamente incluye una parte del área natural protegida, aunque a más de 500 metros del mar, y a algunos kilómetros de la reserva faunística.
Arias dice tener todo en regla para poder comercializar y urbanizar y acusó al Municipio de no tener capacidad para brindar servicios y poder contribuir al crecimiento del balneario que se encuentra en estado de virtual abandono.
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