«Garanticen que no se van a morir»
¡Rápido cantaron el retruco! Me refiero a la publicación del martes 24 de junio del 2008 donde el Sr. Oscar Cobos y la Sra. Marta Buffolo «Alientan las cremaciones por falta de espacio». Personalmente hubiera titulado: «Ordenan las cremaciones por falta de previsión e ideas». Por otra parte, el municipio no propuso: «notificó». Nadie habla de «arrendamiento a perpetuidad ni de una permanencia in eternum», sí de recordar a nuestros «próceres».
No se olviden que nuestra ciudad tiene poco más de un siglo de vida; un siglo representa al menos tres generaciones y todo individuo bien nacido tiene como próceres a sus padres, hermanos, hijos, nietos y abuelos (su familia), por ello que todavía pagan el derecho de cementerio como forma de tener un lugar donde venerarlos. Después la historia juzgará si merecen ser declarados ciudadanos ilustres de la ciudad o no. Menos mal que estos funcionarios no hicieron cumplir la ordenanza a los 30 años de la muerte del Gral. San Martín -por nombrar a alguien que ofreció su vida para lo que hoy somos- porque si no tendríamos que poner una flor en una plaquita en el supuesto «Muro del recuerdo».
Si el cementerio actual está desbordado, ¿de quién es la culpa? ¿De que toda la gente se muere o de los funcionarios que no tuvieron ni tienen la capacidad de prever el crecimiento demográfico descontrolado que tuvo nuestra ciudad a partir de la década del '60? Tuvimos lugar y recursos para instalar una nueva Legislatura, una ciudad Judicial, un edificio de Ministerios, un edificio para el Concejo Deliberante, un Monumento para los caídos en Malvinas, un Museo de Arte, etc.,etc. y… ¿no disponemos de recursos ni de una mísera parcela de tierra para un nuevo cementerio? Sabemos que por día se radican en Neuquén ocho familias en promedio, les pido por favor que nuestros funcionarios les hagan firmar una garantía de que no se van a morir porque no tenemos lugar donde ponerlos.
Si bien la cremación personalmente no me incomoda, hay gente que la rechaza y hay que saber respetarla y piensen que al obligarla a ello no están cremando restos de calcio y de materia orgánica: están cremando sentimientos.
Estoy de acuerdo con la construcción del «Muro del recuerdo» pero disiento en su finalidad, allí deberían colocar sus placas la Sra. Buffolo, el Sr. Cobos y todos aquellos que promovieron y reglamentaron la ordenanza 10.407, para que futuras generaciones sepan quiénes destruyeron la historia de Neuquén y sean juzgados.
En nombre de quienes nos precedieron y para honrar su memoria.
Emilio Fernando Zingoni, LE 7.573.990
Neuquén
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