Genéricos: más baratos en Neuquén pero un sueño en Río Negro

Mientras que los costos de los remedios sin marca cayeron hasta un 40 % en las farmacias neuquinas desde que entró en vigencia la ley provincial, en Río Negro sólo hay un proyecto aprobado en primera vuelta del que no se volvió a hablar en el recinto, al tiempo que los médicos ponen reparos ante la posible ineficacia.

El rol del médico es fundamental a la hora de recomendar a su paciente la mejor alternativa.
Mientras la tierra de Río Negro parece minada para los medicamentos genéricos, la ley sancionada por la Legislatura neuquina comenzó a dar sus frutos, porque los precios de los productos sin marca comercial bajaron hasta un 40 por ciento con respecto al día que se aprobó la normativa.

Así lo aseguró ayer el presidente del Colegio Médico neuquino, Héctor Pianciola, cuya estimación fue avalada desde el sector farmacéutico y el ISSN.

Tan sólo a dos semanas de entrar en vigencia, la ley provincial que obliga a prescribir productos farmacológicos por su nombre científico se convirtió en una importante ventaja para los miles de neuquinos que llegan a los consultorios con sus bolsillos casi vacíos.

Ahora son cada vez más los que se retiran del centro de atención con una receta elaborada bajo las nuevas reglas y entran a las farmacias seguros de que el costo en remedios quedará al alcance de la mano.

Dentro de este contexto, las arcas de las obras sociales también se beneficiarán. Un ejemplo es el ISSN, que con el nuevo vademécum aspira a reducir entre 2,5 y 5 millones de pesos el presupuesto asignado a medicamentos ambulatorios, según indicaron sus autoridades.

Los costos se habían disparado en los últimos meses a raíz de la explosión en el valor de estos productos, que el año pasado demandaron alrededor de 18 millones de pesos entre unos 150.000 afiliados al ISSN.

Una realidad muy diferente

Lamentablemente nada de lo que viven los neuquinos ocurre en Río Negro, donde todo hace prever que muchos meses pasarán antes de que sus habitantes tengan alguna ventaja económica a la hora de comprar un remedio.

La controversia nacional sobre la ventaja o no de abandonar la tradicional receta por marcas se trasladó directamente a la provincia, donde la modificación de la ley que regula el ejercicio de la medicina fue aprobada en primera vuelta en febrero pero desde ese entonces los diferentes bloques no pueden llegar a un acuerdo para darle la sanción definitiva.

Todos tienen algo para decir. La críticas se disparan desde uno a otro sector y como siempre el que queda en el medio es el paciente, que necesita ahorrar pero al mismo tiempo demanda un remedio eficiente que provoque las soluciones adecuadas.

Algo irrefutable es que entre genéricos y productos de marca hay diferencias de precios que a veces llegan a ser abismales.

Lo que todavía no está claro entre la población -por el bombardeo de exposiciones que hace cada interesado- es si los resultados son idénticos al usar un genérico o un medicamento con marca.

Y lamentablemente, llegar a la verdad es hoy una cuestión con demasiadas variables que los pacientes no pueden manejar, como la honestidad de todos los médicos, farmacéuticos y funcionarios encargados del control.

En este sentido, semanas atrás por primera vez se reconoció institucionalmente que muchos médicos reciben «dádivas» para recetar ciertos productos de marca.

Ocurrió en el Foro Nacional de Instituciones Médicas, donde se abordó el tema tan comentado como polémico de los regalos e invitaciones que se reciben en los consultorios como un intento de direccionar la decisión del médico a la hora de recetar un remedio.

Médicos que ponen reparos

En Río Negro la propuesta del bloque de la Alianza incluye incorporar un inciso a la ley 3.338 el siguiente texto: «prescribir especialidades medicinales por el nombre genérico de la droga que contienen».

El proyecto legislativo establece que «además podrán sugerir hasta dos nombres de fantasía de la especialidad medicinal que se prescriba».

Sin embargo, para muchos profesionales de la salud este texto es insuficiente, y necesita mayores precisiones.

Así es que el Colegio Médico de Roca ya solicitó a la Legislatura que si se los obliga a recetar genéricos se los exima de la responsabilidad civil y penal ante un medicamento que no cumpliese con los requerimientos y no causare los efectos esperados.

¿Quién controla?

El desconcierto es tal que el gobierno nacional por un lado dice que se deben utilizar los genéricos y, por el otro, los laboratorios afirman que en Argentina los genéricos no existen.

Para poder entender exactamente qué se dice cuando se habla de «genérico» es necesario apelar a definiciones sencillas. El nombre es sinónimo de Denominación Común Internacional (DCI) y es la denominación correcta de todos los medicamentos. Hace referencia al principio activo o monodroga que es la parte esencial del remedio. Además de la droga, el medicamento está compuesto por un excipiente que es lo que permite la absorción del mismo como así también darle determinada consistencia, color, gusto y olor u otras cualidades que faciliten su dosificación y uso.

