Budín de espinaca y pollo: versátil y nutritivo, perfecto para cenas rápidas y almuerzos
Una receta fácil y rendidora que combina verduras y proteínas en un solo plato, ideal para cenas improvisadas o almuerzos para llevar.
Lista de Ingredientes
espinaca fresca: un manojo
pechuga de pollo: 300 gr
cebolla mediana: 1
huevos: 2
leche: 200 ml
maicena: 3 cucharadas
sal y pimienta: al gusto
queso rayado: opcional
El budín de espinaca y pollo es una receta práctica, saludable y versátil que combina verduras y proteínas en un solo plato. Ideal para cenas rápidas, almuerzos livianos o viandas, permite incorporar vegetales de forma sabrosa y atractiva. Su textura suave y su sabor delicado lo hacen apto para toda la familia, incluso para los más chicos que suelen ser reacios a las verduras.
Lo interesante de esta receta es que se adapta fácilmente a lo que tengas en la heladera: podés reemplazar la espinaca por otras hojas verdes, variar el tipo de queso rallado o incluso agregar un toque de hierbas frescas para darle más aroma y sabor. Además, al prepararlo en budín, se mantiene jugoso y fácil de transportar.
Paso a paso: cómo hacer budín de espinaca y pollo
- Preparar la espinaca: Lavar bien y picar finita.
- Cocinar la cebolla: Cortarla en cubitos y sofreírla en un chorrito de aceite hasta que esté transparente.
- Cocinar el pollo: Hervir o cocinar al vapor la pechuga de pollo, luego desmenuzarla o procesarla.
- Saltear la espinaca: En la misma sartén, cocinar la espinaca hasta que se ablande. Escurrir bien el exceso de líquido.
- Mezclar los ingredientes: En un bowl grande, combinar la espinaca, la cebolla y el pollo. Agregar los huevos, la leche y la maicena. Condimentar con sal y pimienta al gusto.
- Hornear: Precalentar el horno a 180 °C. Aceitar un molde para budín, volcar la mezcla y espolvorear con queso rallado si se desea. Hornear de 25 a 35 minutos hasta que esté firme y dorado.
- Reposar y servir: Dejar reposar unos minutos antes de desmoldar. Se puede disfrutar caliente, tibio o frío.
Tips
Acompañalo con una ensalada fresca, un poco de puré de calabaza o incluso como snack para la oficina. Su textura suave y sabor equilibrado lo hacen una opción ideal para llevar y disfrutar en cualquier momento del día.
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