Fuerte cuestionamiento a cuatro testigos

Los defeSon los que involucran a González Pino.nsores pidieron que lo absuelvan.

CIPOLLETTI (AC).- Con argumentos de prueba y jurídicos, los abogados Eves y Gerardo Tejeda se encargaron de debilitar ayer los cuatro testimonios principales que pesan contra Guillermo González Pino. Con su habitual ironía, los defensores expusieron varias contradicciones de la acusación, como por ejemplo, que según algunos testigos, su cliente tuvo que haber estado en el lugar del hecho «en tres autos distintos en un mismo horario».

«No dejan de ser expresiones de deseo de que se esclarezca el hecho, pero descartamos que nuestro cliente sea el autor», dijeron.

Los abogados dividieron el alegato en dos partes. Primero habló Gerardo Tejeda sobre cuestiones de «hecho», y luego siguió su padre con la evaluación de «derecho».

Así respondieron al pedido de reclusión perpetua que realizó la acusación contra González Pino.

En diferentes tramos de su exposición se encargaron de atacar los cuatro testimonios principales contra el imputado.

Dos de ellos fueron tenidos en cuenta en la requisitoria fiscal (Sandra González y María Cecilia Garrido), y los otros dos fueron reflotados del expediente durante el debate (Rafael Huirimán Lloncón y la menor).

«Como se le caían los argumentos al señor fiscal, como la posición de Sandra González medio se destroza, como no se pudo unir a Kielmasz y a González Pino, como no tenía otras pruebas, como había quedado temblando el traslado de los cuerpos en la camioneta; echó mano a dos testigos: uno es el fantasma que dice que se llama Huirimán Lloncón y el otro es la menor», expresó Eves Tejeda.

•Sandra González: La ex concubina que asegura que González Pino le confesó los crímenes y que describió cómo llegó esa noche su pareja. «Hay una situación que sólo ella conoce que no hay posibilidad de corroborar: la ropa ensangrentada, el pantalón manchado y el calzado con tierra. Pero hay otras cosas que son compartidas y que permiten determinar si dice la verdad o no. Tuvimos que leerle el 60% de su declaración porque no se acordaba. No se ha confirmado absolutamente nada de su relato. La confesión tiene relativo valor indiciario», dijeron. Mencionaron además que declaró que González Pino dejó la ropa manchada con sangre en un lavarropas viejo, y que allí estuvo alrededor de un mes. «¿Nunca tuvo curiosidad por ver?», se preguntaron. También descalificaron sus dichos respecto de los «arañazos» que dijo haberle visto a González Pino. «Se contradice con el informe de autopsia que dice que les revisaron las uñas a los tres cuerpos y no había nada».

•Rafael Huirimán Lloncón: El hombre que dijo haber presenciado el supuesto abordaje de las víctimas. «Es el fantasma de la causa», advirtieron, porque no acreditó su identidad en las diligencias realizadas ante la justicia (está indocumentado, murió, y en el certificado de defunción figura como NN). Cuestionaron que el hombre creyó reconocer a González Pino en una foto borrosa y no en otras más claras y en las que el imputado estaba de cuerpo entero. «En una de sus declaraciones en la instrucción dijo que «a las chicas siempre las había visto juntas. Supongo que eran hermanas porque son medio similares»», mencionó el testigo. Pero los Tejeda acotaron que las que solían caminar por San Luis no eran las hermanas sino María Emilia con su amiga Verónica.

•María Cecilia Garrido: Creyó reconocer a González Pino en un Taunus bordó en Circunvalación y las vías. «El reconocimiento no fue tan categórico como dice la querella. Sólo dice que es el que más se le parece».

•La menor: Después de varias versiones aseguró que presenció las agresiones y que estaba González Pino en el grupo. Los defensores dijeron que pensó que no iba a tener que abordar este tema por las «contradicciones y mentiras». Describieron cómo la chica «construye» las mentiras, hecho que también hizo «en la tapera de Feruglio, sitio que marcó como lugar de la agresión. «Inventa a medida que va viendo. No ha dado ningún indicio como no lo ha dado Sandra González. No hay nada para creerle».

Los abogados resaltaron la última diligencia realizada en el juzgado de instrucción, cuando confundió en rueda de personas a González Pino con Arratia.

El «diccionario» de los Tejeda

CIPOLLETTI (AC).- Los Tejeda tienen un estilo muy particular para expresarse. Casi identificado como una marca registrada.

Con ironías, manifestaciones de asombro, efusividad y hasta un toque de humor, ambos describen las situaciones como pocos defensores suelen hacerlo.

Padre e hijo son conscientes de que sus oyentes, sobre todo quienes no conocen en profundidad sobre temas legales, reciben de manera muy especial sus palabras. Que no están exentas de furcios.

Ayer Gerardo Tejeda cometió más de un blooper durante su alegato de una hora.

Mezcló nombres y apellidos de testigos, acortó otros y confundió lugares. No aclaró ninguna de sus equivocaciones. Siguió adelante como si todas las personas de la sala fueran integrantes de una «Real Academia» de la causa.

Estas son algunas de las palabras que incorporó Gerardo Tejeda al nuevo «diccionario» del triple crimen.

•Huircón: Versión compacta del apellido Huirimán Lloncón // SIN. «Lloncomán».

•El Negro González: Apócope de Negro Fernández y Guillermo González Pino.

•González Kielmasz: Dícese de la unión de los imputados Guillermo González Pino y Claudio Kielmasz.

•La tapera de Sepúlveda: Alteración de lugar. Sustitución de la tapera de Feruglio por la de Hilario Sepúlveda.

También el defensor de Claudio Kielmasz, Alberto Cariatore, aportó lo suyo.

•Ulises García: Rara mezcla entre Ulises González y José García.

•La señora del fiscal: Apócope. La «señora de Cristaldi» mencionada por el fiscal.

•Cronota…crono…crota…: Dícese de cronotanatología, «palabra impronunciable para mí».


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