Yogur, un alimento con beneficios para la salud

De un tiempo a esta parte, los yogures han estado bajo la lupa. Detractores de la industria de alimentos han llegado a decir que el yogur moderno “no es diferente de un alfajor por todo el azúcar que tiene”.

Según lo expuesto en Infoalimentos (Consejo Argentino sobre Alimentos y Nutrición) por la Dra. Mara Galmarini, investigadora adjunta CONICET y docente UCA, nada más lejos ya que, si bien en muchos casos está endulzado, eso no inhabilita que sea un probiótico con múltiples beneficios para la salud.
El yogur es un alimento que favorece la incorporación de microorganismos vivos al intestino mejorando la microbiota (de hecho, esa es la definición de “probiótico”).

Galmarini explica que el agregado de endulzantes es necesario para balancear el sabor ácido de la fermentación que de otra manera sería muy difícil aceptar. Justamente porque tiene azúcar resulta más fácil de incorporar a la dieta de una forma diaria y placentera accediendo así a los beneficios que otorga la ingestión de fermentos.

Algunos de los beneficios que detalla:

-Favorecen la proliferación de microorganismos benéficos y, a su vez, estos impiden que se desarrollen otros patógenos.
–Estimula el sistema inmunológico optimizando defensas para prevenir infecciones intestinales e incluso respiratorias.
Tienen proteínas y pueden estar fortificados con vitaminas y minerales.

Por estas características para la doctora, los yogures están muy lejos de ser una golosina.
A la hora de elegir, conviene siempre, los que menos ingredientes tienen y los descremados. Es importante leer las etiquetas y ver los ingredientes para garantizar que contengan la menor cantidad de azúcar posible.

Receta: yogur casero en microondas

Ingredientes:

750 ml de leche entera

3 Cdas de leche en polvo

1 yogur natural

Procedimiento:
Mezclar en un bowl la leche entera con la en polvo. Deben estar a temperatura ambiente. Llevar al microondas por 3 minutos a 800w de potencia. Retirar la mezcla del microondas y agregarle el yogur y endulzante a gusto. Verter en recipientes, tapar con un repasador y llevar al horno previamente precalentado y luego apagado por un mínimo de ocho horas.