Los laboratorios utilizan diferentes sustancias y por esta razón en muchos casos es necesario realizar un examen de bioequivalencia y biodisponibilidad. Esto significa determinar que dos medicamentos con el mismo principio activo pero con diferentes procesos o excipiente cumplen la misma función terapéutica. Estos análisis son los que permiten asegurar que dos medicamentos pueden ser intercambiables y se llegue a los mismos resultados.

En Argentina el organismo encargado de realizar los controles es la Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) y este es el punto donde se centran la mayoría de las críticas contra los genéricos.

Como no tiene fondos suficientes para realizar las pruebas antes mencionadas, los profesionales de la salud no pueden garantizar que los medicamentos que se venden al público son lo que realmente dicen en su envase y si además cumple con los requerimientos para que sea genérico.

Entonces, si no pueden verificar a los genéricos, poco puede esperarse sobre los productos de marcas «reconocidas», aunque estos últimos cuentan con el aval que significa ser elaborados por laboratorios en su mayoría de amplia trayectoria internacional.

Mientas tanto, el debate se calienta cada día más y las provincias avanzan de acuerdo a la celeridad que sus representantes imponen, algo que en muchos casos -como Río Negro- convierte a miles de personas en víctimas de un conflicto de intereses muy parecido al «Gran Bonete», porque todos piden soluciones pero nadie las tiene. (AR / AN)

Un tema tabú: la relación médico-visitador

El gran tema tabú en la comercialización de medicamentos es la forma de «promoción» de determinadas marcas de los laboratorios a los médicos. En general la mayoría de los implicados prefieren no hablar del tema. Lo cierto es que el concepto de que los remedios son bienes sociales es una definición muy reciente en la Argentina.

En general los medicamentos fueron negociados y vendidos como cualquier otra mercancía y por lo tanto la promoción de los mismos se regía por el patrón del mayor beneficio.

Los principales promotores de los medicamentos son los visitadores médicos que intentan que la venta de sus productos en farmacias y consultorios médicos sean los más vendidos y recomendados por los médicos.

La Asociación de Agentes de Propaganda Médica (AAPN) es la organización sindical de los visitadores médicos y el presidente del gremio de Río Negro y Neuquén es Jorge Cubillos.

Al ser consultado por «Río Negro», Cubillos explicó: «nosotros promocionamos productos de marcas de reconocidas que tienen garantía de calidad y efectividad en los tratamientos y están debidamente autorizados». En cuanto a la forma de promoción por medio de dádivas a los médicos dadas por los laboratorios para que receten determinada marca y no otra, Cubillos manifestó que lo que hacen es «apostar al crecimiento de la actividad» razón por la cual colaboran con los congresos, jornadas y demás eventos.

Por otra parte, sostuvo que los visitadores lo que más están promocionando es la calidad de los productos que ofrecen. «Nosotros tenemos noción de la existencia de laboratorios truchos que ofrecen productos a un precio atractivo pero nadie garantiza que sean de calidad, no se puede especular con un bien inalienable como son los medicamentos», remarcó Cubillos.

Por otra parte, el visitador indicó que el sector farmacéutico está sufriendo una gran contracción y por lo tanto muchos visitadores médicos han quedado en la calle. (AR)

Adiós a la vieja modalidad de recetar

NEUQUEN (AN).- La implementación de las recetas por nombres genéricos de medicamentos poco a poco empieza a ganar terreno en esta provincia. El presidente del Colegio Médico neuquino, Héctor Pianciola, dijo ayer que hay laboratorios que «están bajando sus precios hasta en un 40 por ciento», con respecto al valor comercializado semanas atrás.

La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Neuquén, Ana María Etcheverry, evaluó que «es significativa» la caída del precio de algunos medicamentos de gran demanda y la estimó entre el 20 y más del 40 por ciento.

Pianciola y Etcheverry atribuyeron la reducción a la competitividad originada a partir de la instrumentación de la ley nacional y provincial, que obliga a los médicos y odontólogos a recetar según el nombre científico de las monodrogas.

La normativa provincial, que entró en vigencia el 6 de agosto pasado en Neuquén, lentamente comienza a dejar atrás la modalidad de prescribir los productos farmacológicos por su nombre comercial. Sin embargo, los sectores consultados aseguran que consolidar el mecanismo demandará más tiempo porque introduce un cambio sustancial en el sistema.

Hasta ahora, la calidad del producto concentra el grueso de las dudas, según indicó Pianciola. Por eso, señaló que es fundamental exigir la biodisponibilidad y que se intensifiquen los controles por parte de los organismos nacionales.

Etcheverry consideró que «la iniciativa va funcionando» y continuará en vigencia «en tanto y en cuanto los laboratorios respeten las normas y se hagan permanentes y estrictos controles». «Debemos tener la seguridad de que lo que estamos entregando tenga la composición y la calidad indicada», confió.

Afirmó que el único inconveniente «es acostumbrarse a una nueva forma de trabajo. Además algunos pacientes insisten con seguir utilizando la misma marca del medicamento».

