Exclusivo Suscriptores

En Roca, este pastelero hace un alfajor tipo Mar del Plata con una impronta patagónica

Lucas Urban creó en Colombia un alfajor riquísimo. Pandemia de por medio, vino de visita a Roca con su mujer y acá se quedaron. Y perfeccionaron una receta que hace única su creación. Van a estar en la #FNM2023. Conocélo.

Lucas Urban (35) es uno de los nuevos gastro-emprendedores que se ha sumado a la pastelería que crea y produce en Roca, con el ánimo de reinventar tendencias al paladar local y regional. En este sentido ahora la rompe con unos alfajores tipo marplatense con una “vuelta de tuerca” propia. Su marca es “Urban Cakes” y es para que la agendemos si aún no la teníamos en el radar.


Llegó a Roca hace dos años , con su esposa Erika y su hijo Otto, de 3 años. Nació en Arboledas, un pueblo de la localidad de Daireaux, en el centro de la provincia de Buenos Aires.

Cuenta que “Urban Cake” surgió en Colombia en septiembre del 2019 en el restaurante Rayuela, una parrilla del argentino Daniel Mariscal y la colombiana Marcela Parra. “Un día me piden que elabore un alfajor tipo marplatense para el restaurante. Me pasan un video de YouTube que por cierto me dio mucha risa. Busqué una receta más precisa y ensayé. Les presenté luego el alfajor logrado. Lo probaron y les gustó. Lo pusimos en la carta como postre y recuerdo que me dijo: “a estos lo ponés en una caja con el nombre by urban y lo vendés”.

Y así fue. “Hicimos una caja de 6 unidades, le pusimos Urban cakes pastelería Argentina. Nos iba bien hasta que pocos meses llega la pandemia, cerró el restaurante, confinamiento, miles de cajas por vender y sin poder salir a ninguna parte”. Una historia que ya conocemos…

En julio 2021 pudieron salir del país y se vinieron para Argentina. Llegaron a Roca para visitar a unos primos de su esposa para luego seguir rumbo a Neuquén, donde pensaban radicarse. “Nos gustó tanto pero tanto esta ciudad que desarmamos las valijas aquí mismo”. Y no se equivocaron, adelanta Lucas. Ahora lo explica.


“El emprendimiento está en su fase inicial; hay mucho para evolucionar en él. Aún estamos limitados a una producción semanal. Ahora fuimos convocados por Turismo municipal a participar en la Fiesta Nacional de la Manzana. Primero fue en el Festival de la Sidra y luego en Gula”.

“Hoy es todo un desafío lograr el producto de calidad que queremos tener para vender; habilitarlo es una aspiración”. Tiene tres puntos de ventas en Roca: Mercado Multiplicar de la Feria Hortícola, Sepia, y Dietética Roca. “Vamos sumando lugares en la medida que podamos cumplir con los pedidos de entrega”.

El rol de la incubadora de proyectos para emprendedores USEP, del gobierno local, fue decisivo en esta trayectoria que comenta Lucas. Ni bien llega a Roca se anotó en el curso “Camino del emprendedor” que se dictaba desde el municipio. “Más que un curso es apoyo, empujón y toma de conciencia que necesita recibir quien trabaja desde lo privado, solo. En este espacio te dan guías de costos, en qué punto de tu proyecto estás, posibilidades de generar lazos, aprender de la experiencias de otros, acceder a créditos…”, remarca.

Lucas elabora sus alfajores en la Cocina Comunitaria que habilitó la comuna roquense, donde “los gastro-emprendedores podemos elaborar nuestros productos de principio a fin supervisados siempre por personal de bromatología. Cada producto tiene el stickers de las cocinas comunitarias: eso le da una seguridad del 100% al cliente”.


“Podemos decir que sin el apoyo del municipio roquense no tendríamos este proyecto y no estaríamos elaborando en este tiempo. Ojalá se replique en otros municipios porque es el empujón en el momento justo que todos precisamos”.

Lucas dice “estamos, hacemos, podemos…” todo es siempre en plural. “Claro, Erika es mi socia. En la Cocina Comunitaria tenemos solo un día para producir. Sin su participación no llegaría a producir la escala mínimamente rentable que debemos alcanzar. Solo no podría ni mi interesaría tampoco. Somos dos, más nuestro minino”.

Este “nuevo roquense” está en la gastronomía desde 2011. Estudió en el IGA de Bahía Blanca y luego hizo la carrera de pastelería en el Sindicato de Pasteleros de Buenos Aires. Obtuvo un postítulo en cocina en el Obrador, de Bariloche. Pasó por muchísimas cocinas donde “compartí horas y horas con gente muy disciplinada que me enseñó mucho”.

“Trabajar en Buenos Aires, Bariloche, Uruguay y Colombia me forjaron a ser el cocinero-pastelero que hoy soy”.


“Estudiar pastelería te hace ser más exacto, meticuloso, disciplinado; es más, estudié pastelería porque como cocinero era muy inseguro. Mi sello es la dedicación que doy al hacer un producto, saber que valor tiene y cuál le puedo agregar para que sea un producto único e irresistible”.

Ahora está trabajando en un alfajor vegano hecho con una galleta integral y baño al 70% cacao. “Vamos a tener los clásicos conos de dulce de leche bañados con chocolate de verdad. Sumaremos algo con maní y con fruta”.

Volvamos al inicio. A ese alfojarazo que tenemos en frente de nuestros ojos. “Es el tipo marplatense bañado con chocolate cobertura, chocolate de verdad. Tiene también un dulce de leche de excelente calidad. La diferencia más grande es en el baño. No es lo mismo a los que usan baño de repostería, por ejemplo. Las variedades van del semiamargo al blanco con nuez y azúcar mascabo, al 70% cacao y al 100% cacao para los que buscan salir del clásico”, tienta Lucas.

Los alfajores siguen siendo los productos fetiches top para el gusto de los argentinos. Consumidos los artesanales, creados con productos de alta calidad en porciones cautelosas, “nos aportan momentos de absoluta felicidad”, concluye el entrevistado.


Comentarios