Gigantesca manifestación en favor del aborto

WASHINGTON- Aproximadamente medio millón de personas, sobre todo mujeres, se manifestaron ayer en Washington a favor del derecho al aborto y en general por los derechos de las mujeres. En la «Marcha por la vida de las mujeres» también participaron representantes llegados de 50 países y numerosas estrellas de Hollywood como Whoopi Goldberg, Demi Moore, Susan Sarandon, Kevin Bacon o Alec Baldwin.

Los manifestantes se congregaron en el National Mall, un parque situado entre el Capitolio y el Monumento a Washington, más tarde marcharon a través del centro de la capital estadounidense. Muchos portaban carteles con consignas como «¿De quién es la elección?» y «Advertencia: El presidente (George W.) Bush es peligroso para la salud».

El motivo de la protesta fue, según sus organizadores, el intento del gobierno de Bush por limitar el derecho al aborto. Entre otros, la Casa Blanca ha negado financiación a organizaciones internacionales que a juicio de Washington promueven el aborto.

«Temo por el futuro de los derechos de reproducción en Estados Unidos», dijo Ellen Friedrichs, quien se trasladó desde Nueva York a Washington. «Esta administración ha estado erosionando lentamente los derechos reproductivos desde que Bush subió al poder».

Se espera que este asunto sea uno de los más calientes en la campaña electoral para los comicios presidenciales de noviembre.

Bush firmó una ley que hace que dañar un feto sea un crimen federal. El acta de las víctimas no natas de violencia criminaliza cualquier daño que pueda sufrir durante la comisión de un delito federal contra su madre, como terrorismo o violencia relacionada con las drogas. El más probable rival de Bush en las elecciones, el demócrata John Kerry, votó en contra de esa ley.

Los que apoyan el aborto afirman que esta regulación podría impedir el derecho de la mujer a abortar al concederle al feto los mismos derechos que a su madre.

Varios cientos de personas celebraron una contramanifestación ayer, con carteles con lemas como «el aborto es homicidio». El Vaticano lanzó una directiva en la que se afirma que se debería negar la comunión a los políticos católicos que sean «favorables al aborto sin ambigüedad alguna». La Santa Sede dejó en manos de los obispos estadounidenses la decisión acerca de si esta medida alcanzará a Kerry, que es católico romano. (DPA)