Pianciola reveló que los laboratorios productores de drogas «están bajando sus precios». A modo de ejemplo, mencionó el caso de la azitromicina cuyo valor se redujo en un 43% en los últimos días.

A su juicio, la tendencia se podría mantener porque los pacientes ahora pueden optar por el más barato. Esa elección, agregó, incidirá probablemente en una reducción del precio en los productos más caros.

Etcheverry planteó que con la nueva metodología las ventas se mantienen o han descendido levemente, pero «como la gente elige el más económico representa menos ingresos para las farmacias». Aún así, resaltó que «lo más importante es que el paciente pueda adquirir el remedio», a raíz del empobrecimiento de la población.

El director de Salud y Asistenciales del Instituto de Seguridad Social del Neuquén (ISSN), Jorge Héctor Garayo, enfatizó que «hasta ahora y en líneas generales, la iniciativa marcha bien» en la obra social de la provincia que tiene casi 150.000 afiliados. Y destacó que «la modalidad tiene buena aceptación entre los prestadores y los farmacéuticos».

De todos modos, sostuvo que «es una pauta que seguirá sujeta a correcciones porque representa un cambio radical para el sistema».

Observó que, por lo pronto, las quejas de los afiliados se mantienen en los niveles del año pasado con respecto a la ausencia de algunos medicamentos, pero aseguró que, en definitiva, «el afiliado será el más beneficiado».

La defienden porque favorece al paciente

NEUQUEN (AN).- «Los laboratorios tendrán que entender que el medicamento es un bien social y la gente tiene el derecho a obtenerlo», afirmó Roberto Raña, integrante de la Fundación de la Comisión Nacional de Medicamentos.

Raña se mostró a favor de la ley que ordena desde hace más de quince días a los médicos y odontólogos neuquinos recetar medicamentos por su identificación farmacológica, en lugar de la marca comercial del producto.

Sostuvo que desde el punto de vista médico «no puede haber problemas porque el gremio que los agrupa siempre quiso implementar un formulario terapéutico».

Con respecto al impacto que provocará la normativa en el sector farmacéutico pronosticó que «la industria considera al medicamento como una mercancía. Aumentan los precios y sacan nuevas especialidades farmacológicas que no representan ninguna mejora clínica». «El 85% de los nuevos medicamentos no tienen beneficios para el paciente», completó.

Raña informó que en la Argentina se gastan unos 7.000 millones de dólares anuales en medicamentos que la ubican en los primeros lugares en el mundo. Además existen más de 9.000 productos en el mercado que a su vez tienen alrededor de 25.000 presentaciones comerciales.

Consignó que «los laboratorios tendrán que limitar sus ganancias», a pesar de que ya «comenzaron los cuestionamientos contra la iniciativa por parte de la industria farmacéutica».

Por eso, invitó a los sectores involucrados en el circuito a respetar «los códigos éticos que los laboratorios tienen, pero que no cumplen».

De todos modos, señaló que aunque se dio un primer paso en beneficio de los pacientes, aún resta que el Estado controle los precios de las especialidades farmacológicas. «En ningún lugar del mundo los precios de los medicamentos los pone la industria como ocurre en la Argentina», remarcó.

A su criterio es necesario que todos los sectores que trabajan en la salud antepongan los códigos éticos a los comerciales. En esta tarea, añadió, será muy importante el rol de los pacientes que, en definitiva, deben exigir a los médicos que prescriban con el nombre genérico.

Un foro admitió las «dádivas»

BUENOS AIRES (Télam).- El Foro Nacional de Instituciones Médicas defendió días atrás la política de genéricos implementada por el Ministerio de Salud, pero advirtió que existen «resistencias» de algunos profesionales porque dudan de la calidad del principio activo y se admitió que otros cobran «dádivas miserables» por prescribir remedios con su marca comercial.

El apoyo del Foro, que agrupa a unos 90 mil profesionales, se cristalizó en una declaración conjunta efectuada en la sede de la Confederación Médica de la República Argentina (Comra) en la que destacaron que recetar por genéricos «rompe el corralito de las marcas a la que estaba sometida la gente».

Carlos Jañez, presidente de Comra, dijo que «hace 18 años elaboramos un formulario terapéutico con los nombres de los principios activos de los medicamentos, no como un elemento restrictivo, sino como una forma de ayudar a la prescripción de las recetas».

«Esto funcionó bien en casi todas las jurisdicciones, pero hoy estamos viendo que los compromisos de nuestros colegas son mucho más «serios», si es que hay prebendas, y que la acción de la industria farmacéutica nos quitó la iniciativa», destacó el médico.

Por su parte, el titular de la Federación Médica de la provincia de Buenos Aires (Femeba), Jorge Ochoa, destacó que los médicos «deben recetar por el principio activo y no por la marca comercial, porque se debe hacer valer el derecho aprendido en la facultad».

«Esta es la forma en que podemos acreditarnos otra vez como médicos, recuperando el derecho a prescribir un remedio por su nombre científico, algo que fuimos perdiendo por dádivas miserables», destacó Ochoa.


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