Futuro suspendido

Todo terminó en confusión. Cuando expiraba la primera parte de Cipolletti y Aldosivi, Lorenzo Frutos pateó un tiro libre de lejos y el “La Visera” estalló. Al instante el árbitro Walter Lagos paró el cotejo porque el arquero Guillermo Alvarez estaba tendido en el piso. Nadie entendía nada, se caldearon los ánimos y el hombre de negro decidió suspender el partido. Ahora, la decisión está en manos del Consejo Federal. El partido estaba 1 a 1. Todos dicen no haber visto lo que ocurrió en ese preciso momento. Pero todos pusieron los ojos en la barra que generalmente se instala en la tribuna del Pasaje Kleppe. Alvarez continuó tendido durante 28 minutos, luego cayó su compañero Gastón Erviti, también acusando un piedrazo. Desde ese momento todo fue más confusión. Al árbitro se le fue el asunto de las manos, ingresaron ambos cuerpos técnicos y dirigentes, unos peleando por continuar el partido, otros por suspenderlo alegando falta de seguridad. Alvarez nunca intentó ponerse de pie, ingresó el médico local Adalberto Rodríguez y la visita se negó a que constatara la lesión. Luego lo revisó en el vestuario. Esa misma actitud tuvo con el médico forense. Los hinchas del “Tiburón” bajaron las banderas y se retiraron; 28 minutos más tarde Lagos dispuso decidir si continuar o no el partido en los vestuarios, y allí determinó la suspensión. ¿Qué quedó en claro? Casi nada, del lado de Cipolletti hablaron de “conspiración”, acusaron al arquero de fingir y apuntaron a Aldosivi de armar “toda una farsa para sacar ventaja deportiva”. Del lado de la visita nadie habló, lo único que exigieron una y otra vez fue que no había seguridad. Ahora habrá que constatar la presunta lesión del “1” -anoche le realizaban una tomografía computada al cierre de esta edición- y esperar la decisión del Consejo Federal, de acuerdo a los informes recibidos.

Lo que hubo de fútbol

Fueron 45 minutos con mucha movilidad y dinamismo, pero con poco de buen juego, salvo cuando las pelotas pasaban por Lorenzo Frutos, la figura de la cancha. Cipolletti comenzó probando con los tiros de media distancia, y en el cuarto de ellos abrió el marcador. Tiro libre desde la derecha, y el “10” ‘albinegro’ que no perdonó. Aldosivi tuvo un par de chances, pero falló en la puntada final, hasta que a los 26 Martínez le cometió infracción a Gómez y Pablo Corti lo cambió por gol. Ancatén generó tres chances claras. La mejor: apilada de Frutos, la picó por arriba de toda la defensa y el centenariense que falló en la definición. Después, el final sin fútbol y con mucho de escándalo. (AC)

Una lesión y las sospechas

Luego de caer, Guillermo Alvarez fue revisado por dos médicos quienes no pudieron comprobar que la pequeña lesión que tenía en la nuca fuera reciente, ni tampoco la gravedad que manifestó el arquero. Por la noche fue trasladado a una clínica neuquina donde le estaban realizando una tomografía computada. Adalberto Rodríguez, el médico clínico que fue el primero en revisar al arquero dijo que “lo único que observé fue una lesión de menos de un centímetros en la nuca, sin hematoma, sin sangrado y sin poder constatar que sea actual ni de tanta gravedad. Me llama la atención que esté tan mareado por una lesión que no puedo garantizar que sea nueva. Una agresión de este tipo tendría que producir un raspado, y en este caso la piel se observa sana y normal”. El técnico ‘albinegro’, Jorge Julio fue más terminante. “Esto es todo una mentira, un invento. Cuando un equipo te gana en la cancha, hay que callarse la boca, pero esto fue todo un teatro, el arquero no tiene nada. Yo mismo escuché al técnico cuando le decía que no se levantara”. Por su parte Luis Boschi, uno de los miembros del grupo gerenciador dijo que “a estos no hay que dejarlos entrar más a la cancha” en referencia a los agresores. Luego cuando se aclaró un poco el panorama agregó que “Sinceramente no vi si hubo una agresión, pero esto pasa porque Aldosivi es un club muy poderoso”. (AC)