Gigantes sufrió (y admiró) a Giba y su ballet

A pesar de los 35 años, el brasileño la rompió.

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Fotos/Cecilia Maletti

Pega el brasileño, trata de bloquear Guzmán y lo disfruta el público neuquino. Hubo más de 3.000 almas en el Ruca Che.

NEUQUÉN (AN).- Los Gigantes del Sur dejaron todo y fueron de más a menos en el 0-3 sufrido ante el gran Bolívar, en el cierre del tercer weekend de la Liga Argentina de vóley.

La notable diferencia de plantel se notó en el sintético del Ruca Che, que después de mucho tiempo tuvo un gran marco para un espectáculo deportivo. El sexteto bonaerense, invicto en el torneo, demostró que es de “otro planeta” y manejó el partido sin problemas.

Sólo en el arranque sufrió con un par de inspiraciones del dueño de casa, pero después mostró todas sus cartas y, como indicaban los pronósticos, fue una misión imposible para los neuquinos.

El primer set fue apasionante y el público vibró. Es que después de un lógico dominio del visitante, los dueños de casa reaccionaron y provocaron “estallidos” en la tribuna.

Los de Javier Weber llegaron a un cómodo 9-6 y parecía que se encaminban a una cómoda victoria inicial, pero dos puntos seguidos de Pablo Guzmán ajustaron el marcador y el local se ilusionó.

Esa respuesta la repitió en el momento caliente del set, pero de la mano de Enrique Laneri, quien se transformó en una pesadilla para los poderosos bonaerenses. Quique metió seis puntos en el parcial y Gigantes pasó al frente por 17-16.

Lejos de quedarse, los de Alejandro Grossi tuvieron dos chances para cerrar el set (24-22). Sin embargo fallaron, Gabriel Arroyo se hizo gigante en el bloque y fue la llave para abrir un duro arranque. Un toque de Sebastián Solé puso el 26-24 y cortó el sueño.

La historia fue muy diferente en el segundo, porque Bolívar mostró todo su repertorio y casi no le dejó chances al equipo local. Además, Laneri ya no estuvo tan efectivo y la aparición de Lucas Chávez no fue suficiente para hacerle frente a tantas figuras rivales.

El 8-7 del descanso fue el único momento en el que Gigantes estuvo en partido. Después fue todo de la visita, que no pudo despegarse pero manejó los tiempos de set. Fue 25-22, con el mejor momento de Giba en el partido.

Gigantes, que hizo el desgaste en el arranque y poco pudo hacer en el segundo, se quedó sin respuestas para el cierre. Grossi movió el plantel y casi todos tuvieron su chances. Enfrente, Weber hizo lo mismo y claro, hasta los suplentes de Bolívar son de selección. Ante este panorama, no sorprendió el 25-15 con el que se cerró el tercer parcial.

A pesar de la pálida para el local, el público disfrutó de un gran espectáculo ante un rival que es una potencia y que tiene todas las de ganar para volver a ser campeón en la Liga Argentina. Gigantes cumplió, peleó cuando pudo y al final, no pudo hacer nada. Como el público, sus jugadores admiraron a un rival muy poderoso.


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