Fútbol y goles en un entrenamiento internacional

De antemano se sabía que Albania no era una medida exigente para una Argentina plagada de estrellas. Los europeos estaban más preocupados por cambiar las camisetas que por hacerle partido a la albiceleste.

El 4-0 con el que el equipo del Checho Batista se impuso en el Monumental sirvió para ver en acción a un Lionel Messi que desplegó buena parte de su magia: fue el eje del equipo, anotó un gol y participó en las jugadas de los otros tres.

Además significó el regreso de Carlos Tévez al seleccionado. Ingresó en el segundo tiempo y anotó el cuarto gol. Los otros fueron del Pocho Lavezzi y Sergio Agüero.

Los que casi no tuvieron acción fueron los integrantes del bloque defensivo, porque los europeos casi ni atacaron y no remataron ni una vez al arco de Sergio Romero.

Apenas se puso en marcha el juego, Albania se metió con todos sus jugadores en campo propio lo que obligó a Argentina a hacer circular la pelota hasta encontrar los huecos. Lo hizo, pero sólo de a ratos. Es que el rival tampoco salió a presionarlo.

Cuando apretó el acelerador de mitad de cancha hacia adelante (donde jugó casi todo el partido) marcó mucha diferencia de la mano de un Messi que estaba con “muchas ganas” de jugar.

A los 5 el mejor jugador del mundo aguantó la fuerte entrada de dos defensores que se le tiraron con las piernas hacia adelante, y tocó de “cachetada” para que Lavezzi definiera al gol.

El segundo se hizo esperar pero valió la pena. En una baldosa Argentina hizo una pared entre Messi, Banega, Lavezzi y nuevamente Messi que definió fuerte de zurda abajo.

En el complemento ingresaron Tévez, Gago, Zabaleta y Agüero para redondear un “aprobado” para un equipo que ahora sólo debe pensar en el debut en la Copa América ante Bolivia.

seleccionado

Socios del gol. Messi y Lavezzi se buscaron mucho y metieron las asistencias para sus respectivos goles.

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